Ver el centro de Playa Tamarindo lleno de gente en busca de surf, fiesta y diversión no es ninguna novedad; pero mirar a decenas de turistas disfrutando de exposiciones artísticas, no es algo que pase todos los fines de semana en Tamarindo.
Desde 16 al 18 de junio el sitio tuvo un aire diferente y fresco que venía del Tamarindo Art Wave Festival, encuentro que reunió a más 40 artistas ubicados en 37 estaciones del festival.
Exposiciones de pintura, conciertos, presentaciones de danza y trabajos en vivos de escultores y pintores fueron parte del menú del festival que se realizó por primera ocasión.
La Voz de Guanacaste hizo un recorrido el sábado 18 d ejunio por el festival y esto fue parte de lo que se vivió en la playa.
Desde tempranas horas de la tarde los músicos Manuel Obregón y Debi Nova ensayaron el repertorio con el que cerrarían el festival.
En las ruinas del restaurante la Patagonia algunos grafiteros hicieron murales en vivo.
En las ruinas del restaurante la Patagonia algunos grafiteros hicieron murales en vivo.
En el festival también contó con stands de artesanías para quienes quisieran comprar un recuerdo del evento.
Las esferas de Bolívar González, escultor turrialbeño, estuvieron presentes en el Tamarindo Art Wave.
El australiano Brad Payne realizó cuatro pinturas en el Hostel La Oveja Negra.
Uno de los atractivos del festival fue la obra del artista Andre Bazan, quien pinto el piso de un velero de más de 15 metros de largo.
Las obras de la reconocida escultora Leda Astorga se exhibieron en diferentes estaciones del festival dándole color a Playa Tamarindo.
El grupo el Jammin fue el encargado de abrir el concierto de Manuel Obregón y Debi Nova.
Mientras Manuel Obregón estaba en escena, Debi Nova se relajaba detrás del escenario en compañía del equipo de su producción.
Debi Nova solo interpretó tres canciones en su concierto de cierre en el Tamarindo Art Wave.
Manuel Obregón interpretó "Nostalgia en la Pampa" del fallecido compositor guanacasteco Ulpiano Duarte.
Carlos Hiller deleitó al público, pues mientras Manuel Obregón tocaba, él pintaba al ritmo de la música.
Manuel Obregón conquistó a los turistas que no abandonaron el recinto a pesar de una fuerte lluvia.
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