Imaginá que vas por la calle y junto a vos se despliega un lienzo de bosque verde habitado por dantas, venados y aves migratorias. Una cuadra más adelante sos un personaje más dentro de una típica estampa guanacasteca protagonizada por sabaneros y mujeres echando tortillas en un caserón de madera.
Después de más de un año de impregnar las paredes de pintura e historia, la comunidad de Bagaces convirtió el casco central del cantón en una exposición de arte permanente.
Un pueblo-galería
En mayo del 2020 la oficina de gestión cultural de la Muni de Bagaces, de la mano con artistas de la comunidad y con el apoyo de los comercios locales, empezaron a pintar murales en las paredes de casas y negocios.
La muni se encargó de la logística, los artistas donaron su trabajo y los comercios y vecinos los materiales para pintar las obras.
“Sería muy egoísta llamarlo un proyecto de la municipalidad, porque es comunitario. Poco a poco la comunidad fue a ver qué estábamos pintando y empezó a involucrarse. Nos llevaban galletas, café, y querían apoyar con materiales”, recuerda el gestor cultural del gobierno local, Nicolás Guevara.
El gestor asegura que el propósito de los murales es rescatar la identidad cultural de la comunidad a través del arte.
Siento que se ha logrado ese objetivo ya que llevan más de un año y ninguno tiene ni una sola raya. Eso quiere decir que el pueblo lo cuida y lo siente como suyo”, añade Guevara.
El artista local Carlos Cerdas fue uno de esos vecinos que se acercó al gestor cultural para ofrecer su talento.
Aunque Cerdas se autodenomina un campesino, cuenta que además de trabajar en los ‘asuntos del campo’ también lo hace como constructor, ebanista y carpintero. Pero desde que aprendió dibujo artístico en el Centro de Estudios a Distancia de Barcelona, España, se dedica mayor parte del tiempo al dibujo y a la pintura.
Su talento lo ha puesto a servicio de la comunidad no solo como muralista sino también como profesor. Trabajó durante 15 años en el Instituto Profesional de Educación Comunitaria (IPEC) de Liberia y también aprovecha cuando pinta los murales para enseñarle a los más jóvenes.
Me siento contento porque ahora hay muchos que están pintando, que están dibujando, entonces yo digo que hicimos algo bien”, agrega Cerdas.
Pintar otros panoramas
Bagaces no es el único cantón que ha recurrido a los murales como una forma de presumir su historia y cultura. Santa Cruz también lo ha hecho en varias ocasiones.
En diciembre del 2016 arrancó la primera edición del Festival de Murales Santa Cruz Vive, que año a año fue empapando de murales el centro del cantón con piezas muy similares a los que hoy vemos en Bagaces.
Sus temáticas giran alrededor de la identidad del cantón: la mascarada, la cultura taurina, la religión, la gastronomía y la naturaleza.
“La idea era hacer un acopio de muchas historias y referencias visuales que pudieran ser más accesibles al público”, comenta el artista plástico José Jackson Guadamuz, una de las mentes detrás del festival.
Con cada edición la organización procura ampliar no sólo las técnicas artísticas sino también las temáticas de cada mural. Para lograrlo invitan a artistas de otras comunidades de Guanacaste que quieran compartir una técnica nueva o exponer temas para desarrollar en el festival.
Para Guadamuz es necesario investigar antes de producir una obra para no caer en repeticiones de lo que significa la ‘cultura guanacasteca’.
Se debe producir más, escribir más, se debe publicar más para que eventualmente la cultura [de cada comunidad] sea objeto de estudio”.
La máster en segundas lenguas y culturas de la Universidad Nacional (UNA) en la sede de Nicoya, Yorleny Espinoza, opina que estas actividades pueden educar a las personas sobre su identidad. Por ese motivo considera valioso tomar en cuenta otros aspectos sociales que han sido parte de la historia.
Nos enfocamos mucho en las actividades, en lo tangible pero dejamos de lado a las personas. Qué importantes son quienes realizan acciones que tienen que ver con la cultura de Guanacaste”, añade Espinoza.
Además de las estampas de la Guanacaste eterna del sabanero y la hacienda, en Santa Cruz también aprovecharon para rendir homenaje a personas importantes de la comunidad como María Leal o Bernabela Ramos.
Espinoza considera que estas son otras narrativas que pueden enriquecer nuestra historia y seguir evolucionando con la cultura.
Sí a la cultura (pero sin plata)
Nicolás Guevara empezó a estructurar la oficina de cultura desde cero hace un par de años. En la provincia solo las municipalidades de Bagaces y La Cruz tienen gestores culturales.
Uno de los principales retos para Guevara es la falta de financiamiento para proyectos de cultura.
El año pasado, Zúñiga realizó su primera exposición individual, llamada Mestizo, en la que destacan obras a base de materiales no tradicionales
Una investigación del año 2018 del Semanario Universidad y el proyecto Punto y Aparte determinó que la mayoría de las municipalidades del país destina menos del 3% de sus recursos a programas culturales.
Yo quiero que se deje de ver el arte no como un gasto, sino como una inversión. A través del arte y la cultura también atraer turismo, y el turismo trae desarrollo económico”, afirma Guevara.
Para llevar a cabo los proyectos el gestor cultural ha recurrido a algunos recursos del gobierno local, y al apoyo de la comunidad y de otras instituciones como el Ministerio de Cultura y Juventud.
El año pasado la Muni de Bagaces destinó fondos para la reparación de las marimbas y la compra de equipo de sonido para las actividades culturales.
Además han puesto en marcha otras acciones para preservar la memoria del cantón más allá de los murales como: reseñas de la historia del cantón, videos culturales y un álbum de la memoria fotográfica que esperan convertir en galería.
«Ocupamos que los alcaldes crean en la gestión cultural y abran plazas, que asignen presupuestos para proyectos. Hay que creer y también dignificar este tipo de proyectos que son importantes”, finaliza Guevara.
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