Bochornosa, caótica y hasta por momentos inverosímil fue la sesión municipal del concejo de Nicoya llevada a cabo el pasado lunes 27 de abril.
Juan Luis Aguirre Vidaurre, quien normalmente preside las sesiones con sobriedad, jerarquía y responsabilidad, se mostró disperso, apurado, sonriendo más de lo normal, sudando copiosamente y en momentos hasta fuera de sí.
Los problemas comenzaron luego que Aguirre reclamara en dos ocasiones la participación de algunos miembros del concejo en una actividad organizada por el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) en la Casa de la Cultura, el pasado 24 de abril, a la cual calificó como una actividad politiquera y que él no decidió asistir porque no lo invitaron.
“Hay quienes quieren arrojarse la representación de Nicoya. Quiero que sepan que quienes fueron a esta actividad no fueron en representación de este concejo, sino a título personal”, dijo Aguirre.
En contestación, el regidor Rodolfo Orozco le explicó al presidente que cualquier persona podía asistir a esa actividad, y que en realidad lo que él estaba era dolido porque no había asistido y porque al parecer un familiar de Aguirre no fue electo en una de las votaciones de esa reunión.
Luego Aguirre les recordó en otras dos ocasiones más a los ediles el momento en que fue electo como presidente del concejo, en mayo de 2014, y el desplante que tuvieron varios de los concejales contra él.
En aquella ocasión, la mayoría de regidores y síndicos se levantaron y se fueron de la sesión y la elección continuó solo con la participación de los regidores Ana Lizeth Espinoza, Ovidio Jiménez y Carlos Medina.
“Yo estoy aquí por el voto mío, el de Ana Lizeth Espinoza y el de Carlos Medina. Mi lucha no es contra sangre y carne sino contra espíritus inicuos”, expresó Aguirre.
Sin embargo, el momento de mayor tensión ocurrió cuando Bonifacio Díaz, síndico de Sámara, solicitó la palabra para referirse a uno de los temas en cuestión, ante lo cual Aguirre le negó en dos ocasiones la palabra alegando que él no tenía voz en ese asunto.
Luego, mientras el regidor Juan Edwin Yockchen brindaba su informe, Aguirre se puso de pie y al salir del salón de sesiones apagó por un momento y sin darse cuenta las luces del recinto.
Finalmente Aguirre regresó al salón de sesión y mientras Mario Ondoy, regidor suplente, le explicaba al presidente que la actividad organizada por el INDER era pública y que cualquier nicoyano podía participar, Aguirre lo interrumpió y le dijo “usted es un legoyero (legalista)” tras lo cual dio finalizada la sesión.
Consternados
Una vez finalizada la sesión, La Voz de Guanacaste intentó conocer la versión de la mayoría de los ediles sobre la conducta del presidente del concejo, a lo cual la mayoría coincidió que estaba bajo los efectos del alcohol.
Adriana Rodríguez, vice alcaldesa: “La verdad es que no se. Porque no me llegó un olor [a alcohol] pero si su comportamiento estaba extraño”.
Bonifacio Díaz: “Es claro que estaba bajo los efectos del licor, él no es así, me extraña la actitud porque él nunca se ha comportado así”.
Ana Lizeth Espinoza: El estaba normal. Yo no sentí ningún olor etílico ni nada por el estilo.
Rodolfo Orozco: “Desgraciadamente creo que hoy el presidente ha fallado. El concejo hoy fue irrespetado por la presidencia municipal. No entendí en qué estado llegó. Creo que no estaba consciente de lo que él decía. Tal vez andaba pasado un poquito de copitas”.
Carlos Medina: Si habló en tonos bastante altos, no acostumbrados, pero no creo que esté bajo los efectos del licor.
Juan Edwin Yockchen: “Me siento muy avergonzado de lo que ha pasado. Ya esto es el acabose. No hay una prueba científica que acredite que él estaba ebrio, sin embargo a la vista quedó claro con los ademanes que hacía, la manera de cómo hablaba, él estaba en algún tipo de trance, bajo los efectos del licor, no queda duda. Lo que hizo hoy en el concejo es nefasto.”
Finalmente, Yockchen indicó que presentara una denuncia ante la Contraloría General de la Republica para que realice un investigación sobre el comportamiento de Aguirre.
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