Dimas López

Dimas López

Ese día andaba solo, llegué y me puse a trabajar el agua. Allá como a las 8 de la mañana sentí un dolor como que se me acalambró todo. Digo yo: ¿qué me pasa? y pensé: “me voy a arrecostar aquí, tal vez alguien viene”. Debajo de unas matas de caña, ahí me acosté. Y no, no llegaba nadie. Ya eran la una y yo ahí. “Siento como tieso”, decía yo. A como pude me arrastré, me monté a la moto y la arranqué. Con las piernas abiertas porque no podía ni cerrarlas por el calambre. Y llegué a la casa y esta (la esposa) llamó una ambulancia. Yo pago un seguro voluntario. Bueno, mis hermanos, ellos me ayudan, viven en Guápiles. Me llaman y me dicen que ahí me viene una ayudita y ahí me llegan hasta 50.000 pesos. Estoy esperando a que me aprueben la pensión. El doctor me dice "usted es para que ya estuviera pensionado". Pero metí los papeles y nada. Hace un mes que no puedo ir por las pastillas porque mis hermanos se olvidaron de mí y no puedo pedir un seguro del Estado porque si no pierdo el derecho a jubilarme. Eso me dijeron. Es que yo tengo casi todas las cuotas y el resto las he ido pagando para que me quede una pensionsita más grande porque la del Estado es muy pequeña.