Los parques y áreas protegidas están en alerta en todo el país por los incendios forestales. La alerta entró en vigor el 15 de enero, pero incluso antes de esa fecha ya se había desatado en la zona de Nicoya un incendio de grandes proporciones.
El sábado 28 de diciembre fueron quemadas 9 hectáreas en Corral de Piedra, de acuerdo con Gabino Carrillo Arias, guardaparques del MINAE y quien está encargado de la parte de control. Se cree que el incendio fue producto del vandalismo, aunque no se pudo encontrar al culpable.
Los humedales de Corral de Piedra, que se encuentran en el distrito de Corralillo, en el cantón de Nicoya, fueron decretados áreas protegidas en 1994. Carrillo Arias explicó que las 2 486 hectáreas de zona protegida de los humedales se componen de 36 propiedades privadas y también incluyen las 740 hectáreas de la Laguna Sonzapote.
Ambos sitios, la laguna y los humedales, fueron decretados como zonas Ramsar, que son humedales considerados de importancia internacional para la conservación, debido a su importancia ecológica y biológica, especialmente para las aves migratorias. En el 2013, Corral de Piedra experimentó otros cuatro incendios, todos ellos causados por humanos y en general no por accidente.
El peor de los cuatro quemó 7 hectáreas. Otros afectaron 2 o 3 hectáreas y uno sólo dañó media hectárea porque algunas personas llegaron a tiempo para apagar el fuego, Carrillo señaló. Un grupo de voluntarios de la comunidad se ofreció a apagar los incendios y también recibió el apoyo de la comisión de incendios del Área de Conservación Tempisque (ACT), pero Carrillo dijo que es muy difícil controlar cuando los juncos de tifa se incendian.
Llevaron a cabo una campaña de reuniones con la comunidad sobre la prevención de incendios, pero el vandalismo es difícil de prevenir. Cuando los humedales se incendian, el daño a la vida animal es de gran preocupación, incluyendo aves, tortugas, pequeños cocodrilos, serpientes y más. Además, Carrillo dijo que las plantas invasoras crecen más fuertes en las áreas quemadas. Otra área de Nicoya que está en alerta es el Parque Nacional Barra Honda.
Un parque forestal de 2.300 hectáreas con cavernas subterráneas. Se formó una asociación con algunos guías locales de las comunidades cercanas de Barra Honda, Santa Ana y El Flor para que ayuden como bomberos forestales para el parque.
De acuerdo con el administrador del parque, Dorian Méndez Guevara, desde que el alerta entró en vigor el 15 de enero, la brigada y el equipo están preparados y se han llevado a cabo rondas en el parque.“Parece que la temporada, por sus características, va a ser muy fuerte”, Méndez Guevara estimó.
Aparte del fuego en Corral de Piedra y los incendios en otras zonas del país, lo cual no es común tan temprano en el año, también señaló que los fuertes vientos secan la tierra, actuando como combustible para los incendios acelerando el proceso, además, ha habido temperaturas muy caliente antes de lo normal. Los peores meses para los incendios son marzo y abril, el pico de la estación seca.
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