Los escombros que quedaron tras el incendio que devastó a la popular pulpería El Mango ubicada a un costado de la Escuela Leonidas Briceño en Nicoya ya fueron removidos por la maquinaria de un vecino de la comunidad.
Las llamas consumieron el establecimiento la madrugada del sábado 27 de diciembre debido a una sobrecarga en el sistema eléctrico del local.
Los restos fueron amontonados y trasladados durante la tarde del lunes 29 de diciembre por la maquinaria de Antonio Cárdenas Aguilar, quien fue contratado por Cruz Díaz, dueño de la propiedad.
Rocío Díaz hija de Cruz Díaz, y quien vive a la par donde ocurrió la tragedia, informó que el calor de las llamas los despertó a eso de las 3:15 am a lo cual llamaron al cuerpo de bomberos de Nicoya quienes llegaron diez minutos después al lugar.
Cuando llegaron los bomberos no pudieron salvar el establecimiento que era mayoritariamente de madera y zócalo. Aunque si impidieron la propagación del fuego a las casas vecinas. Dentro de la pulpería había dos cilindros de gas que al entrar en contacto con las llamas aceleraron la destrucción de la vivienda.
“Era una propiedad que tenía más de 50 años de construida y era de mis abuelos, teníamos 10 años de tenerla alquilada. Los cilindros de gas explotaron, eso agilizó el fuego”, expresó Díaz.
A pesar de la pérdida total del inmueble no hubo víctimas mortales que lamentar.
Comentarios