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Proyecto fotográfico explora la fuerza femenina sobre las olas nosareñas

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Ivana Bajic salió del agua salada de las playas de Nosara en busca de una oficina de bienes raíces para comprar donde vivir. No le importó llegar descalza y mojada: ese día se convenció de que esa tierra lejana a su natal Serbia tiene algo que envuelve a las mujeres y las hace quedarse.

En esos días estaba aprendiendo a surfear y a dominar las olas. También a sentir que Nosara es un santuario natural de energía femenina.

No lo percibía o veía solo en su propia historia, sino en el de otras mujeres de la comunidad.

Tras esta revelación Bajic decidió iniciar el viaje para producir un fotolibro junto a la fotógrafa tica Gabriela Téllez. Lo llamaron Nature of Surf Women y explora la relación de las mujeres, el surf y la naturaleza nosareña.

“Me di cuenta de que estas mujeres [las surfistas en Nosara] son poderosas y hermosas, y un día me dije ‘voy a hacer un libro sobre esta belleza sin filtros y esta poderosa comunidad aquí’”, recuerda Bajic.

Lo publicarán el próximo año y no es un libro tradicional: es un proyecto inmersivo lleno de canciones, sonidos y entrevistas en video a las que podrá accederse a través de códigos QR. También con una esencia alejada visualmente de las revistas comerciales de surf.

Braceando contra los clichés

Tanto para Bajic como para Téllez era esencial derribar el mito de que solo en sus veintes las mujeres pueden encontrar su mejor potencial en el surf. Por eso el libro retrata la diversidad de 26 mujeres con distintas edades, nacionalidades, experiencias de vida y niveles de surf.

Cada mujer representará una cualidad y un ciclo de la vida según su edad: sabiduría, encanto, empatía, sanación, entre otras.

“Es como explorar las diferentes facetas de la mujer, pero todo unido a través de una relación con la naturaleza y con el deporte del surf”, explica la fotógrafa.

Para las imágenes en la naturaleza eligieron las locaciones de acuerdo a la relación de las participantes con alguna planta o sendero que fuera importante para ellas. 

Una de las participantes es Gabriela Barzuna. Es de San José y vive en Nosara desde hace cinco años.

Según Barzuna uno de los puntos más valiosos del proyecto es que pone el océano como el común denominador que conecta a todas las personas que viven en la comunidad, desde adolescentes hasta mujeres de la tercera edad.

“[El proyecto] Busca lo que nos une a todas, independientemente de la edad, el lugar del que vengamos, tampoco importa el nivel en el que surfeamos”, asegura Barzuna

Ese fue uno de los objetivos principales, explica la fotógrafa, no elegir a las que compiten o que sobresalen, sino mostrar el surf como una manera de convivir.

Esa decisión también las alejó de la típica fotografía de revista de surf: la surfista supermodelo montando olas turquesas perfectas bajo de un sol brillante en una playa de fantasía. 

“No nos interesaba exotizar el lugar ni a las personas, y al final decidimos trabajar con imágenes que fueran más poéticas”, agrega Téllez.

La manera en que las autoras presentan a cada protagonista también busca romper algunas reglas.

Las páginas que introducen a cada surfista contienen un código QR que dirige hacia una entrevista en video con la productora. En las entrevistas hablan sobre etapas y detalles relevantes de sus vidas, o cantan una canción compuesta por ellas mismas.

Barzuna, por ejemplo, grabó para el libro una canción que compuso el año pasado durante la pandemia.

“La idea es capturar la esencia de cada mujer y cada una puede expresarlo de la manera en la que más se identifique”, señala.

En otras imágenes los códigos están dirigidos a sonidos de la naturaleza que acompañan la atmósfera de las fotos.

“Nos asociamos con una de las mayores bibliotecas de sonido del mundo y están muy entusiasmados con el proyecto”, explica Bajic.

El proyecto está terminando su fase de producción y luego iniciará su etapa de financiamiento en línea.

La terapia de las olas

Bajic está convencida de que practicar surf religiosamente todos los días le ha moldeado el carácter y la vida a ella y las demás mujeres que protagonizan el libro.

“Estás en peligro todos los días y sabes que todos los días sufres, remas, coges las olas, entonces cambias. Simplemente empiezas a ser más humilde, aceptas más las situaciones que te rodean y las mujeres son específicamente buenas en esto”, señala la productora.

También percibe y celebra el incremento a nivel mundial de campamentos de surf para mujeres. Según Bajic, este deporte ha probado ser ideal para la recuperación de quienes han atravesado algún tipo de trauma.

La propia fotógrafa debió superar su miedo al océano para poder llevar a cabo el proyecto. Las primeras semanas de producción en el mar, cerraba los ojos en la noche y veía la ola venir. El sonido de las olas rompiendo la atormentaba muchísimo.

“Pero al mismo tiempo logré encontrar la belleza de estar ahí y me siento muy contenta de haber llegado a un lugar que no es mi zona de confort”, dice Téllez. “Cuando usted rompe cierto miedo, ya tiene conocimiento para afrontar la situación y se despliega a otras experiencias de vida”, explica.

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