La clave que aclararía la razón por la cual los nicoyanos viven tantos años podría estar en su ADN. Al menos así lo considera el epidemiólogo, David Rehkopf, de la Universidad de Stanford en California, quien visitó el país en 2010 para iniciar una investigación.
Según la revista Nature, Rehkopf y sus colegas de la Escuela de Medicina de Stanford tomaron muestras de sangre de algunos residentes mayores de 60 años. Los especialistas midieron la longitud de los telómeros –extremos de los cromosomas – y concluyeron que la longitud de estos se correlaciona con una mayor esperanza de vida.
Luego de analizar casi 19 factores biológicos y de conducta, los especialistas explicaron que los telómeros de los nicoyanos son más largos que los de otros costarricenses.
Gilberth Brenes, experto del Centro Centroamericano de Población adscrito a la Universidad de Costa Rica (UCR), contó que todas estas investigaciones giran en torno al proyecto CRELES, que trata el estudio de la longevidad y el envejecimiento saludable en Costa Rica, el cual fue liderado por Luis Rosero, quien determinó a Nicoya como un sitio especial en longevidad.
Esto permitió confirmar que los telómeros de los nicoyanos sí son más largos que el de otros habitantes del país y están relacionados con mayor longevidad.
Nature destacó que pese a la pobreza con que residen muchos habitantes en Nicoya, esto no se constituye en un obstáculo para vivir muchos años.
“La pobreza parece tener un efecto protector en Nicoya. La región es muy pobre, sus habitantes viven un estilo de vida tradicional y de agricultura, con un acceso limitado a lo básico, como la electricidad “, cita el texto.
Las mediaciones del proyecto CRELES no encontraron una relación fuerte entre alimentación-estilo de vida y longevidad.
“Algo que hemos encontrado es que el consumo calórico en Costa Rica es bastante bajo, pero no se encuentra una relación significativa entre la longitud de los telómeros y ciertos indicadores nutricionales”, recalca el investigador.
Actualmente el proyecto CRELES continúa y ahora se centra en una nueva etapa que comprende a adultos de 55 a 65 años, período donde se diagnostican varias enfermedades.
Datos del Registro Civil indican que en toda la provincia guanacasteca existen 54 adultos mayores empadronados, quienes superan los 100 años de edad
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