Una mujer de 20 años perdió su vida el pasado viernes 24 de mayo en la ciudad de Cañas, luego de luchar por dos años con los achaques de su salud producto de la insuficiencia renal. Su muerte no es aislada pues ya se contabilizan 400 casos de muerte por complicaciones renales, según datos del Centro de Atención Integral de Salud (CAIS) en Cañas.
En esta ciudad se ha visto un aumento desproporcionado en el padecimiento de esta enfermedad en los últimos meses, mientras tanto parece que las autoridades del gobierno hacen poco para brindar una solución real. De acuerdo a datos de la unidad de diálisis del CAIS, la muerte de esta mujer representa la octava persona que muere en los últimos 15 días, incluyendo también un joven de 23 años.
Por su parte, los servicios de salud locales están recibiendo poca ayuda del gobierno para hacer frente al problema. Las instalaciones carecen de dinero por lo que se han visto obligados a tomar donaciones para poner puertas a los baños.
Pero los vecinos están más preocupados por lo que podría ser la causa del problema, pues muchos creen que han estado bebiendo agua contaminada con arsénico durante años. El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), sin embargo, ha tratado de evadir la responsabilidad del problema. La semana pasada, AyA reconoció que los suministros de agua fueron contaminados no obstante aseguró que la situación no es culpa de la institución, ni es responsable del decreto de emergencia sanitaria emitida por la presidenta Chinchilla y el Ministerio de Salud el año pasado.
El mes pasado, la Corte Constitucional de Costa Rica (Sala IV) emitió un Recurso de Amparo en contra de la presidenta Laura Chinchilla y varias agencias del gobierno, ya que no han podido hacer nada por el hecho de que varias fuentes de agua en Guanacaste y el norte de Costa Rica – una veintena de comunidades – contienen niveles peligrosos de arsénico, a pesar de que la presidenta declaró la emergencia hace más de un año.
Las autoridades de salud han sido hasta ahora renuentes a culpar la gran cantidad de residentes que sufren de insuficiencia renal debido a la exposición por arsénico al ingerir agua, a pesar de que la insuficiencia renal es un síntoma común de envenenamiento por arsénico. Lo cual no ha impedido la especulación entre los residentes de la zona que el origen del problema es el agua contaminada.
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