Nicoya

Muni de Nicoya valora presupuestar dinero para atender animales callejeros

Una asociación de bienestar animal logró que la Muni de Nicoya considere implementar políticas en beneficio de los animales callejeros que han afectado puntos específicos del cantón, como la iglesia colonial y el mercado municipal.

La asociación se llama “Yo Seré Su Voz” y atiende animales callejeros de varios cantones de la provincia con recursos propios de sus integrantes y con donaciones. 

Durante un año, llevaron el registro de gatos en esos dos puntos y de otros como La Cananga, camino a Matabuey, al Cerro La Cruz y a la Universidad Nacional (UNA).

Todas las mañanas antes de ir a su trabajo, Magaly Ramírez, una de las integrantes de la asociación, saca tiempo para ir a alimentar los gatos que viven en esos dos puntos, y así lleva la contabilización de los gatos.

 

El año pasado se dio cuenta de que la situación se estaba saliendo de control. En julio habían ocho gatos en la iglesia y 36 en el mercado, en un lugar donde venden comidas preparadas y alimentos frescos de los inquilinos y de los vendedores de la feria del agricultor.

“Comenzamos a entrar en pánico porque llegó un momento en el que dijimos que no podíamos solas, entonces pensamos que teníamos que empezar a involucrar a la gente que le tocaba involucrarse”, cuenta Ramírez. “Es que es un tema de salud pública”.

La asociación organizó en agosto del año pasado una castración de animales callejeros en Nicoya. Esa vez lograron esterilizar y dar en adopción 31 gatos, incluidos algunos que Magally alimentaba todos los días. Sin embargo, el problema no había acabado ahí: solo en el mercado restan todavía por castrar unos 10 gatos y en el parque e iglesia colonial aún restan ocho por ser castrados. Eso implica que muchos continúan reproduciéndose, porque las gatas pueden quedar embarazadas cuatro veces al año.

A inicios de julio, la asociación presentó esos datos a los regidores de Nicoya para pedirles apoyo en la atención de animales callejeros. La organización pidió la creación de una oficina o programa de bienestar animal, presupuesto para castraciones y la fundación de un centro de recuperación de animales.

Previamente habían estudiado las leyes sobre animales para saber qué les compete a las munis y llamaron a algunas personas de gobiernos locales del área metropolitana que implementan políticas en bienestar animal para conocer cómo trabajan ese tema.

Los regidores decidieron pasar la petición al alcalde, Marco Antonio Jiménez, quien dijo a este medio que, a raíz de la solicitud, valorarán incluir en el presupuesto del 2020 la apertura de una oficina o de una política de bienestar animal.

La asociación explicó a La Voz de Guanacaste que tienen disposición de trabajar con esta y todas las municipalidades de la provincia, con el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y el Ministerio de Salud. 

La idea es sentarnos y hacer nuestra propia política de bienestar animal y que repliquemos en las otras municipalidades”, dijo Magally.

Pero, ¿las munis deben hacer algo por los animales callejeros?

No es antojadizo que las municipalidades tengan responsabilidades en el tema de bienestar animal. Según la Ley de Disposiciones sobre Matrícula y Vacunación de Perros (Ley 2391), de 1959, los gobiernos locales deben velar por los perros callejeros.

Según la agrupación, los gatos suelen comer los restos que encuentran en el mercado y eso les causa enfermedades mortales. Foto: César Arroyo Castro

Además, la ley de bienestar animal establece que las munis deben tener un refugio que se haga cargo de los animales callejeros.

Como eso se ha incumplido por años y como no hay un número estimado de cuántos animales vagabundos hay, el gobierno lanzó en el 2016 un plan piloto de «Gobiernos locales y el bienestar de los animales de compañía”, en el que decían que era “urgente establecer medidas cantonales que se sumen a la labor del gobierno central y las ONGs”.

Ese plan buscaba integrar a las municipales en proyectos para el bienestar de los animales y en la salud pública de los cantones, como capacitación y asesorías en tenencia responsable y control de población, comercio y registro de animales y manejo de denuncias en casos de animales domésticos.

La participación del plan era voluntaria, pero ningún gobierno local de Guanacaste decidió inscribirse. Las municipalidades participantes fueron las de Montes de Oca, Tibás, Heredia, Moravia, Santa Ana, Alajuelita y Desamparados.

Entonces, según la ley, las municipalidades sí deberían involucrarse, pero en la práctica no sucede. Usualmente no lo hacen por desconocimiento, por falta de presupuesto o por desinterés, explicó  Amanda Chaves, gerenta del programa de animales de compañía de la organización mundial Humane Society International. 

¿Y hay municipalidades haciendo algo?

El plan piloto para gobiernos municipales fue una iniciativa promovida por Humane Society.

Nuestro principal objetivo era ver cómo podíamos ayudar a Senasa a aliviarles la carga de trabajo que tienen: cuentan con pocos funcionarios, poco presupuesto y no tienen ni vehículos”, detalló Chaves. 

El trabajo fue el resultado de un esfuerzo interinstitucional: la oficina de la entonces primera dama, Mercedes Peñas, el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), Senasa y la organización internacional World Animal Protection.

Durante los años 2017 y 2018, trabajaron con las siete municipalidades que se inscribieron para cuidar de perros y gatos. 

“Además los motivamos a tomar la decisión de emprender proyectos de bienestar animal dentro de los municipios”, explica Chaves. 

Luego del proyecto, todos los gobiernos locales empezaron a trabajar en alguna medida el tema, a través de campañas de castración y hasta capacitaciones para los mismos pobladores.

La Municipalidad de Curridabat y la de Heredia tienen oficinas dedicadas a este tema. En Curridabat, por ejemplo, destinan recursos para la realización de campañas de esterilización a bajo costo en comunidades de bajos recursos. También tienen un proyecto de capturar, castrar y liberar a animales callejeros para controlar la sobrepoblación y otro en el que capacitan líderes comunales para que velen por la tenencia responsable de animales en sus comunidades.

“Cuando tenemos un primer acercamiento con una muni lo hacemos también con Senasa y empezamos a trabajarlo juntos”, explicó Chaves. “Lo que siempre hacemos cuando empezamos a trabajar con un municipio nuevo es que sean ellos mismos que definan cuáles son sus necesidades”. 

 

La municipalidad de su cantón puede recibir asesoramiento a través de la organización Humane Society. Pueden contactar a Amanda Chaves al correo [email protected]

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