Cuando Nelly Villegas y Arend Vargas empezaron a cantar “Tu hidalguía” en un concierto en Liberia este año, notaron que una de las señoras que estaban en el público soltó el llanto.
En el curso de mi vida desde que te conocí
He abrigado una esperanza solamente para mí
Y aunque siempre me ha vencido una triste conclusión
Que ha dejado en el martirio a mi pobre corazón
Era una de las canciones más conocidas del abuelo de Nelly y compositor guanacasteco Sacramento Villegas, y era la pieza favorita de la mamá de la señora. “La mamá acababa de fallecer”, cuenta Nelly.
Ese día, el par de músicos se dio cuenta de cuánto impacto puede tener su trabajo, en el que recuperan las composiciones de Sacramento Villegas, y le imprimen su propio sello musical: un ritmo electroacústico que fusiona las raíces costarricenses del Caribe con las del Pacífico.
Don “Mento”, como lo conocían en vida, escribió canciones símbolo de Guanacaste como “Tu hidalguía”, “Bolsoneña” y “Soliloquio en el Tempisque”, pero según Nelly, su abuelo fallecido hace ya dos décadas no dejó grabaciones de su música. Ellos decidieron darse a esa tarea.
Una herencia musical
Nelly no es cédula cinco, pero el destino se encargó de que Guanacaste y la música fueran parte de su ADN. Su papá, un nicoyano apasionado de la música, y su mamá, una de los trece hijos de don “Mento” Villegas (oriundo de Filadelfia), coincidieron en San José, a donde ambos se habían mudado para estudiar y trabajar.
En su rostro, Nelly evidencia sus raíces afro-chorotegas: piel color chocolate, labios gruesos y pelo rizado. El sello de la música lo fue cultivando cada tarde cuando ella y sus hermanas se sentaban alrededor de su papá y su guitarra para cantar las canciones de don Mento, como Soliloquio en el Tempisque, la que habla del pueblo natal de don Mento:
Oh bello Filadelfia contemplándote en la noche
Se agolpan en mi mente los recuerdos del ayer
De mi escuela querida, de mis juegos de niño
Y de un hogar tan dulce que me llenó de amor
Así como don Mento, Nelly y Arend también son profesores de música y tienen claro por qué hacen esto: “Es para la nueva generación que sepa que en Costa Rica se hace música de calidad”, dice Nelly.
Reencontrar su raíz
Siendo niña, Nelly venía a Guanacaste cada vez que las vacaciones se asomaban y pasaba sus días entre Nicoya, la tierra de su papá y Liberia, donde Mento creció profesionalmente.
“En las vacaciones nos iban a dejar a la casa de mis abuelos”, cuenta Nelly, y agrega que en ese entonces no tuvo la oportunidad de profundizar en la influencia musical de su abuelo. “Éramos muchos nietos y siempre nos ocupaban en algo”.
“Ha sido bonito indagar más y más en lo que fue la vida de mi abuelo, en su labor y en la gente que lo quería”, dice Nelly mientras sostiene una taza de café con sus manos y recuerda la historia detrás de “Tu hidalguía”.
Hay un motivo que tu amor no será mío
Motivo triste para mi bella ilusión
Es tu hidalguía que contrasta con mi vida
Mi pobre vida que me parte el corazón
“Él vivió un tiempo en Alajuela y se enamoró de una maestra, que antes eran del estatus más alto, entonces él veía esa relación como algo muy alto para él. El cuento dice que él le dijo que tenía que volver a Guanacaste a sembrar unos frijolitos y se vino y nunca volvió a Alajuela. Dicen que después ella llegó al funeral y lloraba más que mi abuela”, cuenta entre risas Nelly.
En Guanacaste, quienes conocieron a don Mento, poco a poco van también conociendo la nueva propuesta musical del dúo.
“Que el grupo pueda manifestar a través de la voz de la propia nieta de don Mento su obra, es fabuloso”, dice Ligia Zúñiga, presidenta del Museo Guanacaste y exalumna de Sacramento que escuchó un concierto de Nelly y Arend.
El par que propulsó el rescate
La idea de reavivar las composiciones de don Mento no hubiese sido posible sin Arend Vargas, el músico con el que Nelly conforma el grupo NellyxArend.
“Nelly me enseñó las canciones de su abuelo y fue ahí cuando le tiré la piedra de que cómo era posible que nadie [fuera de Guanacaste] conociera esa música. De ahí surgió todo”, cuenta Arend mientras echa una mirada cómplice a Nelly.
Nelly y Arend publicaron el año pasado su primer disco llamado “Irracional”, compuesto por nueve canciones de las cuales tres son composiciones de Sacramento Villegas. Otras tres son canciones originales que compusieron con aportes de otros amigos y otras tres son covers.
En agosto de este año lanzaron su segundo disco, una versión deluxe de Irracional, y desde ya trabajan en una próxima discografía que publicarán en el 2019.
“La idea de este disco [el próximo] es hacerlo de música guanacasteca”, confiesa Arend. En él incluirán por lo menos tres piezas más de don Mento y una de Donald Juárez, un tío nicoyano de Nelly que les regaló una canción de las que él ha escrito.
Pese a los múltiples conciertos que han dado en el país y en Guatemala, la presentación más significativa para Nelly fue la de Guanacaste, en el patio de la casa de su tía.
“Fue lindo presentarles todo lo que estaba haciendo con un legado que no es solo mío, que es de ellos también”.
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