“La pesca está muy dura…y con la veda no nos alcanza para comer”, comenta con tristeza Severiano Peralta, pescador quien vive en Punta del Río, pueblo costero ubicado en el Golfo de Nicoya. A sus 79 años, Severiano ha visto ya varias mareas ir y venir.
Sin embargo el recuerda que antes el mar era más bondadoso con ellos, pues el dice que había “buen pargo en las aguas”. Desde hace tres años, él ya no puede subirse a su panga para ir a pescar como de costumbre, pues tiene un desgaste en su cintura producto de un accidente en bote.
Actualmente él vive de una pequeña pensión y sus hijos Gerardo, Pablo, y Roberto son quienes se dedican ahora a traer los peces a casa. Su hijo Tito, es el único que no se dedica a la pesca pues el dice que “no tengo panga y ni puedo pagar los gastos del mes”.
Los pescadores del Golfo de Nicoya sienten que cada vez es más difícil ganarse la vida durante el periodo de veda, además consideran insuficiente la ayuda que reciben del gobierno.
El Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA) emitió una prohibición para la pesca en el Golfo de Nicoya, durante los meses de julio, agosto y setiembre, para que las especies marinas se reproduzcan durante este periodo.
La situación de Ejérico Zúñiga, quien vive a unos doscientos metros de los Peralta, es bastante similar, pues él asegura que la ayuda que reciben del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) “no alcanza”.
Dicho subsidio es de 140 mil colones mensuales, y se otorga a los pescadores que tienen un permiso de pesca artesanal al día, emitido por INCOPESCA y cumplen con un requisito de 30 horas mensuales de trabajos comunales.
Zúñiga está de acuerdo con la prohibición de no pescar en estos meses, pues él cree que es necesario para la recuperación de los peces, en lo que no está de acuerdo es con la cantidad de dinero que reciben, porque él afirma que con ese monto “no se puede vivir” ni mantener a su esposa y tres hijos, es por eso que durante el tiempo de veda el debe recurrir a otras “chambas”, como chapear “para medio cubrir los gastos del mes”.
Antonio Peña, encargado de la oficina de INCOPESCA en Nicoya, reconoce que el monto de 140 mil no es suficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia, sin embargo el señala que este es un subsidio que se otorga a cientos de pescadores del golfo, además mencionó que en años pasados el monto era de 100 mil colones mensuales por lo que ahora es un poco más, aunque todavía escaso.
Peña comentó que el INCOPESCA ha efectuado charlas y capacitaciones en conjunto con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), para incentivar el cultivo de ostras y especies como la tilapia las cuales son una alternativa de ingresos para los pescadores durante la época de veda.
Sin embargo, él afirmó que los talleres no son muy frecuentes y que muy pocos pescadores aprovechan las capacitaciones.
Además, él entiende porque tantos pescadores evaden la prohibición de ir pescar durante estos meses. Sin embargo dicho periodo “es para su propio bien pues en meses futuros la pesca puede ser escasa”, comentó.
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