(Encontranos ahora también en nuestro canal de WhatsApp)
La Municipalidad de Santa Cruz recuperó el jueves 11 de julio un espacio de la Zona Marítimo Terrestre (ZMT) en playa Flamingo ocupado desde hace ocho años por un bar restaurante.
En atención a una orden judicial de desalojo emitida el 23 de mayo por el Tribunal Contencioso Administrativo, la maquinaria municipal removió piedras, troncos, restos de alcantarillas, madera y otros escombros colocados frente al bar y restaurante Coco Loco. El local lo había colocado ilegalmente para evitar que el oleaje ingresara al área tipo terraza donde colocaban sombrillas, mesas y sillas para atender a sus clientes.
La zona pública se había convertido en una extensión del bar restaurante y, según dejan ver las redes sociales del local, era muy codiciada por los visitantes por su privilegiada vista al mar y cercanía con la playa.
El inspector municipal del departamento de Zona Marítimo Terrestre de la Municipalidad de Santa Cruz, Max Abarca, explicó que si bien en el lugar no tenían una estructura como tal, sí habían hecho una especie de muro de retención para evitar el deslave natural que ocurre en las zonas costeras.
La toma de este espacio ocurrió tras un permiso de uso precario que la propia Muni de Santa Cruz otorgó en el año 2016 al propietario del bar restaurante Coco Loco, el chef francés, Jean-Luc Paul Taulére, para cuido y mantenimiento del área pública de la ZMT.
De acuerdo con el expediente 23-000574-1027-CA–9 del Tribunal Contencioso, el aval de uso de esa área fue concedido de forma unánime por el Concejo Municipal de Santa Cruz en la sesión del 16 de marzo del 2016, ante una petición de la sociedad Comidas de la Costa S.A., que preside Taulere.
En el acuerdo los regidores dejaron claro a la empresa que “no se les permite llevar a cabo construcciones permanentes ni ocasionales” y que además debían “mantener el libre acceso a los usuarios de la Zona Pública”.
No obstante, según el expediente, el empresario irrespetó esas condiciones y “construyó una terraza, se apiló piedra caliza, se colocaron troncos, sillas, mesas y sombrillas”, con lo cual se alteró la morfología del lugar.
Ese mobiliario, añade el documento, obstaculizaba el tránsito en la zona pública y generaba contaminación afectando los ecosistemas del lugar.
Esto motivó una serie de gestiones por parte del alcalde municipal, Jorge Arturo Alfaro Orias, quien amparado en informes técnicos de varias dependencias llevó el caso hasta el Tribunal Contencioso.
El inspector municipal detalló que a este comercio le habían hecho varias prevenciones. Además, ya le habían decomisado sillas, mesas y sombrillas ubicadas en la zona pública.
Consultado por La Voz de Guanacaste, Taulére arremetió contra el alcalde santacruceño por “perseguirlos” y por no aplicar la ley igual para todos. Además, señaló que Alfaro había consignado en el expediente del Tribunal Contencioso, “un montón de cosas que no son ciertas”.
Puso que nosotros teníamos una construcción de hierro con concreto, una plataforma (…) y mandó un backhoe para quitar esas cosas que no existían”, dijo.
El empresario añadió que está analizando presentar un recurso de amparo “para enseñarle al juez que toda la información que puso el alcalde era falsa”.
Taulére sí reconoció que el restaurante colocaba mesas, sillas y sombrillas de sol en la zona pública. Dijo que todos los días las ponían y luego las retiraban, pero que no tenían nada fijo.
El comerciante admitió que el inmobiliario ocupaba zona pública de forma ilegal e impedía el libre tránsito de las personas, pero cuestionó que muchos comercios lo hacen y la muni no interviene.
«Si usted va a Tamarindo y camina por la playa hay 10, 12 restaurantes con construcción de verdad: paredes, techos, electricidad y equipo de bar, lo cual nada de eso teníamos nosotros”, criticó.
Desde el 2016, el bar y restaurante Coco Loco solía colocar sombrillas, mesas y sillas para recibir a sus clientes en el área pública de la Zona Marítimo Terrestre.Foto: Facebook Coco Loco
Largo camino a la demolición
La recuperación de la zona frente a Coco Loco debió esperar años y superar múltiples trámites. Aunque la alcaldía municipal intentó desde el 2022 tomar el control de la zona, un acuerdo del concejo municipal lo impidió.
Los regidores acogieron un dictamen de la comisión de gobierno y administración según la cual debía seguirse un largo debido proceso al comerciante antes de recuperar el área.
Ese acuerdo fue vetado por el alcalde, pero en la sesión del 3 de enero de 2023 el concejo municipal también rechazó el veto por lo que el caso terminó en alzada ante el Contencioso. El alegado de los regidores era que “la revocación de un permiso precario no debe ser intempestiva” y procuraban evitar que la administración cometiera actuaciones “arbitrarias”.
En la resolución final del 23 de mayo, el Tribunal Contencioso aclaró que los permisos de uso del dominio público podrán ser revocados por razones de oportunidad o conveniencia sin responsabilidad de la alcaldía. Eso sí, la revocación no deberá ser intempestiva ni arbitraria y deberá darse en todos los casos un plazo prudencial para el cumplimiento del acto de revocación.
El carácter demanial de la Zona Marítimo Terrestre, o bien la afectación al dominio público de la zona costera es incuestionable y fuera de toda controversia”, aclaró el Tribunal.
Ese órgano también ordenó hacer un estudio de impacto ambiental para determinar las eventuales afectaciones por la ocupación desde el año 2016 de la zona en conflicto, así como para la eventual elaboración de un plan de reparación en dicha zona, en el caso que los estudios así lo justifiquen y determinen.
Más demoliciones pendientes
La Voz de Guanacaste consultó al inspector Max Abarca cuántas órdenes de demolición tienen pendientes. El funcionario no lo precisó pero aseguró que ha realizado “infinidad de notificaciones” por invasión de la zona pública en Tamarindo, Junquillal y playa Real, entre otros.
Añadió que solo en un operativo en Tamarindo, hace dos años, notificaron a unos 30 comercios por ubicar mesas, sillas y sombrillas en la zona pública.
Por otra parte, la Auditoría Interna de la Municipalidad de Santa Cruz envió el 2 de abril de este año una advertencia al alcalde municipal, Jorge Arturo Alfaro Orias, sobre dos resoluciones judiciales más del Tribunal Contencioso que ordenan demoliciones en la Zona Marítima Terrestre y que no han sido ejecutadas.
Con el presente Servicio de Advertencia se le recuerda a la Administración el deber de acatamiento obligatorio de las órdenes judiciales emitidas y tomar las acciones necesarias para su correspondiente ejecución garantizando el debido proceso según cada caso”, detalla la nota firmada por el auditor Luis Bernardo Barrantes.
Por el momento, frente al restaurante y bar Coco Loco en Flamingo, ya hay libre tránsito por la zona pública. De acuerdo con el propietario del local, Jean-Luc Paul Taulére, la intervención municipal les afectó mucho y tuvo que despedir a seis personas porque solo tienen mesas y sillas dentro del inmueble.
Comentarios