General, Estilo de vida

Nunca tengo tiempo para nada ¿qué puedo hacer?

“Necesito tener tiempo para hacer las cosas. Necesito más tiempo para trabajar, necesito más tiempo para mí”.

Puede que cada vez que usted quiera comenzar algo, esa sea la primera frase que le viene a la cabeza y, si es así, puede que haga falta un poco de orden en su vida.

Cuando andamos por la vida sin ningún tipo de orden, podemos desencadenar una serie de emociones y comportamientos que nos dan la sensación de “quedarnos sin tiempo”. No olvidemos,  que al tomar las medidas correspondientes para que nuestro día a día tenga un orden,  hay que tratar de alcanzar un balance entre trabajo, tiempo libre y la familia.

Por lo general, nuestro mundo actual nos hace sentir que todo va muy rápido, que todo se debe hacer rápido, que la gente debe literalmente correr para cumplir con todo lo que debe hacer en su día; hasta nos parece extraño cuando no es así.

Por ejemplo, si se hace la fila en el supermercado, no han pasado ni dos minutos cuando ya estamos en busca de otra caja “más rápida” y ni hablar de las filas en los bancos o diferentes instituciones. O qué tal en la mañana cuando todos se preparan en casa para ir a la escuela, el colegio o al trabajo, todo el mundo corre, corre y se vive en una total algarabía conductual, es decir, muchas personas realizando de todo al mismo tiempo sin tomar chance de vivir el día a día.

Tenga mucho cuidado si algo de lo anterior sucede en su vida.  Debería sentarse un momento y meditar sobre lo que le voy a contar. Le diré que desde que nacemos estamos en contacto con un ambiente determinado y eso nos predispone a nuestro comportamiento actual, es decir, las nuevas generaciones nacen en el mundo “rápido” y por ello queremos todo rápido y eso nos predispone a un peligro inminente: el estrés.

La buena noticia es que somos conducta, pero también somos pensamiento y eso quiere decir que podemos cambiar si empezamos a realizar pequeños cambios en nuestra forma de concebir nuestra propia vida. Pensemos cuál método podría  utilizar para llegar a percibir que mi día me alcanza.

Primero, lo más importante es justamente eso: querer hacer algo al respecto y tener la certeza de que yo soy el artífice de eso; segundo: hacer un horario de lo que haré mañana, por lo menos a grandes rasgos y que sea flexible. Recuerde que es para organizarse y no para que termine por estresarlo o estresarla el hecho de no cumplir todo exactamente a la hora planeada.

Tercero: no  olvide de colocar en ese plan tiempo de reposo, tiempo para usted, tiempo para su familia, para las amistades. Esto es vital, porque le dará la sensación de que usted pasa por los días, no que los días pasan por usted; cuarto: si usted es de las personas que se consideran lentas para hacer las cosa,  entonces, desde ya vaya pensando en levantarse más temprano.

No se quede sin tiempo, no siga con ese pensamiento, no lo transforme en una realidad, dígase usted mismo que va a tener tiempo para todo. Cuando vivimos con ese tipo de sensaciones de “quedarnos sin tiempo”, puede que desarrollemos mucho estrés y recuerde que el estrés es el padre y la madre de gran cantidad de padecimientos físicos y psicológicos. Atrévase a realizar el cambio en su vida. ¡Se lo merece!

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