La visita frecuente de cocodrilos en playas y rivera de ríos en el pacífico de Guanacaste, ha despertado la alarma en las autoridades de la Cámara de Hoteleros (CCH) de la zona.
El pasado 10 de junio la CCH envió una petición al Área de Conservación Tempisque (ACT) solicitando una explicación con carácter técnico y científico, para saber por qué los cocodrilos están teniendo un comportamiento anormal.
En la carta enviada, el presidente de la Cámara de Hoteles Gustavo Araya, le solicita al ACT su involucramiento y respuesta inmediata a la problemática con los cocodrilos.
“En días recientes, el avistamiento de cocodrilos se ha incrementado y ha generado una situación de alerta tanto en los turistas que visitan la costa pacífica como a nuestros trabajadores”, dice la carta.
Flora Ayub, representante de la Cámara de Hoteleros aclaró a La Voz de Guanacaste, que lo que solicitan a la ACT es un estudio que determine si existe sobrepoblación de cocodrilos o qué tipo de factores están provocando el comportamiento atípico de los reptiles, ya que los vecinos de playas como Carrillo, Camaronal, Tamarindo, entre otras, dicen ver con frecuencia a estos animales.
“A nosotros nos preocupa que estos animales se están saliendo del hábitat natural y han atacado animales domésticos y a personas. Por tanto solicitamos a las autoridades del MINAE y ACT que nos digan qué hacer, porque nosotros no somos expertos en esa materia”, indicó Ayud.
Por su parte, Mauricio Méndez funcionario del la ACT indicó que la gente no entiende que los cocodrilos tienen su propio lugar para vivir.
“Aquí han venido a decirnos que han visto cocodrilos en determinado manglar, los manglares son el hábitat de estos animales, y nos preguntan qué hacer, pero la respuesta es que no hay nada que hacer, estos animales viven ahí y están protegidos. Lo correcto es que los turistas no ingresen a una playa que esté próxima a un manglar”, explicó Méndez.
Según Méndez, en la península de Nicoya los lugares que tienen mapeados son: playa Coyote, Caletas, Carrillo, Parque Marino Las Baulas, Camaronal, Tamarindo, Iguanita y los Ríos Tempisque, Cañas y Bolsón.
Por su parte Jeimy Acevedo, bióloga de la ACT, dijo que el comportamiento de los cocodrilos “es normal en esta época lluviosa, (porque) con la influencia de las lluvias estos animales buscan trasladarse de un lugar a otro. Además es una temporada de apareamiento (entre mayo y agosto) y ese movimiento ocurre todos los años y no se debe ver como algo novedoso”.
Acevedo reconoció que no existen estudios que demuestren si hay aumento de la especie; sin embargo, dijo que estas investigaciones no se pueden realizar a corto plazo.
“Con los datos de un año no podemos cuantificar si la población de cocodrilos ha crecido o no, esto amerita un estudio permanente. Se necesita un monitoreo constante y ya hemos propuesto crear una Comisión de Monitoreo de Vida Silvestre para establecer estos controles”, aseguró.
Por otra parte, Flora Ayud de CCH indicó que hasta ahora el fenómeno de los cocodrilos no ha afectado al sector turístico, ni pesquero, pero considera oportuno tomar medidas desde ahora.
“Todavía no podemos decir que haya disminuido el turismo por esta causa, pero ante constantes denuncias de los vecinos de la costa, se hace necesario detectar los motivos que provocan el comportamiento de estos animales para tomar medidas”, indicó Ayud.
Por ahora, Ayud espera respuesta de la ACT y asegura que en la CCH están dispuestos a buscar una salida conjunta a dicho problema. Por su parte, Mauricio Méndez indicó que el documento ya se encuentra en estudio y en conjunto con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) buscaran una respuesta.
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