Un mal olor proveniente del río Lagarto en Sámara tiene a algunos vecinos convencidos de que las aguas residuales vertidas en el río están contaminadas, pero a pesar de las denuncias presentadas contra empresas de la zona sospechosas de contaminar el río, hasta la fecha no se ha confirmado que esta sea la causa.
Ante la duda, La Voz decidió tomar una muestra del agua que sale de la tubería de drenaje al cauce del río al lado del puente, entre el centro y Cangrejal, y enviarla al Laboratorio de Microbiología de Aguas de la Universidad de Costa Rica (UCR) para su análisis. Esto se hizo el 6 de junio. Los resultados mostraron niveles de coliformes fecales en exceso de 1.600 coliformes por 100 ml. En comparación, el agua no clorada con valores iguales o mayores a 1,8 no se consideran potables.
La regulación vigente de MINAE para aguas residuales, modificado en el 2007, establece un limite no mayor de 1000 coliformes fecales por cada 100 mL para aguas residuales vertidas provenientes de hospitales y otros establecimientos de salud, así como las aguas residuales ordinarias de cualquier origen que sean vertidas a un cuerpo receptor utilizado para actividades recreativas de contacto primario.
Sin embargo, el río Lagarto, cuyo cauce durante la temporada de lluvia desemboca en el oceano, no está clasificado para Salud como contacto primario.
Marilyn Mora, de la oficina de la Dirección de Aguas del MINAE en San José, dijo que la regulación no defiene de manera clara lo que se considera contacto primario, aunque bañarse puede ser un ejemplo. También dijo que la manera de tomar en cuenta la materia fecal en la regulación ha sido discutida mucho.
“Los coliformes fecales en si mismo no indican contaminación sino se asocian con otros microorganismos,” explicó, y agregó que “coliformes pueden aparecer en cualquier cosa y no necesariamente en aguas ordinarias.”
El Dr. Fulvio Paniagua Acuña, del EBAIS de Sámara, aseguró que hasta el momento no ha visto ningún caso de enfermedad como consecuencia de los coliformes y señaló que no hay mucha gente que se baña en ese estero. Sin embargo, advirtió que cualquier contacto con agua contaminada puede ser peligroso ya que los contaminantes pueden ser fácilmente transferidos de la mano a la boca, provocando síntomas como diarrea o problemas digestivos. También señaló que el río desemboca en el mar, por lo que las aguas residuales también están contaminando el agua del mar.
En lo que va del año, Paniagua informó de 8 casos de enfermedades causadas por parásitos o amebas en el agua, que afectan a los intestinos y pueden causar anemia en los niños.
¿De dónde viene el agua contaminada?
Los únicos tipos de agua que pueden ser vertidos a un río son las aguas pluviales y el agua tratada. Mora dijo que la oficina de la Dirección de Aguas solo tiene registro de permiso para verter agua en el río Lagarto para el supermercado Palí en Sámara.
El vecino Victor Manuel Pérez Campos, quien trabaja en la recepción y mantenimiento del Hotel Villas Pepitas, en la misma calle de Palí, notó el mal olor del agua saliendo del tubo y por eso anteriormente ha llamado al Ministerio de Salud para denunciar la contaminación y acompañó a los funcionarios para enseñarles las tuberías. Él cree que la fuente es Palí. “Yo tengo seis años de trabajar aquí y yo vi cuando Palí metió todos estos tubos allí,” consta Pérez Campos.
Villas Pepitas es otro negocio que se menciona a veces como una posible fuente de contaminación. En cuanto a los aguas residuales de este negocio, Pérez Campos dijo que tienen ocho apartamentos conectados a cinco tanques sépticos con drenaje dentro de la propiedad y aseguró que el drenaje no va al río.
Zinnia Cordero Vargas, directora de la sede del Ministerio de Salud en Nicoya, dijo que funcionarios del Ministerio respondieron a una denuncia presentada en junio del 2011 e inspeccionaron la planta de tratamiento de aguas residuales de Palí. “Palí de Sámara tiene planta de tratamiento con vertido al cuerpo receptor ‘Río Lagarto’ y los reportes operacionales presentados ante esta institución cumplen con los límites máximos de vertido”, informó Cordero a La Voz en diciembre del 2012.
La Voz envió los resultados del análisis del laboratorio de UCR al Ministerio de Salud. La inspectora Kenia Herrera Espinoza, en un informe fechada el 26 de julio, indicó que el informe técnico mas reciente para aguas residuales de la planta de tratamiento de Palí, fechada el 4 de abril del 2013, también cumple con los límites establecidos. Ademas, Herrera indicó que en este caso, el hacer analisis de coliformes fecales no se encuentra bajo la regulación para aguas residuales.
En general, sin embargo, Herrera explicó a La Voz que la presencia de coliformes fecales en el agua puede afectar la salud, dependiendo de muchos factores, como sería el tipo de contacto, si se ingiere el agua, y la condición física de la persona.
La Voz también envió los resultados del análisis a Walmart, la empresa propietaria de Palí. Yolanda Fernández, Gerente de Asuntos Corporativos de Walmart Costa Rica, respondió: “Walmart de México y Centroamérica cumple con las disposiciones legales referentes al tratamiento de desechos residuales. En el caso en específico de su consulta, estamos revisando los procesos de esa tienda para continuar garantizando nuestro compromiso con el medio ambiente”.
¿Y qué pasa con los otros negocios a lo largo de la calle?En realidad, hay dos tubos de drenaje, uno encima del otro, dirigidos al río Lagarto, así como un tubo más grande. La muestra de agua contaminada se tomó de agua que sale del tubo superior. No se observó agua procedente del tubo inferior.
Eduardo Arnaez, administrador del agua para Sámara, dijo que no estaba sorprendido por los resultados del análisis del laboratorio de UCR. Confirmó que uno de los tubos que desembocan en el río es de Palí y el otro de Condominio Plaza Sámara, conocido como el edificio Century 21, aunque él no estaba seguro cual tubo pertenece a cada edificio.
La voz pidió ver las plantas de tratamiento de aguas residuales de ambos negocios. Aunque nunca se programó una visita a la planta de Palí, los responsables del Condominio Plaza Sámara mostraron su planta a La Voz y proporcionaron una copia de la última inspección de la planta de tratamiento. La planta de tratamiento tiene una capacidad para 21 unidades, explicó la administradora de la propiedad, Melissa Marin, pero en la actualidad sólo hay seis unidades en uso y sólo una está ocupada a tiempo completo, por lo que el tanque de la planta de tratamiento nunca se llena y el agua residual en realidad no sale de ella.
La Voz pudo ver que los tanques para las dos últimas etapas del proceso de la planta de tratamiento estaban secos. “Trabajamos muy duro para mantenerlo limpio y entregar informes a Salud a tiempo”, aseguró.
Según el último informe, fechado el 27 de mayo de 2013, “El sistema y en particular cada uno de los procesos unitarios funcionan de forma optima”. El informe señala que las aguas residuales de la planta de tratamiento son vertidas en el río Lagarto.
La planta de tratamiento fue inspeccionada por Sandro Ureña Hernández, ingeniero en biotecnología . La Voz habló con Ureña, quien confirmó que la planta es muy grande y tiene muy poca agua. Dijo que la planta tenía un problema cuando el soplador dejó de funcionar, pero este fue reparado y uno nuevo fue instalado, contando actualmente con dos sopladores.
Hay unos 20 edificios a lo largo de ambos lados de la calle entre la esquina de la calle principal y el río Lagarto. Laura Rebeschini, propietario de la lavandería Viva Verde, otro negocio en la misma calle, coincidió en que “hay que encontrar de donde viene (el agua contaminada)”. Su negocio fue denunciado a finales del 2012 como una posible fuente de contaminación y fue inspeccionado por el Ministerio de Salud, después de lo cual se reconstruyó y amplió el sistema de drenaje del tanque séptico. La Voz vio cuando estaban haciendo este trabajo. “En marzo hicimos un drenaje grande, mucho más grande que lo que se necesitaba”, comentó Rebeschini. “Se hizo para que no haya duda que el agua de aquí no sale.”
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