Si usted disfruta de los deportes y está buscando llevar su rutina a otro nivel, La Voz le trae cinco circuitos para animarse a practicar.
Corriendo de Nicoya a Garza
Con un par de zapatillas y el entrenamiento adecuado se puede correr durante un tiempo prolongado. Héctor Zuñiga es un atleta de Garza quien participa en al menos una carrera al mes y entrena su cuerpo para correr largas distancias. Héctor ha corrido de Nicoya a Garza dos veces y para ello entrenó 15 o 20 kilómetros todos los días con un día de descanso por semana. El recorrido de 50 kilómetros lo hace en 5 horas, enfocado más en el rendimiento que en la velocidad.
El camino es de asfalto y una gran parte de lastre. Zúñiga nos cuenta que de Nicoya a Garza hay pendientes muy inclinadas y largas, especialmente pasando Caimital, en el barrio el Portal de Belén. Dependiendo de la hora en la que se corra el camino es diferente. Después de las 10 a.m. y antes de las 4 p.m. el sol se pone muy intenso.
Esta ruta es solo para aquellos que estan acostumbrados a correr largas distancias. No sólo hay que entrenar a nivel físico, sino también llevar un régimen de alimentación adecuado, someterse a controles médicos y estar preparado para enfrentar el calor de la zona Guanacasteca.
Ciclismo en las montañas de Nicoya hacia Zaragoza
Para practicar el ciclismo de montaña, hay que estar preparado físicamente, pero el verdadero desafio esta en quebrar las barreras mentales que se crean cuando nos encontramos frente a varios obstáculos. Las montañas de la península cuentan con una flora y fauna impresionante que junto con la temperatura y las condiciones de los caminos le agregan intensidad a esta actividad.
Según Pablo Sánchez, ciclista profesional de Sámara, una de las rutas más intensas en la zona es manejar hacia el pueblo de Zaragoza que está a 757 metros sobre el nivel del mar. Se puede subir desde Los Arenales en Nosara ó al otro lado por Cuesta Grande desde Belén de Nicoya. Sánchez hace un recorrido ida y vuelta de 93 kilometros saliendo desde Sámara tomando el camino de Nosara.
La subida por ambos lados es bastante fuerte. Desde que se empieza a subir la montaña, se observa la costa pacífica y el clima es más fresco. Cuenta Sánchez que las bajadas se hacen a altas velocidades entre 75 y 85 kilómetros por hora y hay que estar pendiente de los carros y peatones. Las altas temperaturas y el polvo del verano complican el trayecto, por lo que es recomendable entrenar temprano en la mañana o en la tarde.
Natación abierto hacia Isla de Chora en Sámara
Para quienes practican el nado abierto, ir hacia la Isla de Chora es de las mejores experiencias en la zona. Playa Sámara está protegida por un arrecife que mantiene un oleaje moderado con pocas corrientes durante el verano, pero para entrar a la isla hay que tener mucha precaución ya que está rodeada de arrecifes.
Isla de Chora fue declarada Refugio Nacional de Vida Silvestre en el 2002. Nadar hacia la isla es una actividad muy dinámica. Gerardo Martínez, jefe de la oficina del Minaet en Nicoya, explicó que la isla alberga al menos seis especies de árboles y once tipos de aves, así como varios reptiles, serpientes y mapaches. Además se puede observar peces de colores alrededor de la isla, así como mariscos, langostas y pulpos.
Según Pablo Sánchez, quien ha nadado hasta la isla durante un triatlón, la isla se encuentra a 2 kilómetros (unos 1,3 millas) del centro de Playa Samara, un viaje que tarda alrededor de 40 minutos para alguien que nada entre 15 y 20 minutos al día. Nos cuenta Sánchez que cualquier deportista que mantenga un entrenamiento regular puede realizar este deporte de intensidad, especialmente aquellos que surfean regularmente que ya tienen la resistencia en todos los aspectos para nadar.
Una cuesta que de verdad cuesta
Para algunos deportistas, practicar un sólo deporte puede ser algo monótono. Si busca proponerse nuevas metas, puede llevar su práctica a otro nivel y combinar viajes en bicicleta a través de las montañas seguido de sesiones de natación en piscina o en el mar.
Este es el caso del maratonista Barry Oliver que vive en Nosara. El sube en bicicleta hasta el pueblo de Los Ángeles de Nosara y despues de ascender esta gran cuesta, nada casi 3 kilómetros durante una hora en una piscina. La mezcla de estos dos deportes favorece a la salud y le da al deportista la fuerza necesaria para resistir cualquier entrenamiento de intensidad.
Desde que se toma la calle en Los Arenales, de Nosara, la calle es estrecha y con mucho polvo en época seca. Los pequeños y grandes fragmentos de roca hacen el camino inestable. Mientras más arriba, más frío el clima. Se respira aire fresco y se divisa la playa desde Garza a Ostional.
La ola más grande de la Península: Playa Camaronal
Las playas de Guanacaste son el punto de encuentro de muchos surfos alrededor del mundo. La ola más grande en la península de Nicoya se encuentra unos 30 minutos al sur de Sámara, en Playa Camaronal. Esta playa de arena negra alberga tortugas y hermosos ecosistemas. Aquí se observan monos, pizotes, mapaches y otros animales.
Según cuenta el instructor de surf Adrián Suárez de Nosara, cuando no hay tortugas en este refugio de vida silvestre, se pueden surfear olas de hasta 15 o 20 pies (5 a 6 metros).
Durante el verano (de Diciembre a Mayo) el viento sopla offshore, es decir en dirección contraria a la ola, y esto genera un oleaje suficientemente grande para descender bien pues la ola no rompe tan rápido y permite hacer maniobras.
Para practicar el surf en Camaronal, hay que tener bastante experiencia surfeando. Esta ola rompe muy adentro y puede ser peligrosa, además la playa abierta tiene mucha corriente y no hay canales que ayuden a pasar las olas.
Suarez cuenta que además de un oleaje de gran tamaño, la remada hacia afuera es toda una batalla. Con un buen set de olas, puede tomar 10 minutos solo para salir de la corriente y llegar al punto. No recomendamos ir a surfear solo.
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