Cultura, Bagaces

Jóvenes marimbistas reavivan el legado de Medardo Guido Acevedo y del ensamble Alma Llanera

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En la década de los 80, bajo la dirección del profesor y músico bagaceño Medardo Guido Acevedo, nació un ensamble de marimbas llamado Alma Llanera. Su misión era clara: acompañar las coreografías del grupo de baile folclórico de Bagaces Alma India. 

La agrupación la conformaban los marimbistas Matías Palomino (padre), Mauro Ruiz, Matías Palomino (hijo) y Eulalio Guadamuz. Juntos interpretaban música original del maestro Acevedo y de otros compositores guanacastecos como Héctor Zúñiga, Jesús Bonilla y Ulpiano Duar­te. 

La muerte de algunos de sus miembros, la falta de relevo generacional y la inestabilidad del grupo de baile Alma India causaron que finalmente las marimbas del ensamble dejaran de retumbar en los salones de Guanacaste.

Tras varios intentos de reintegrar el grupo, este año lograron llevar el sonido de sus marimbas a plataformas digitales como Spotify y Soundcloud con el lanzamiento de su álbum Somos Alma Llanera. Su iniciativa busca continuar el legado del ensamble original. 

El renacimiento 

Alonso Herra es bagaceño y comenzó a tocar marimba a los 16 años en el Instituto Profesional de Educación Comunitaria de Liberia. Años después, logró consolidar ese conocimiento del instrumento en la etapa básica de música de la Universidad de Costa Rica, en Santa Cruz.

“Mi experiencia como marimbista me llevó a tocar en varios rincones de la provincia con ensambles como la marimba de Los Policías, la marimba del Negro y la marimba de Los Pablos”, cuenta.

A Herra le entusiasmaba no solo tocar la marimba, sino también compartir sus conocimientos con otras personas. Por eso, en el 2014 comenzó a formar una nueva generación de músicos con la intención de rescatar el repertorio del ensamble Alma Llanera. 

En el 2014 teníamos una banda de concierto en Bagaces, y Alonso nos comentó durante un ensayo que él sabía tocar marimba y que nos quería enseñar”, recuerda Nicolás Guevara, gestor cultural de Bagaces e integrante del ensamble. 

Así nace por segunda vez el Ensamble de Marimbas Alma Llanera. Ahora con una misión distinta: salvaguardar composiciones guanacastecas del olvido para las futuras generaciones.

Para Herra, era muy importante rescatar la música del ensamble original que no fue escrita, sino que fue transmitida a oído o de memoria. En el 2014, solo dos miembros originales del conjunto aún estaban vivos: Eulalio Guadamuz, quien falleció este año, y Matías Palomino, aún con vida.

Pero no fue fácil conformar un grupo. Ese año, ocho personas interesadas aceptaron la oferta de Herra. Pero, al final sólo quedaron tres: Nicolás Guevara, Solimar Guevara y Edgar Leal.

“Los integrantes tienen sus trabajos y sus responsabilidades. Además de que no recibían ninguna remuneración por ese trabajo. Ni por tiempo de ensayo, ni por las presentaciones”, señala el gestor cultural de Bagaces Nicolás Guevara, quien junto con Solimar Guevara y Edgar Leal fueron quienes más apoyaron a Herra en su iniciativa. 

Los cuatro ensayaban y enseñaban a otras personas a tocar la marimba, con la intención de conformar la agrupación, pero a pesar de sus esfuerzos, poco a poco las personas volvieron a desertar por la falta de incentivos.

De izquierda a derecha: Matías Palomino en la melodía, Alonso Herra en la armonía y Lalo Guadamuz en los bajos, 2016.Foto: Nicolás Guevara

Un empuje

Guevara no quiso quedarse de brazos cruzados. Para hacerle frente a la situación, buscó fondos concursables para ayudar a financiar la estabilidad del proyecto

En esa búsqueda, se cruzó con Ibermúsica, un programa de cooperación internacional dedicado exclusivamente a las artes musicales. El programa tiene una categoría de ayuda al sector musical de modalidad virtual, para promover la creación de contenidos musicales de forma virtual.

Aplicaron en setiembre del 2021 y en diciembre les notificaron en diciembre que habían ganado junto con otros músicos costarricenses como Manuel Monestel y NellyxArend.

Con los recursos, el ensamble pudo finalmente dedicarle más tiempo a los ensayos, e incluso preparar la grabación de un álbum. 

Lanzamiento del álbum “Somos Alma Llanera”

Para el ensamble, el 2022 fue todo un año de trabajo. Primero debieron consolidar los miembros del grupo. A Alonso Herra, Edgar Leal y Nicolás Guevara se sumaron Adriana González y Andrés Carmona. Juntos empezaron a practicar las composiciones que querían incluir en su primer álbum.

Entre las canciones que decidieron agregar al álbum destacan cinco composiciones originales de Medardo Guido: Bienvenido y el Barroso, Liberianita, Soy como soy, Bagaceñita y Allá en la hacienda. Así como dos composiciones más: una de Carlos Canales “Carrucha”, y otra de un autor desconocido.

Lo que nos motivó a elegir estas composiciones es que son muy poco ejecutadas en la actualidad, y todas fueron parte del repertorio original del conjunto en la década de los 80”, apunta Guevara. 

Nuevas generaciones de intérpretes

Durante las prácticas surgió la idea de también incluir en el álbum la composición de Javier Matarrita, un joven vecino de Río Naranjo de Bagaces y apasionado por el rescate de la herencia musical de la región. Su composición se llama Fiestas en Río Naranjo.

“Aquí en Río Naranjo teníamos muchos años de que no se hacían fiestas, topes, cabalgatas, bailes, etcétera, y esas celebraciones son algo que caracterizaban mucho al pueblo, porque es un pueblo que está a la orilla de la calle”, relata Matarrita.

La canción la compuso en el 2018 pensando en el día en que la comunidad retomara las celebraciones, fueran estudiantes quienes la interpreten.

Matarrita nació en Cañas, pero a los nueve años se fue a vivir a Río Naranjo. En este lugar asegura es donde la música lo atrapó.

Javier Matarrita (izquierda) durante una presentación de la Marimba Orquesta los Golobios.Foto: Yendry Ordoñez Brenes

En aquel tiempo la cantina estaba como a 50 metros de la casa, entonces es el típico pueblo que el domingo no hay ni un alma en la calle y no hay ni un sólo sonido. Y pues lo único que rompía ese silencio era la marimba de la cantina”, recuerda.

Con el paso del tiempo se fue interesando más y más por la marimba, y en esa misma cantina cerca de su casa empezó a dominar el instrumento.  

“Cuando ya estaba bastante entrado los mismos músicos de la cantina me jalaban de lugar a lugar. Ahí fui aprendiendo hasta que ya después estudié para profesor de música y pues ya combiné las enseñanzas de la U con lo que había aprendido”, menciona.

Con esta adición musical a su repertorio, ya tenían las ocho canciones que iban a incluir en su primer álbum. El lanzamiento oficial se realizó el 19 de enero del 2023. 

Para Herra es una forma de guardar “verdaderas joyas”. “[Es] música nuestra que estuvo a punto de quedarse en la memoria de marimbistas de antaño y llevadas con ellos a las tumbas”, considera. “La música ahora va a quedar a un click del buscador”.

Mantener vivo el legado musical 

Para la Gestora Sociocultural en Guanacaste del Ministerio de Cultura, Nayubel Montero, la música que el ensamble rescata, tiene que ver con una música popular y con tradiciones que muchas veces no están documentadas y se pierden con el paso de los años.

Es muy importante el trabajo que hacen estos nuevos músicos de Alma Llanera, porque mantienen vivo el recuerdo”, considera Montero. “Lo hacen para que a la misma vez esa música sea parte de la cotidianidad, tanto de los mismos músicos como de las personas que la escuchan”, añade.

De acuerdo a Montero, las personas interesadas en preservar el patrimonio musical de su cantón, pero que no saben cómo empezar, deben comenzar siendo curiosos.

“Debe haber un interés genuino por saber qué tiene que ver esa música conmigo, con mi identidad y con mi cotidianidad. ¿Qué relación tiene esa música con lo que yo habito actualmente? así se mantiene vivo el legado musical”, concluye Montero.

Escuchá el álbum completo en Spotify o Soundcloud

 

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