Desde su taquería en Nicoya, Johel Israelsky quiere disminuir el consumo de plástico pero el reto siempre es el mismo: “Los precios son exagerados. Son productos que necesitamos, pero no es rentable. Me encarece la producción”, justifica él, y agrega que la comida para llevar es parte de los flujos más importantes de su negocio, la taquería Al Pastor.
El de Israelsky es uno de varios comercios en Guanacaste que quiere implementar medidas para disminuir el consumo de plástico, pero que no ha logrado éxito por la falta de apoyo municipal o por la diferencia de precios.
Así opina también Juan Pablo Berrocal, dueño del restaurante Jauja en Liberia. “Comencé con empaques de cartón reciclado, pero eran muy caros. Al punto que mi distribuidor en Liberia cerró porque no le funcionaba”, dijo. Otra dificultad para él es que las personas piden bolsas de plástico cuando se llevan la comida.
Sin embargo y pese a las dificultades, estos guanacastecos son creativos.
“Ofrezco descuento a la gente que trae un recipiente para llevar la comida. La gente todavía insiste en pajillas, entonces comencé a ofrecer las de papel”, dijo Berrocal.
Israelsky, de la taquería, recurrió a preguntarle a la gente si quiere bolsas de plástico cuando pide la comida para llevar. También comenzó a ofrecer las pajillas de papel, aunque no siempre son bien recibidas.
Paula Soto, de Green Solutions, aceptó que los recipientes amigables con el medio ambiente son más caros. Explicó que una de las razones es la poca demanda que hay actualmente, además de costos asociados a traer el producto.
“No hay mucha producción a nivel nacional. Los productos en su mayoría son extranjeros y eso es muy caro. Hay muchos impuestos y muy altos. Todo eso sube el costo”, argumentó Soto. Para ella, la solución debería ser un cambio legislativo para ya sea bajarle los impuestos o eliminarlos del todo.
Faltan tácticas municipales
Aunque existen estrategias a nivel nacional para reducir el consumo de plástico de un solo uso, no todas las municipalidades de Guanacaste las han incorporado.
La estrategia nacional para la sustitución de plásticos de un solo uso por alternativas renovables y compostables es una de ellas. En esta participan el Gobierno, la Fundación Marviva y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre otros.
Uno de los puntos clave de la estrategia es dar recomendaciones y guías para que municipalidades y otras instituciones no tengan que esperar a un proceso legislativo, que puede tomar años. Así lo explicó el coordinador por parte del PNUD, Kifah Sasa.
“Una municipalidad (puede hacer) un canon que incentive a los patentados a reducir el consumo de plástico de un solo uso”, argumentó.
Pero estrategias de este tipo todavía no son prioridad para algunas municipalidades. Aunque el tema se ha tocado en la de Santa Cruz, por ejemplo, la encargada de gestión ambiental, Daisy Víquez afirma que actualmente existen prioridades de carácter más urgente.
“Veríamos un programa para bajar el consumo de plástico a un plazo de tres años. Actualmente estamos enfocados en conseguir el financiamiento para el Centro de Recuperación de Desechos Valorizables”, explicó Víquez.
Otras soluciones se asoman
Este panorama ha incentivado la creación de nuevas ideas. Una de estas es Avani, que en octubre de este año presentará la alternativa de utensilios comestibles. La idea nació cuando su dueño, Esteban Jiménez, vio la contaminación que pueden causar las pajillas de plástico.
“La mayoría de gente que nos pide los productos viene de Guanacaste o del Pacífico Sur. La necesidad está ahí”, comentó. Para él, es clave traer alternativas al plástico para que la gente se motive a comprarlas. Por eso, no busca solo traer utensilios comestibles, sino además bolsas hechas de yuca y pajillas biodegradables.
Su empresa está asociada a la estrategia nacional, conocida como Zona Libre de Plástico.
Otra empresa asociada es Green Solutions. Ofrece, entre sus productos, empaques, platos y vajillas amigables con el ambiente. Su dueña, Paula Soto, reconoce los esfuerzos de Guanacaste.
“La provincia está muy activa en este tema. Hay una gran población de extranjeros que están interesados en la conservación”, comentó Soto.
Comentarios