Con el sol saliendo a sus espaldas, los hombres trabajaron alegres recordando los tiempos de hacha.
La pica de leña hoy en día se celebra en honor a la Vírgen de Guadalupe. Originalmente nace de los Chorotegas, pueblo indígena que alguna vez habitó tierras Nicoyanas.
Pilar Fajardo y otras 5 mujeres sirvieron el desayuno de los hacheros desde las 4 de la mañana.
Cientos de fieles salieron de sus casas temprano para rendirle tributo a la Vírgen de Guadalupe y continuar con la tradición.
Para las 5 de la mañana se habían sacado más de 100 platos del desayuno típico de todos los años, pozol con rosquillas y café.
Un grupo de amigos comparten durante el amanecer afuera de la cofradía en el centro de Nicoya
Un hacha bien afilada para la picadera de leña que duró más de 5 horas.
Luis Alberto Ramirez picó leña hasta que las últimas carretas se llenaron.
Más de 70 carretas se llenaron con la leña que utilizarán para cocinar los alimentos en las celebraciones del otro año.
Apartir de las 7am, se observaron llegar boyeros y caballistas de diferentes partes del pais como Llano Grande de Cartago, Quiriman, Hondores, Juan Díaz y San José
Odeth Mora es una de las pocas mujeres que se observaron picando y recogiendo leña al lado de los hombres
Antonio Navarro hachero de Nicoya
Gerardo Fonseca de Matina heredó yuntas de su padre a los 20 años y fue así como se hizo boyero.
Para las 7 de la mañana se observaban más de 20 carretas llenas.
La fiesta se vivió con chicheme, baile y alegría
Baile con música de la marimba "La Chinita".
Las bebidas se sirvieron en un huacal hecho con de jícaro, se le saca la semilla y luego se pone a hervir, luego se raspa bien dentro y después se pone al sol para secar.
Azucena Alemán sirve en huacal una bebida típica llamada Tiste, hecha a base de cacao, arroz y tapa dulce.
Luego del almuerzo de los hacheros, boyeros y caballistas, el público también pudo disfrutar de la comida preparada por las mujeres de la cofradía.
Boyeros afuera de la finca de los Nema.
Alrededor de 70 yuntas participaron en el desfile que salió a las 11am.
Las carretas llenas de madera y con algunas personas arriba, desfilaron junto al pueblo de regreso a la ciudad colonial.
Fieles piden la bendición del padre Óscar Valerio frente a la iglesia colonial en Nicoya.
La fiesta continuó en las afueras de la cofradía mientras se descargaba la leña.
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