La península de Nicoya se convirtió en el lugar más importante del mundo para estudiar la subducción de placas en abril de 1997. Ese año, el sismólogo costarricense Marino Protti asistió a un foro en Hawaii donde se definió un ránking de los sitios que presentaban las mejores características. La península quedó en primer lugar.
Durante 20 años, esta área no ha hecho más que tomar protagonismo en el mundo de los sismólogos. “Nicoya es un atractivo tectónico a nivel mundial”, dijo Protti en entrevista con La Voz de Guanacaste.
En este extracto, el sismólogo explica el avance de sus estudios en la Península, por qué es tan importante para el resto del planeta y su interés por divulgar la ciencia sin importar si hay políticos o empresarios en su contra.
Usted sigue estudiando la península de Nicoya cinco años después del terremoto de Sámara, ¿por qué?
La península de Nicoya es un laboratorio. Es un lugar excelente para estudiar procesos de subducción porque lastimosamente está sentada sobre la falla. La gran mayoría de las zonas de subducción del mundo están mar afuera y ahí no se puede estudiar, cuesta mucho. En Nicoya la tenemos expuesta, entonces es un laboratorio excelente.
¿Qué significa que estén expuestas?
Una zona de subducción es donde una placa se mete por debajo de un continente. En la gran mayoría de países del mundo, esta zona se encuentra costa afuera. En Nicaragua, por ejemplo, está 60 km mar adentro. En Costa Rica, esa zona de acoplamiento se encuentra por debajo de la península de Nicoya. Hay muy pocos lugares en el mundo en los que esto ocurre. Eso permite que nosotros podamos ir y poner instrumentos sobre la falla y ver todas las deformaciones que ocurren por el proceso de choque entre las placas. Por eso, Nicoya es un atractivo tectónico a nivel mundial.
Usted dijo en entrevistas anteriores que en esta península quedó una energía acumulada que no se liberó en el terremoto del 2012. ¿Qué novedades hay sobre esta energía?
Antes del terremoto habíamos identificado dos parches fuertes en la falla. El que no se movió es el que está costa afuera y es un poco más superficial. En algún momento tendrá que liberarse esa energía. Puede ser un sismo como de magnitud 7, pero definitivamente es menor en el potencial de daños y de magnitud que el del 2012 porque las ondas sísmicas se van a atenuar al momento de llegar a la península.
El sismólogo considera que la península de Nicoya es como un laboratorio: un excelente lugar para estudiar procesos de subducción.
¿Ya se tiene más información para saber con más precisión cuándo va a ocurrir?
No. Lo que nosotros esperábamos era que los dos parches se deslizaran al mismo tiempo. Como no ocurrió, se alteró el patrón porque queda ese parche, que no sabemos cuánto tiempo se mantendrá. Es probable que se cierre antes del próximo ciclo sísmico (50 a 60 años) pero igual puede ocurrir mañana o dentro de diez años. De eso no tenemos ningún control y por eso somos muy transparentes en decir que es algo que no sabemos.
¿Por qué sí se puede saber que el de la Península de Osa será dentro de 5 o 10 años y no el próximo de Nicoya?
Son márgenes muy grandes. Nicoya venía teniendo terremotos cada 50 años y el último sucedió después de 62 años. Es un periodo muy grande. Por eso nosotros no podemos hacer predicciones. Lo que hacemos son anticipaciones. En el último terremoto de Nicoya anticipamos la zona de ruptura del terremoto pero no pudimos predecirlo. En Osa tampoco podemos hacerlo, pero la zona de ruptura allí es más pequeña, con ciclos más cortos de 40 años.
En estos temas (de estudios y predicciones de sismos) siempre hay un problema localmente con el señor alcalde y ciertos grupos de la industria turística, no todos, que hasta me han censurado por esto.
¿El voto de censura (que hizo el concejo anterior por la supuesta imprecisión del científico) afectó de alguna manera sus investigaciones?
Las investigaciones siguieron y se van a seguir haciendo. Nosotros vamos a seguir contando lo que hacemos, lo que descubrimos… y nunca vamos a guardar ningún tipo de información como confidencial ni le vamos a negar el acceso al pueblo a información sobre la amenaza a la que está expuesto.
¿Cómo interpreta usted la respuesta de las instituciones locales en el 2012?
Esto se lo digo con orgullo ajeno: en todas las reuniones internacionales se habla de Nicoya como un ejemplo en cuanto a la preparación de la población al terremoto. El terremoto de Nicoya fue grande y no mató a nadie. En otros lugares del mundo, sismos más pequeños matan a una gran cantidad de gente. Esto paga la inversión que se haga en preparación.
¿Cómo llegamos a estar así de preparados?
Antes del 2002, Nicoya no se consideraba como una zona de alto potencial sísmico según el código de Construcción. A partir de ese año, el código se volvió mucho más estricto que antes y, por eso, a partir del 2002, las construcciones nuevas se hicieron de acuerdo a estándares mucho más estrictos.
También la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) comenzó a trabajar con los comités locales, el MOPT reforzó los puentes más importantes, el MEP capacitó a sus maestras y a los niños. Entonces hubo una respuesta ante un evento que venía y no ante un evento que ocurrió.
A nivel científico, ¿cómo se logra esta preparación?
Se instalaron instrumentos, sismógrafos que detectan hasta los más mínimos movimientos. También acelerómetros que responden solo a sismos muy fuertes que no se saturan como los otros, cuando está temblando muy fuerte.
El otro instrumento que fue crucial para identificar esas rupturas son las estructuras continuas de GPS que tienen milímetros de precisión. Nosotros sembramos esos instrumentos en diferentes lugares de la península y podemos ver día a día cómo se va desplazando cada sector de la península como consecuencia del choque entre las placas de Cocos y Caribe.
A la par de la parte instrumental también viene el trabajo de campo de ir a observar las terrazas marinas que han sido levantadas por terremotos anteriores, observar los cambios del nivel del mar, el impacto que tienen en la costa.
¿Puede decirse que el trabajo científico que se está realizando en Nicoya se emulará en otros países?
Sí. Y lo empezaron a emular, a usar como ejemplo, antes inclusive del terremoto de Nicoya. Costa Rica tiene una gran ventaja en el mundo y es que siempre ha construido las redes y ha tenido una respuesta antes del terremoto. El Ovsicori comenzó a montar la red sismológica de Costa Rica a principios de los 80 y no como reacción a un terremoto. En otros países es al contrario: se da un terremoto, el país se activa y después ya no invierten en eso y no se preparan más.
¿Sus investigaciones en la Antártica tienen algo que ver con las que se hacen en la península en este momento?
En el terremoto de Nicoya la península se desplazó 60 cm hacia el mar. En la Antártica, donde estábamos haciendo las investigaciones, se da un sismo similar al de Nicoya dos veces por día. O sea, dos veces al día se dan 60 cm de desplazamiento en la falla, en un área más pequeña por supuesto y no son sismos que se sienten ni mucho menos pero tiene las mismas características, entonces queríamos registrar muchos ciclos sísmicos en Antártica para aprender sobre el proceso de acumulación y liberación de energía.
¿Ya hay algún resultado?
Todavía estamos sistematizando lo que aprendimos y después habrá tiempo para la interpretación.
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