Nicoya

Pese a malas condiciones, productores de la feria de Nicoya se niegan a irse del mercado

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Unos minutos en el mercado municipal de Nicoya bastan para darse cuenta de que los días de feria transcurren entre el caos: buses, taxis, usuarios y vendedores se pelean por el espacio, mientras en un rincón en donde no cabe ni una sandía más, los productores de la feria se las ingenian para acomodarse.

Uno de ellos es Dennis González, quien lleva 32 años como vendedor.

De la manta agujereada que lo cubre del sol y la lluvia, cuelga una extensión eléctrica. Una de las sodas del mercado le da la corriente a este y otros “chinamos” (puestos de venta). Su puesto no tiene agua potable. Tampoco un servicio sanitario cerca.

Sin embargo, las dificultades que enfrentan los chinamos se ven compensadas con las ventas y, por eso, los productores quieren seguir en el mercado.

El secretario de la junta directiva del Centro Agrícola Cantonal de Nicoya, José Antonio Aiza, cree que las malas condiciones y el desorden vial son motivo suficiente para moverse de ahí. Aiza propuso ante los regidores de la muni el traslado de la feria a la calle que está frente a la iglesia nueva de Nicoya.

“Esto es literalmente un hueco”, dijo Aiza. En cambio, según el secretario, el nuevo lugar reúne una serie de condiciones que no tiene ninguna otra calle en Nicoya; está en el centro, es un lugar conocido por la comunidad, es de fácil acceso y cuenta con múltiples posibilidades de parqueo.

Pese a las mejoras que ofrece el nuevo espacio, la respuesta de González es tajante: “Yo me quedo acá. Allá nada voy a ir a hacer”. Y él no es el único que se opone a la propuesta de Aiza.

El Centro es el ente administrador de la feria de Nicoya y tiene la potestad de decidir su sede, según explicó la secretaria del Comité Regional de Ferias, Silvia Briceño.

Lo anterior ha llevado a un grupo de vendedores a considerar separarse del Centro y quedarse en el mercado como productores independientes.

“Feria ayuda mucho al mercado”

La feria se lleva a cabo las tardes de los jueves y los viernes desde la mañana, y es común que los clientes, después de comprar, vayan a comer en alguna soda, compren lotería, quesos o rosquillas. Los pasillos del mercado lucen más bien vacíos los otros días de la semana.

Los productores la llaman “feria de paso” porque sus principales clientes son las personas que utilizan el servicio de buses y aprovechan la cercanía para comprar verduras.

Según la administradora del mercado, Iliana Fajardo, la feria es necesaria para dinamizar la economía del lugar, tanto como la terminal de buses.  

Un servicio no puede vivir sin el otro (…) Si usted se lo pregunta a cualquiera de los vendedores del mercado, le van a decir que los días de feria son buenos”, comentó Fajardo.

Ella misma admite que cambió de opinión en comparación con lo que pensaba el año pasado, cuando le dijo a La Voz que alguien tenía que irse para evitar el desorden del mercado.

“Tenemos claro que si esta feria se va de acá, vamos a perder esos compradores. Esta gente no va a cargar sus cosas desde allá [iglesia nueva]”, dice Miguel Agüero, un productor con 25 años de experiencia en la feria.

Según Agüero, son esos compradores cautivos los que convierten al mercado en el mejor lugar en donde han estado ubicados.

Otro de los opositores a la idea de mudarse es el regidor suplente y miembro de la comisión del mercado, William Allen. Su postura es que falta un proceso de consulta a los productores y estudios de mercado que aseguren la idoneidad de la nueva sede.

Las razones de Allen las comparte Félix Vázquez, gerente del mismo Centro al que pertenece Aiza. Vázquez cuestionó la iniciativa del secretario por ir al concejo a proponer el cambio de sede, pues dice que no se reunió previamente con los productores. Según él, Aiza no representa el criterio de todos los miembros del Centro Agrícola.

Nuevo plan

Aún sin el cambio de sede, las condiciones de González y Agüero podrían mejorar el próximo año.

La comisión del mercado en el concejo municipal aprobó un plan para incluir en el presupuesto del 2020 un proyecto para construir un servicio sanitario con lavamanos y una ducha para los productores.

Ellos se vienen los jueves y ahí duermen, y tienen que andar buscando dónde bañarse. También para que tengan acceso a un servicio sanitario y no tengan que estar pagando”, comentó la administradora.

Las mejoras son pocas y la feria seguirá con problemas de infraestructura, pero el proyecto tranquiliza a algunos productores que planean quedarse en el mercado sin importar la decisión final que tome el Centro.

“Tal vez cómodo aquí no estoy, pero vendo bastante”, concluye González.

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