La gente de antaño todavía recuerda cuando las costas de Samara y Nosara eran comunidades tranquilas de pescadores y agricultores locales, quienes vivían prácticamente aislados del mundo. Sin embargo, lentamente extranjeros y ticos de otros lugares empezaron a entrar, comprando terrenos y forjando el futuro de estas comunidades.
Hoy, en vez de las labores del campo, los jóvenes buscan trabajos más “fáciles” en los hoteles u otros negocios relacionados al turismo. Ellos ahora quieren aprender inglés y manejar programas de computación. No obstante, no todos tienen el acceso ni los recursos para hacerlo, y la brecha entre los más necesitados y los más pudientes es cada vez más evidente.
Por otra parte, hay organizaciones sin fines de lucro que han estado creando programas en bibliotecas con el objetivo de ayudar a quienes más lo necesitan.
Esta marcada división de clases, ha vuelto a elevar las preguntas sobre cuanto beneficio real del turismo han obtenido los habitantes de estas comunidades, o si el turismo ha perjudicado el estilo de vida local.
La co-fundadora y co-directora del Centro de Viaje Responsable (CREST), – por sus siglas en inglés- Martha Honey, visitó Nosara durante tres días, y La Voz tuvo la oportunidad de charlar con ella sobre el desarrollo del turismo en Costa Rica.
Mientras ella trabajaba como periodista tanto en Tanzania, como en África Occidental y aquí en Costa Rica, Martha se sintió fascinada por la política en torno al turismo y la cuestión de si el turismo puede realmente beneficiar a los países más pobres. Segun Honey, el desarrollo costero es particularmente sensible en todo el mundo debido el auge de las casas de retiro y el desarrollo turístico, los cuales a menudo hace sentir a los lugareños que están perdiendo sus playas en manos de los extranjeros, una tendencia que tiene todo tipo de implicaciones políticas.
Honey vivió 10 años en San José durante 1983-1993 y desde entonces ha visitado con regularidad el país. Ella observó que el turismo realmente despegó en el país a partir de 2002, con la llegada del ex presidente Oscar Arias y con la expansión de vuelos directos desde Estados Unidos en el aeropuerto de Liberia.
CREST realizó un amplio estudio del turismo a lo largo de la costa del Pacífico, desde Guanacaste hasta la Península de Osa, entrevistando a muchas personas para obtener la perspectiva local. Durante el estudio, observaron quejas tales como el acceso limitado a ciertas playas, la competencia por los recursos (especialmente el agua), el aumento de los precios en los terrenos y el sentimiento de que el turismo no está dando beneficios reales.
En general, Honey resaltó que Costa Rica es única en el sentido de desarrollar primero ecoturismo y luego mega construcciones y complejos turísticos. Puesto que ella aseguró que en la mayoría de países ha sido al revés. “Creo que se han levantado interrogantes en relación a altos costos frente a altos volúmenes. No todo el turismo es igual. Diferentes tipos de turismo tienen diferentes tipos de impacto”.
Según encuestas efectuadas en los aeropuertos, quienes vienen al país como ecoturistas, en general permanecen en el país más tiempo, hacen más y visitan más lugares, por lo que la difusión de su dinero en todo el país es de manera más uniforme, dijo Honey. Además, los alojamientos y hoteles ecológicos tienden a ser de propiedad ya sea por la población local o por extranjeros que por lo general viven en la zona, al menos a tiempo parcial, siendo por lo tanto más comprometida con la contratación de los locales y la inversión en la economía local.
«El gobierno debe ser más activo en dar capacitación a los vecinos para empleos más calificados», dijo Honey, quien además señaló que la mayoría de gente no esta en la condición de construir su propio hotel. No obstante, con una combinación de educación y compromiso por parte de los propietarios de hoteles para ofrecer puestos de trabajo, ellos podrían ascender a ocupaciones mejor remuneradas en los negocios turísticos o abrir empresas auxiliares, tales como operadores de tours «que son más lucrativas que ser una camarera o un jardinero”, indicó. Ella también señaló que muchos de los mejores trabajos actualmente están en manos de personas de San José, ya que han tenido acceso a más oportunidades de formación y educación.
Después de pasar unos días en Nosara, para visitar a un amigo, y relajarse caminando en Playa Guiones, así como reunirse con algunos residentes locales y escuchar su visión de la zona, Honey comentó sobre los puntos fuertes y las necesidades de la zona. «La playa está muy bien protegida y eso tiene todo el sentido en términos del calentamiento global, pero también significa que la playa sigue perteneciendo realmente a la comunidad», dijo. También señaló que la mayoría de los hoteles aquí tienden a ser pequeños y escondido en la vegetación.
En cuanto a las necesidades, ella recomienda que el diálogo abierto debe llevarse a cabo entre los desarrolladores de contrucciones y la comunidad con el fin de tener una planificación más amplia y un mejor ordenamiento territorial.
Tambien, considera que las decisiones deben tomarse con respecto a qué áreas deben desarrollarse y qué tipo de desarrollo debe ocurrir en cada área, ya sea en la agricultura, la pesca comercial o el turismo, además de trabajar en conjunto para proteger la belleza natural de la zona.
Comentarios