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Mujeres líderes de acueductos rurales usan aplicaciones gratuitas para mejorar uso del agua

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¿Puede un teléfono inteligente ayudarnos a que el agua llegue más limpia a la casa? 30 mujeres de Guanacaste y la zona norte, reunidas en un aula de la Universidad de Costa Rica en Santa Cruz, están a punto de demostrar que sí es posible. 

Daniella Díaz, Ariana Román y Zurely Núñez son tres de ellas. Desde julio, cuando se reunieron por primera vez, diseñan un proyecto para encuestar a los vecinos de Hojancha y Nandayure con una aplicación de teléfono. La app les permitirá marcar la dirección exacta de cada vecino (a través de un geolocalizador) y especificar si tienen o no cómo tratar las aguas que utilizan en sus fincas o casas. 

“El prototipo que estamos diseñando es para sacar un aproximado del riesgo que causa que la gente no trate las aguas, por ejemplo, verificar si una finca que tiene chanchera utiliza un drenaje o no, porque hay gente que tiene cerdos y que cavó un pozo y si no hay drenaje, todo eso va al manto acuífero”, explica Díaz, quien administra una Asada en Nandayure. 

El proyecto les ayudará a diagnosticar lo que se infiltra a los mantos acuíferos (como aguas negras) y que termina afectando la calidad del agua de los acueductos. Con ese mapeo, pueden después exigir a sus vecinos que implementen drenajes para que las aguas dejen de afectar los mantos.

Hace algunos meses era impensable para estas 30 mujeres liderar un proyecto innovador que beneficiara a sus acueductos rurales (asadas). Un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) demuestra que las mujeres de la provincia pocas veces participan en la toma de decisiones en las asadas y más bien suelen asumir tareas como servir café, llevar actas y ordenar las salas para reuniones.

Para acceder a las asambleas generales y a las juntas directivas, se debe ser abonado o abonada del servicio, y este se asigna a quien tiene la propiedad de la tierra, que en el país está en manos de hombres”, explica a este medio la asesora en género del PNUD, Rafaella Sánchez.

El PNUD es justamente uno de los entes que las están capacitando. Unidos al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados y a la Escuela de Geografía de la UCR, enseñan a estas líderes sobre cambio climático, sequía y administración. La actividad inicial se hizo en julio en la Sede de la UCR de Santa Cruz.

El objetivo es que mejoren el desempeño de sus acueductos a través de aplicaciones gratuitas de teléfono bajo la premisa de fortalecer la gestión comunitaria del agua en la provincia. 

En julio, las 30 mujeres de entre 12 y 35 años, compartieron en un aula de la UCR en Santa Cruz. Conformaron 10 grupos, cada uno con proyectos distintos. Foto: PNUDFoto: PNUD

“Tenemos que enfrentar  los desafíos de cambio climático [que causa el aumento de la temperatura en el planeta]. En Guanacaste se siente bastante fuerte, entonces tenés que traer innovación e involucrar a las mujeres para disminuir brechas”, explica Natalia Meza, especialista en aguas limpias del PNUD.

Hoy, cada uno de los diez grupos que conformaron en julio las mujeres de las comunidades, continúan trabajando en sus proyectos, cada uno a su ritmo. Por ejemplo, el mes pasado Daniella, Zurelly y Ariana tuvieron una reunión con el Ministerio de Salud para terminar de definir las preguntas de la encuesta.

Una vez que los terminen, todos los grupos compartirán sus proyectos con otras asadas vecinas para que los repliquen.

La directora de la oficina de acueductos rurales de la Región Chorotega, Lidiana Rojas, dice que la actividad les ayudará a tener datos concretos para tomar mejores decisiones. 

Los acueductos son muy viejos, en su mayoría tienen más de 30 años, entonces el problema de agua también se debe a la infraestructura porque la mayoría están obsoletos”, explica Rojas.

“Muchos de los proyectos lo que pretenden es mapear la red de distribución. Esto nos va a ayudar a generar una idea básica, pero muy necesaria, de cuánta agua tenemos y qué es lo que tenemos que trabajar para mejorarla”, agrega.

La creadora de estos talleres es la profesora de Geografía de la UCR María José Molina. Ella dice que las aplicaciones son sencillas y fáciles de entender, pero con un alto impacto. Se trata de My Maps, de Google, KoBo Toolbox y Mobile Topographer, disponibles de gratuitamente en las tiendas de Apple y Android. 

“Lo más importante es que son gratuitas y funcionan sin internet, porque a veces se desarrollan sistemas pero hay que pagar un montón de plata”, explica.

¿Cómo nació la idea?

Molina dice que hace algún tiempo participó como jueza en un hackathon femenino, una actividad en la que programadoras y desarrolladoras trabajan para diseñar aplicaciones.

Participar como jueza me marcó. Eran chicas también de zonas rurales y salieron ideas increíbles en tecnología satelital”, cuenta Molina. “Y yo dije: qué interesante que en Geografía trabajemos una iniciativa similar”. 

Molina le contó su idea a la directora de la Escuela de Geografía y al PNUD, y “me apoyaron con la idea porque dijimos: tenemos un buen equipo y sería bueno aportarle a las comunidades y sobre todo a las mujeres”.

Reclutaron a cinco estudiantes avanzadas de la Escuela de Geografía para que se fueran las “madrinas” de las mujeres de las asadas. 

Una de estas madrinas es Linnette Ceciliano. “Nuestra función es asegurarnos de que las chicas estén entendiendo la teoría y ver que el prototipo se implemente y que tenga éxito en campo. Si algo sale mal, estamos para darle apoyo por videollamada o yendo a los lugares de trabajo”, cuenta Ceciliano. 

El director de la Escuela de Geografía de la UCR, Pascal Girot, y otras expertas en temas de agua y clima se movilizaron hasta Santa Cruz para capacitar a las 30 mujeres. Foto: PNUDFoto: PNUD

Desde antes del rally de julio, las madrinas conformaron grupos de Whatsapp con las jóvenes de Asadas, en el que compartían videos e información sobre aplicaciones útiles para el trabajo de asadas o el impacto del cambio climático en la disponibilidad del agua.

“Los contenidos los veníamos eligiendo desde marzo. Decíamos: ‘ok, nuestra tarea es encontrar un video de fácil entendimiento sobre tal tema’. Buscamos, discutimos y elegimos cuál era el más adecuado”, recuerda Ceciliano. Lo mismo hicieron con las aplicaciones gratuitas de celular que usan para el diseño de sus proyectos.

“Yo estoy sorprendida de lo que las participantes están desarrollando. Ellas conocen muy bien sus comunidades, entonces para nosotras como UCR es muy importante darles herramientas y que ellas mismas sepan para qué les sirven”, concluye Molina.

 

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