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Jóvenes de Cuajiniquil combaten el cambio climático con cortometrajes

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Cuajiniquil es una comunidad pesquera del cantón de La Cruz arrinconada entre cerros altos y una bahía tranquila. Al igual que otros lugares de la provincia, durante la época seca padece sequías y en los inviernos fuertes queda prácticamente sumergida después de los aguaceros.

Este tipo de eventos climáticos son retratados o contados por académicos, periodistas o funcionarios públicos. Sin importar su oficio, tienen algo en común: todas son personas adultas.

Las voces de la juventud en esta comunidad o en la región Chorotega rara vez encuentran un espacio donde puedan ser escuchadas.

Para cambiar esto, un proyecto propició un espacio para que jóvenes de Cuajiniquil se capacitaran en contar sus historias a través del cine, pero también que aprendieran más sobre el cambio climático.

Hablar con imágenes

En el 2023 el departamento audiovisual del Instituto Centroamericano de Extensión de la Cultura (Icecu) arrancó en Cuajiniquil con un taller llamado “Clima, Cámaras, Acción”. Tres palabras que no suelen verse juntas a menudo.

“Es distinto si vos decís ‘vengan a participar a un taller donde se les va a hablar de la justicia climática o del cambio climático’ a ‘vengan y hagamos películas cortas sobre lo que pasa en sus comunidades con este tema’”, explica la productora de cine y facilitadora del espacio, Marcela Esquivel, quien está convencida de que el lenguaje audiovisual puede empoderar a la juventud para generar un cambio social y para acercarse a temas ambientales.

Captura del cortometraje de la participante Beetsi Ruiz llamado La Tranquilidad en mí.Foto: Icecu

La productora comenta que con colaboración del Centro de Investigaciones Geofísicas (Cigefi), así como el Centro Mesoamericano de Desarrollo Sostenible del Trópico Seco (Cemede) eligieron una de las comunidades que podrían estar más afectadas dentro del Corredor Seco Centroamericano (CSC): Cuajiniquil de La Cruz.

El CSC, es una enorme franja de territorio que atraviesa el Pacífico del sur de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guanacaste, una parte de Puntarenas, y el arco seco de Panamá. 

Tienen la característica común de presentar al menos cuatro meses de sequía, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

Durante los seis talleres de cuatro horas aprendieron temas como el Corredor Seco Centroamericano, pero también sobre el cambio climático y la justicia climática, entendido como la responsabilidad desigual que tienen los países y las comunidades con respecto a la crisis climática. Por ejemplo, empresas, sectores y naciones que se hayan enriquecido con actividades de altas emisiones de gases de efecto invernadero tienen la responsabilidad de ayudar a quienes se ven perjudicados por los efectos del cambio climático.

Al mismo tiempo, se formaron en prácticas audiovisuales como el lenguaje fotográfico, cómo contar historias y la comunicación comunitaria.

“Creemos que es una población que en todas las comunidades, tanto urbanas como rurales, está muy descuidada en espacios participativos y lúdicos de aprendizaje. La propuesta del proyecto es construir un espacio seguro para llevar como a  una puesta en escena estas discusiones sobre la injusticia climática”, detalla Esquivel.

Según la última Encuesta Nacional de Juventudes realizada por el Comite de la Persona Joven (CPJ) realizada en 2018, en la Región Chorotega solamente el 8,1% de las personas jóvenes integran grupos ecológicos y el 7,9% integra algún grupo comunal.

Al final del taller las personas participantes produjeron cuatro cortometrajes. Uno de esos cortometrajes fue el de Beetsi Ruiz de 17 años quien editó el video, fotografió y narró con su propia voz una historia sobre el manglar de la comunidad. Ella nombró su proyecto La tranquilidad en mí y en él retrata espacios naturales que para ella son importantes para vivir.

“Muchas personas no saben más o menos cuales son las funciones que tienen los manglares. Los manglares actúan como barreras naturales contra tormentas y tsunamis, reduciendo el impacto de estas fuerzas sobre las áreas costeras”, explica Beetsi.

De los talleres le quedó la fascinación por la producción audiovisual, cuenta Beetsi, y es algo que sigue haciendo: ahora la buscan en su comunidad para que les ayude grabando videos.

Otra participante llamada Viviana López, se sintió más atraída por el tema ambiental.

“Cuando nos explicaron que era lo del cambio climático yo me sentí como interesada, porque a mí me gusta lo que son las cosas de la naturaleza. Yo no soy muy fan de lo que son las cámaras y los videos”, confiesa Viviana.

Su cortometraje llamado Sequía entre familias habla sobre situaciones de violencia intrafamiliar y de una limitación a generar alimentos debido a la sequía.

“Lo que nosotras quisimos entender fue que la sequía no solo se toma como la naturaleza sino entre las familias, tanto como familias de ciudades así grandes así son en nuestro pueblo”, explica.

Según la productora Marcela Esquivel, quienes participan eligen su tema libremente y demuestran ser jóvenes con una posición política y social sobre su realidad.

“Al final terminan siendo temas súper relevantes y súper fuertes. Sí saben todo lo que está pasando pero no les damos espacios a las juventudes para que puedan manifestar lo que también les preocupa, pero que nadie les permite hablar”, enfatiza.

Una semilla para el cambio

Después de los talleres del Icecu, Beetsi y Viviana no se detuvieron. En junio participaron del Festival de los Océanos de La Cruz 2024, un evento para concientizar sobre la importancia de proteger el océano y acercar a diferentes sectores como la academia y la sociedad civil.

En esta actividad compartieron los videos que produjeron y ofrecieron charlas a los niños y niñas más pequeños sobre lo que han aprendido acerca  del cambio climático.

 

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Nosotros podemos cambiar porque en nuestra comunidad hay varios grupos que podemos tener la comunidad bastante limpia, pero esto no solo nosotros en la comunidad lo provocamos. Es provocado en los lugares más grandes, las ciudades y grandes empresas. Esto afecta el clima y afecta las zonas costeras como las de aquí”, explica Viviana.

Marcela confía en que todas las y los adolescentes que participaron en el taller eventualmente podrían terminar siendo quienes estén cambiando y trabajando en políticas públicas.

Todos estamos creciendo y si nosotros estamos siendo escuchados desde ahorita, ya cuando seamos adultos vamos a tener una base de lo que queremos” opina Beetsi.

Si querés ver todos los cortometrajes podés hacerlo en este enlace.

 

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