El Coordinador de la Escuela de Natación de Nicoya, Diego Fajardo, estuvo casi una semana sin poder entrenar a sus alumnos en el polideportivo de la comunidad porque encontró la piscina cerrada.
Desde el sábado 20 de mayo, Fajardo y su equipo de nadadores se toparon con los portones cerrados y con una piscina turbia y color verduzco producto de las fuertes lluvias y un uso insuficiente de los químicos.
Según el administrador del polideportivo, Róger Araya, esto sucede cuando caen lluvias excesivas. Si normalmente la piscina necesita de uno a dos kilos de cloro, esta vez tuvieron que usar diez para eliminar las impurezas.
Mientras tanto, los entrenadores de todo el país aumentaban la carga en los ejercicios de los atletas que enfrentaron las eliminatorias de los Juegos Nacionales de Natación del 25 al 28 de mayo.
“Los muchachos requieren un entrenamiento constante para poder llegar en óptimas condiciones”, dijo Fajardo, quien tuvo que acudir a alternativas como viajar hasta Santa Cruz (a 30 minutos de Nicoya) con el equipo para poder utilizar ahí la piscina.
Otro deportista que tuvo que frenar su entrenamiento fue Arturo Badilla, quien está preparándose para competir en el Ironman 70.3 que se realizará en Carrillo este mes. Él debería ir a la piscina al menos tres horas los siete días de la semana, pero tuvo que ir a puerto Carrillo para entrenar en aguas abiertas.
“Es la tercera vez en dos meses que cierran la piscina”, se quejó el triatlonista.
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Más allá del agua
El problema con la estructura del polideportivo va más allá de las aguas turbias. El deterioro del gimnasio y las grietas en la pista de atletismo también molestan y preocupan a los jugadores y visitantes de la comunidad.
Según el Código Municipal, estos arreglos debería costearlos el Comité Cantonal de Deportes con los ingresos que genera el polideportivo y con el 3% que debe asignarle la municipalidad de la recaudación real de sus ingresos mensuales. Sin embargo, sus integrantes alegan que esta responsabilidad no es del Comité.
Para el primer trimestre del 2017, ese 3% significó poco más de ¢19,3 millones ($34.488) que el polideportivo utiliza en programas de recreación, zumba gratuito los viernes, pago de servicios, salarios e implementos para los atletas, según un documento enviado a La Voz de Guanacaste por la junta directiva del comité.
En cuanto al deterioro de la pista y del gimnasio, Araya alegó que eso es algo que el comité no tiene que asumir, pues el problema viene desde su construcción.
“A la pista no le hicieron un muro en el sector norte, que es el que presenta desplazamientos”, dijo Araya.
¿Y las soluciones? Según el integrante del Comité, Alexander Arias, la administración actual está planteando reestructurar el polideportivo con la colaboración del Instituto Costarricense de Deportes (Icoder).
Al cierre de edición, el encargado de prensa del instituto dijo que aún no existe un acuerdo formal entre ambos entes pero tampoco lo descartó.
Aumento se aprobó pero nunca llegó
En el 2015, el Comité le pidió a la Municipalidad de Nicoya aumentar en un 2% (pasar del 3% al 5%) el dinero que le destina la institución a los deportes del cantón.
Aunque el Concejo Municipal de Nicoya aprobó ese aumento, el Comité aún no ha visto la plata por falta de recursos municipales, alegó el alcalde Marcos Jiménez.
“Cuando presentamos el presupuesto ante la Contraloría General de la República, esta dejó sin aprobar algunos rubros, entonces no podemos girar la cantidad correspondiente al 5%”, indicó Marco Jiménez, alcalde de Nicoya.
El propósito era destinar un 1% de ese 2% extra al mantenimiento del polideportivo, el otro 0,5% para contratar vigilancia y el restante 0,5% para ayudas a las comunidades.
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