¿Se ha preguntado a qué le temen los delincuentes cuando cometen un crimen? Diversos estudios sociológicos y encuestas de investigación con reclusos, en los Estados Unidos, revelan que los criminales tienen miedo a encontrarse con una víctima que sea capaz de defenderse o que sirva como testigo. Peor aun si se trata de una cámara de video.
Por eso, una de las mejores formas de combatir la delincuencia es la organización entre las comunidades.
Así es como nace el proyecto de Seguridad Falcon llamado “Calle Segura”. Este consiste en un sistema de vigilancia funcional las 24 horas del día y los siete días de la semana. Los vecinos tienen cámaras conectadas a través de Internet, que pueden observar desde sus celulares.
Según el Gerente general de Falcon, Pierre Crespo, la ventaja de usar soluciones de seguridad electrónicas, como alarmas y cámaras, está en su bajo costo operativo a largo plazo. Además, de que el monitoreo es ininterrumpido.
“La policía es una fuerza reaccionaria y nosotros los ciudadanos somos la verdadera primera línea de defensa para nuestra protección, de nuestras familias y pertenencias”, contó Crespo.
En todos los barrios en donde Falcon ha implementado Calle Segura, los vecinos dan fe de que se ha eliminado el vagabundeo sospechoso y cualquier actividad criminal relacionada.
El gerente además señaló que el Gobierno de Costa Rica también ha invertido en instalación de cámaras de «circuito cerrado de televisión» (CCTV) para monitorear áreas públicas. Sin embargo, a pesar de algunas historias exitosas a nivel nacional, el desafío general ha sido asignar presupuestos, acordar las ubicaciones de las cámaras, resolver los parámetros técnicos relacionados y finalmente anular las burocracias resultantes, lo que lleva a mucha frustración pública por proyectos que nunca se materializan independientemente de las promesas y la urgencia.
Para obtener más información sobre «Calle Segura», contacte a [email protected].
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