Cuando uno ama lo que hace y da lo mejor de sí mismo, la felicidad llega sola, y los premios también. El nicoyano Abdenago Torres Meléndez, mejor conocido como Nago de Nicoya, supo desde que estaba en el kinder que lo suyo era la música y a puro paso honrado y mucho trabajo, construyó una pasión por la cultura que supo transformarse años más tarde en dedicación al folclore. Hoy, 50 años después, la UNESCO reconoce el legado inmaterial pero fundamental de este nicoyano.
Nago, quien vive en Sámara, recibirá la Medalla de Plata por su labor pionera en la difusión y transmisión de la cultura y el folclore costarricense por todo el mundo.
La distinción es el máximo reconocimiento en el campo del folclore que otorga el Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folclore y de las Artes Tradicionales (CIOFF), asociación que forma parte de la UNESCO.
Pero para entender mejor la enorme trayectoria y legado de de Nago, hay que comenzar por el principio.
Poco después de terminar el Colegio, y ya consolidándose como solista y compositor, logró tener su primer éxito: la canción Azulito, que relata la historia de un transeúnte que recogía basura de color azul para ponerla en su cabeza. «Entonces empecé a componer mi propia música, pero dedicada a gente de mi país, sobre todo a personas indigentes o personas que tuvieran alguna característica fundamental dentro la sociedad«, contó Nago a La Voz de Guanacaste durante una entrevista en el 2011.
También fue el presentador de un programa de televisión llamado «La Costa Rica que usted no conoce», por Canal 7. Para entonces ya formaba parte del grupo de artistas llamado CURIME que lo llevó a viajar por todo el mundo. En esos viajes conoció diferentes tierras y luego estudió en Madrid con María Josefa Sampelayo, una de las más renombradas folcloristas del mundo.
Nago trabajó con el Ministerio de Cultura de 1972 hasta el 2008. El primer seminario nacional de folclore, la apertura de las Casas de la Cultura en Limón, Nicoya, Santa Cruz y Las Juntas de Abangares, las primeras semanas culturales del país y la primer feria de música nacional; son solo una pequeña muestra de sus logros. Nago, es también uno de los fundadores de Matambú, una reserva indígena Chorotega ubicada en Hojancha, Guanacaste.
El primer costarricense con medalla de plata
Hans Leitón Gutiérrez, delegado nacional del CIOFF, confirmó orgulloso que Nago será el primer costarricense en recibir este galardón y se convertirá el cuarto en el continente americano.
“Nago es el presidente honorario del CIOFF Costa Rica, fue uno de los fundadores en el continente americano, este es un reconocimiento a todo el trabajo que ha realizado en su vida, como cantautor, folclorólogo y transmisor de nuestras tradiciones. Ha sido uno de los pioneros del rescate y difusión cultural con su grupo Curime, que fue el primer grupo cultural que le abrió las puertas a los grupos de hoy día para que se conociera a Costa Rica a nivel mundial”, explicó Leitón.
Nago, siempre sonriente, se mostró muy satisfecho al enterarse del reconocimiento que se le dará el 22 de enero a las 6 pm en el Salón de la Cultura, en un acto organizado por la Municipalidad de Nicoya y Radio Sistema Cultural Nicoyano.
“He tenido muchos estímulos y reconocimientos en diferentes partes del mundo. Lo que pasa es que este reconocimiento si sale de todos esos otros reconocimientos, porque el CIOFF es el máximo organismo en cultura y folclore mundial. Siento una gran satisfacción”, comentó.
Leitón consideró que con la entrega del reconocimiento se marca un precedente en el país, y hará que la organización preste aun más atención al desarrollo que tiene la cultura y el folclore en el país.
Mientras tanto, Nago sigue haciendo lo que ama: es anfitrión de un programa de radio llamado Nago de Nicoya: Historia, Leyenda y Tradición, transmitido por la frecuencia 1600 AM los sábados a las 11 de la mañana. También se ha integrado a varios proyectos locales como una oficina de la cultura localizada en Guanaparque en Playa Carrillo y ayuda a organizar El Festival de Arte de Sámara, cuyos eventos incluyen cine, cuentos, folclore, fotografía, conversatorios y danzas.
Vive con su esposa Patricia, profesora de ballet graduada de la English Royal Academy, y quién está creando las primeras bailarinas guanacastecas de la provincia a través de su academia de ballet.
De ojos color marrón profundo y mirada sabia, Nago siempre está felíz, dispuesto a estrechar la mano de quien lo salude o lo felicite por sus acciones. Si se pregunta qué edad tiene Nago, mejor preguntar otra cosa, porque él gusta responder: «La edad no existe. Es un número. Existe dormir, acostarse y levantarse«. Y es exactamente así como vive Nago.
Nago vestido de samareño en 1970 cuando grabó su primer disco que incluía las canciones Azulito y Sámara.
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