Recién llegada a Nicoya no tenía muchos amigos. Me preocupaba lo que iba a pasar con mi vida social. Estaba acostumbrada a la birrita en la Cali, a la boquita en Escalante, al Cine Magaly y a lo más importante: los bares de karaoke. Por muchos años he usado el karaoke para crear las amistades más importantes que tengo. Llegué acá buscando dónde cantar porque yo sabía que, en efecto, sí bastan un par de canciones para volvernos amigos inmortales, amigos eternos.
Resulta que el panorama se me presentaba diferente. Mi amiga del trabajo me dijo: “Los miércoles hay Karaoke en Más Coyol y los viernes en el Guaya”. Me explicó que es que acá no hay “bares de karaoke”, que lo que hay son ángeles que andan la magia a cuestas: Djs de Karaoke con tornamesa, compu, pantallas, videobeams y sonido, que consiguen las pistas y las letras en sus casas y las trasladan a donde los cantantes las necesiten. Buscan las canciones, las compran, montan el escenario, alegran al público, escuchan pacientemente a los talentosos y a los desafinados y al final de la noche recogen todo y se van. Y toda esa magia queda en las gargantas afónicas y en las almas de los que la vivimos.
Ser un músico profesional en Guanacaste no es nada sencillo, pero en medio de una vida de sacrificios, largas jornadas de trabajo, agotamiento físico, giras y ensayos constantes, la agrupación…
Los hay de muchos tipos, los que tienen mucho equipo, los que tienen empresas conformadas, algunos que lo hacen solo por hobby y otros que son Djs solo de noche y tienen un trabajo serio y formal de 8 a. m. a 5 p. m. Lo que ganan estos Djs va desde los ¢60.000 hasta los ¢160.000 en una jornada de más de ocho horas, en la que utilizan su propio equipo. Tuve el placer de conocer a tres de ellos: Dj Nany Martínez, Dj Rony Baltodano y Dj Profe (Royner Rodríguez) quienes además de ponerme todas las canciones que les pedí, me dejaron entender cómo es hacer lo que hacen.
Este es un tributo a esos hombres a quienes les debemos las noches más alegres en Nicoya.
Huele a peligro. Dj Profe (Royner Francisco Rodríguez Castro) y su asistente Adam Gómez trajeron todo en una buseta desde Hojancha. El karaoke empieza a las 8 p . m. , pero ellos llegaron a las 2 p. m. En los salones rurales, el trabajo de instalación y preparación es mucho más elaborado que en los bares de las ciudades. Estos salones no tienen sonido propio ni pantallas para proyectar, así que empiezan el montaje desde cero.
La Incondicional.Terminan de montar todo en el salón mucho antes de que inicie el karaoke. La compu y la tornamesa quedan listas. De vez en cuando, complacen a la gente de la barra con alguna piecilla que les piden mientras instalan. Dejan todo en stand by mientras se van a tomar una cerveza, a bañar y a cambiar.
He vivido esperando por tí. Los más fiebres y veteranos llegan desde temprano. Me dijo Dj Profe que hay algunos que no se pierden ninguna presentación y siguen a sus Djs favoritos a cualquier lugar en el que se presenten. Estos dos cantantes esperan pacientemente a que Dj Profe suelte sus saludos y sus sellos. Esperan birra en mano a que les pongan las canciones que tanto han ensayado. Lo hacen afuera porque el calor del salón no deja estar adentro en paz.
Ven devorame otra vez. Pareciera que para ser buen cantante en el karaoke, lo que hay que hacer es entregarse. La actitud es mucho más importante que la afinación y el oído musical. Con carisma y proyección se gana al público. Cantar una canción que todos se sepan ayuda muchísimo: si todos están cantando, el sentido de comunidad es mucho más grande y la falta de talento ni se nota.
Quién como tú.El trabajo del Dj durante la presentación es buscar a los cantantes, atender a sus llamados, programarles las canciones, animar a la gente y apoyarles a todos. Es como un buen coach, quiere que todos participen y que todos se antojen de cantar. A veces se distrae en sus tareas más técnicas y se le olvida disfrutar.
Vuela, vuela.Los Djs de Karaoke son como alquimistas. Nos convierten a nosotros los mortales en estrellas brillantes (al menos por el tiempo que nos dura el micrófono en la mano). Se nos olvida durante lo que dura la canción que somos los que somos, los problemas, las deudas. Y eso, es un milagro.
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