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¿Por qué Guanacaste hizo (y sigue haciendo) grande a Costa Rica?

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Si algo ha sabido hacer Guanacaste es aprender de sus problemas y terminar por ser modelo para el país y el mundo. De un sector agrícola tradicional salió la idea de trabajar con satélites para volver al agro más eficiente; de una región con la tasa de cáncer de cérvix más alta de toda Costa Rica, nació la idea de crear un centro para investigar mejores técnicas que permitieran detectar el virus y combatirlo; y de una oferta universitaria basada en carreras tradicionales, se ideó una universidad pionera en carreras tecnológicas.

Atreverse a innovar le ha permitido a la provincia sobresalir como una de las zonas con mayor potencial para la instalación de empresas de alta tecnología del país. Y aunque la mayoría ponga sus ojos en un único cantón, Liberia, su impacto permea en el resto de la provincia. 

Esos esfuerzos son incipientes para sacar a la provincia de las regiones con la mayor tasa de desempleo del país, pero para todos los involucrados, ese es el camino de Guanacaste para seguir haciendo grande a Costa Rica.

1. Educación DUAL pionera

La educación dual combina la instrucción académica en los centros educativos con la formación práctica en las empresas. En Costa Rica hay una universidad que sigue este modelo y está ubicada en Cañas, Guanacaste. Se trata de Invenio.

Según el director operativo de la universidad, Pietro Malavasi, Invenio es, además, la única universidad dual de América Central y la única en Latinoamérica que imparte las carreras de Tecnología de la Información e Ingeniería Mecatrónica bajo esa modalidad. 

Para pasar tres meses en aulas y tres meses en una empresa, la universidad tiene una red de más de 85 empresas nacionales e internacionales, que da como réditos una empleabilidad de casi el 100% de sus estudiantes. 

Mientras el debate de la educación dual se discute en el resto del país, la universidad consolida su propia Zona Franca dentro de su campus, donde ya operan dos empresas de servicios informáticos y de diseño de producto y piezas de mantenimiento industrial. 

2. La economía del hidrógeno

El primer bus eléctrico de hidrógeno del país se pensó en Guanacaste. Lleva por nombre N’Yu’Ti (que significa Estrella en Chorotega) y es desarrollado por la firma Ad Astra Rocket.Foto: César Arroyo

El laboratorio de investigación del astronauta Franklin Chang, Ad Astra Rocket, tiene claro lo que quiere: ver a los vehículos en Costa Rica moviéndose a partir del hidrógeno y que Guanacaste sea el primer lugar donde eso ocurra. Su aporte: diseñar, construir y operar las estaciones (hidrogenera) que surtirán de hidrógeno a estos vehículos en todo el país. 

Desde Liberia, un equipo de nueve profesionales —tres de ellos guanacastecos— trabajan en un modelo de negocio para echar a andar una flotilla de 10 autobuses de hidrógeno en el corto plazo y que eso sirva de ejemplo para demostrar que la tecnología se puede usar en todo el país.

 

Un convenio entre la empresa y otras firmas aliadas como el resort Las Catalinas son una  muestra de la apuesta de Ad Astra. Desde mayo, cuatro vehículos de hidrógeno hacen recorridos cero emisiones en la provincia exclusivamente para huéspedes del lugar que reservan el automóvil desde una aplicación.

3. Corazón de la energía renovable

Guanacaste aporta casi el 40% de toda la electricidad nacional. También es la única región del país que produce electricidad con cinco fuentes renovables: agua, geotermia, viento, biomasa y sol y todavía hay potencial para seguir desarrollando aún más energía limpia.

Para el 2018, la energía solar tenía una participación de apenas un 0,09% en la matriz eléctrica nacional y la provincia tiene todo para cambiar ese panorama. Guanacaste es el lugar donde hay más horas aprovechables de sol de todo Costa Rica.

Coopeguanacaste tiene tres proyectos de generación de energía con fuentes renovables para desarrollar en los próximos cinco años, uno de ellos es una parque solar en Huacas, Santa Cruz. Los otros otros dos son de biomasa y eólico. En el caso del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), sus inversiones serán en geotermia con dos nuevas plantas: Pailas II y Borinquen I. La primera entraría en operación durante el segundo semestre del 2019 en Liberia (Rincón de La Vieja) y la segunda en el año 2026.

El país cuenta con 18 plantas eólicas instaladas, 16 de ellas en Guanacaste.Foto: Ariana Crespo

4. Satélites girando por el agro

El Centro de Agricultura de Precisión de la Universidad Earth nació hace cuatro años en Guanacaste con la idea de demostrar que la tecnología sí era una aliada de la producción agrícola. Hoy, ya cuentan con un modelo de diagnóstico de fincas que no solo venden al costo a los micro, pequeños y medianos productores en la provincia, sino también a productores en otras regiones del país. 

El Centro monitorea en tiempo real las parcelas de los cultivos y determina, con equipo especial como satélites y drones, qué le hace falta a la plantación y en qué cantidad para ahorrar recursos y mejorar el rendimiento de los utilizados. En paralelo, el Centro capacita a jóvenes de colegios técnicos —ya lo ha hecho con más de 200— sobre el uso de las nuevas tecnologías. 

5. Revolución desde la salud

Para el 2025, Costa Rica, a través de un laboratorio ubicado en Guanacaste, le podría confirmar al mundo si una única dosis de la vacuna contra el virus del papiloma humano es igual de eficaz para las mujeres que las dos dosis que actualmente recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que la CCSS aplica a nivel nacional para prevenir la enfermedad.

El Centro de Investigación Biomédica, que estrenará instalaciones a partir de agosto del 2019, espera que con los resultados se abaraten los costos de la vacuna y sea más accesible para los países que aún no han logrado introducirla.

Las mujeres de Guanacaste tienen gran parte de este mérito. Su alta participación en las investigaciones le ha permitido al centro poder observar los cambios y la evolución de la enfermedad. 

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