Nicoya, Nosara

Muni de Nicoya no resuelve problema de alcantarillado que inunda a Las Delicias, en Nosara

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La Municipalidad de Nicoya no prevé solucionar pronto el estancamiento de agua en la entrada de las Delicias, en Garza de Nosara. El sector se inunda cada vez que llueve porque hay una alcantarilla obstruida. 

La Asociación de Desarrollo de la comunidad instaló la alcantarilla en el 2019. Lo hicieron porque el agua de lluvia no fluía correctamente y quedaba estancada sobre la calle principal y varias casas de la zona. Con la alcantarilla, condujeron el agua a la orilla de un terreno privado y vacío. 

Ahora, el lote tiene una nueva dueña que empezó a edificar en diciembre del 2021. Las construcciones provocan que el flujo de agua se estanque nuevamente y que algunas casas vecinas se inunden. 

Según la versión de la presidenta de la asociación, Ofelia Obando, en el 2019 el coordinador de la Unidad Técnica de Gestión Vial (UTGV), Julio López, les informó que la municipalidad no tenía presupuesto para solucionar el problema, pero autorizó verbalmente a a ADI para construir la obra con sus propios recursos. 

Don Julio vino aquí a Las Delicias y nos indicó que no tenían presupuesto para ayudarnos pero que podíamos instalar la alcantarilla ahí donde pensábamos, que es donde está ahora, porque esos eran los puntos correctos”, asegura.

Obando afirma que, desde ese entonces, López sabía que el desagüe comenzaría en el costado derecho de la calle, cruzaría toda la calle por debajo y dejaría que el agua siguiera corriendo al lote.

El ingeniero aseguró a La Voz que desconocía los planes de la ADI y que tampoco autorizó la construcción de la alcantarilla en ese entonces. 

En nuestros archivos no se encuentra documentación que corrobore lo indicado por la ADI sobre la autorización de colocar dicho paso de alcantarillas”, sentenció López a través de un correo electrónico a La Voz.

También reiteró que su unidad no tiene competencia para solucionar el problema pues la alcantarilla no sigue “una evacuación de agua natural” (la ruta del agua no va naturalmente en la dirección en que la alcantarilla la conduce). Según él, necesitarían permiso de la actual propietaria del terreno para intervenir la tubería y extender el alcantarillado dentro de su propiedad. Así también lo mencionó en un informe de febrero del 2022.

López envió una carta el jueves 9 de junio a la ADI. En ella les dice que la muni ya consideró varias opciones, entre ellas colocar una nueva alcantarilla o crear una cuneta en los costados de la calle. Sin embargo, enfatizó que la institución no cuenta con presupuesto para ninguna de las obras. Por lo tanto no es posible solucionar el problema inmediatamente.

El ingeniero también informó que la municipalidad ya inició un trámite para hacerle un mantenimiento superficial a la calle. De esa forma llevarían temporalmente el agua estancada a una quebrada cercana. López no dio una fecha exacta para esta solución.

La líder comunitaria, Ofelia Obando, afirmó que la comunidad no está conforme con esta solución, pues creen que las inundaciones seguirán pasando. “Nosotros no lo vemos viable. En la parte de abajo (de la calle) también hay casas y con esa solución sería inundar a esas familias”, enfatizó Obando.

Municipalidad se contradice

La nueva dueña del lote a donde llegaban las aguas, Ana Barrantes, afirmó a este medio que ella desconocía sobre el estancamiento de aguas cuando instaló la delimitación de cemento, porque según su versión ni siquiera aparecen en los planos de catastro de la muni. También aseguró que el dueño anterior nunca le comentó sobre la situación. 

Nosotros pedimos los planos de la propiedad y en ningún lado aparecía la alcantarilla ahí. Ya hasta tengo los permisos de construcción y nadie (en la municipalidad) mencionó este problema”, dijo la propietaria. 

La presidenta de la ADI afirmó que el dueño anterior sí sabía sobre la construcción de las alcantarillas desde el 2019, sin embargo nunca autorizó a que estas pasaran por su propiedad. 

De hecho, en el 2020, él mismo solicitó a la muni que retirara la alcantarilla. Pero en ese momento, la UTGV afirmó que no podían quitar la estructura, pues estaba construida para el bien público de la comunidad.

«Nosotros le pedimos que firmara un permiso para que la alcantarilla pasara por su propiedad, pero él (el antiguo propietario) se negó y apeló en la muni. Primero le dijeron que no era posible (quitar la alcantarilla) y ahora dicen otra cosa (que no es un bien público)”, se queja Obando.

Tras la instalación del pequeño muro, el 10 de enero del 2022, la ADI envió una carta a la Municipalidad de Nicoya y al concejo municipal solicitando que mediaran con Barrantes para que dejara pasar el agua por su terreno. De no hacerlo, aseguraron los miembros de la ADI, la comunidad iba a sufrir inundaciones en la época de invierno.

15 días después, la UTGV envió a un inspector que contradijo el dictamen del 2020. El experto afirmó que no era posible determinar si existía un cauce que llevara el agua naturalmente a la propiedad y por lo tanto, no podían solicitarle a Barrantes que removiera la estructura. En el mismo informe sugirió hacer un estudio hídrico y buscar alternativas para la época de invierno. 

El 2 de febrero del 2022 el ingeniero Julio López notificó al despacho del alcalde que conforme a la última inspección, la muni no puede hacer nada sobre la obra hasta que lo autoricen los dueños de la propiedad. 

La UTGV ya realizó el estudio para averiguar cuál es el caudal natural del alcantarillado, según explicó López a este medio. La unidad concluyó que la alcantarilla no debería pasar por el terreno de Barrantes, pues el agua no sigue una corriente natural y solo está pasando por ahí debido a la alcantarilla que instaló la ADI.

López reiteró que la municipalidad no cuenta con recursos para cambiar la ruta de las tuberías y por lo tanto, el agua seguirá estancándose en la entrada de la comunidad cada vez que llueve. 

Tanto Barrantes como los miembros de la ADI han seguido escribiendo al ingeniero para recibir alternativas a la problemática. 

Yo le escribí a la municipalidad varias veces, porque aquí en verano también se hacen criaderos de dengue. Ellos dijeron que como no habían sido ellos (los que colocaron la alcantarilla), no podían hacer más”, contó la propietaria. 

El ingeniero López afirmó que su departamento no tiene registros de ninguna correspondencia enviada por Barrantes, sin embargo este medio tiene una copia de un correo electrónico que la propietaria mandó en noviembre del 2021. En la carta denunciaba la situación de estancamiento al frente de su terreno y explicaba cómo la alcantarilla ha afectado a su propiedad. 

Barrantes explicó  que ella está anuente a trabajar con sus vecinos para crear entre todos un alcantarillado que logre llevar bien el agua a un río cercano fuera de su propiedad. Sin embargo, necesita las respuestas de las autoridades para proceder. 

La Voz de Guanacaste intentó conversar también con el alcalde Carlos Armando Martínez sobre una solución para la comunidad, sin embargo, al cierre de este artículo no tuvimos respuesta a los mensajes enviados a su teléfono

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