Tener un sistema inmunológico fortalecido es insuficiente para evitar el contagio de COVID-19, pero, como con cualquier otra enfermedad, sí nos ayudaría a combatir mejor el virus una vez nos infectemos.
En redes sociales y grupos de WhatsApp circulan sugerencias de remedios caseros para poder fortalecer el sistema inmunológico y evitar contraer el COVID-19 u otros virus, como aumentar el consumo de vitaminas (C, D o E) o minerales por encima de las necesidades nutricionales. Sin embargo, no existe suficiente evidencia científica de que el cuerpo rechace al SARS-CoV-2, que es el virus que provoca el COVID-19, por ingerir estas sustancias.
En este punto, el coordinador nacional de inmunizaciones del ministerio de Salud, Roberto Arroba aseguró que una persona solo debería tomar suplementos vitamínicos cuando exista una indicación médica de por medio.
“Si una persona toma una pastilla de Vitamina C todos los días puede que esté tomando más de lo que en realidad necesita y hay indicaciones claras para tomar vitaminas. Es simple, si uno come bien, no ocupa nada”, dijo el especialista.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS), explica, por ejemplo, que el consumo de vitamina C en concentraciones demasiado elevadas puede causar diarrea, náuseas y cólicos estomacales. En las personas que padecen hemocromatosis, un trastorno que provoca una acumulación excesiva de hierro en el organismo, la vitamina C en dosis elevadas podría empeorar el exceso de hierro y dañar los tejidos del cuerpo.
El Ministerio de Salud de Costa Rica, por su parte, asegura que de acuerdo con varios organismos internacionales, como el caso de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, no se puede afirmar que potenciar el consumo de esos productos provoque un menor riesgo de contagiarnos con coronavirus.
No existe evidencia de que algún nutriente, compuesto, alimento específico, suplemento o producto natural para la salud pueda ayudar a prevenir la infección por el COVID-19 en sujetos no infectados, o a combatirlo en sujetos con sintomatología leve”, detalla Salud en el documento “Recomendaciones nutricionales y alimentarias para la población ante la presencia del COVID-19”.
Además, agrega: “Todavía no hay evidencia científica suficiente para definir un tratamiento nutricional específico si [una persona] se enferma con COVID-19”.
Todavía no existe ninguna vacuna ni medicamento que cure el COVID‑19, según confirma la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La importancia del sistema inmune
Arroba, del ministerio de Salud, explicó que el sistema inmunológico es nuestra defensa contra los virus, bacterias y hongos. Ante el COVID-19, lo normal es que el sistema inmune reaccione como lo haría con cualquier otro “cuerpo extraño”.
Es decir, sin él, no habría manera de eliminar el SARS-CoV-2. Y de ahí su importancia.
Sin embargo, el sistema nunca antes estuvo expuesto a este tipo de coronavirus, por lo que el organismo responderá de diferentes maneras.
“Por eso tenemos fiebre, por ejemplo, el organismo produce leucocitos que son glóbulos blancos y un mecanismo de defensa es el aumento de la temperatura corporal”, dijo el especialista.
Aseguró que, en una persona sana, en principio, el COVID-19 lo que provoca es una gripe, pero que hay personas incluso jóvenes y sanas en las que el sistema inmune más bien actúa de una manera agresiva y provoca complicaciones graves.
Lo atípico es que el sistema inmune actúe de manera más agresiva de lo usual y tengamos problemas. Pero eso puede pasar en una persona sana o no», dijo.
«En el caso de una persona con enfermedad crónica, ya de por sí tiene comprometido su sistema inmune y es por eso que están en un riesgo más grande”, agregó.
Sí a los buenos hábitos
La función inmunológica depende en gran parte de factores como la genética, el medio ambiente, el estilo de vida, la nutrición y la interacción de estos factores.
Para proteger nuestro sistema inmune, disminuir el riesgo de enfermedades y proteger la salud en general, es esencial llevar unos hábitos de vida saludables como practicar actividad física regularmente, tener una adecuada higiene, dormir suficiente, descansar y controlar el estrés.
Ingerir alimentos frescos, variados y hacer actividad física fortalecerá sus defensas y por ende estarán más fuertes si se enferman por COVID-19”, insiste el Ministerio de Salud en un comunicado oficial.
A nivel nutricional, los alimentos ricos en proteína animal o vegetal colaboran con la construcción y reparación de tejidos del organismo humano, explicó la doctora Glenda Espinoza Peralta, del Centro Especializado de Atención de Pacientes con COVID-19 (CEACO).
Se trata de alimentos como el yogur, la leche, el queso tierno, la carne, el pollo, el pescado, el huevo, las lentejas, los frijoles y los garbanzos.
“Una buena nutrición es clave para desarrollar inmunidad, protegernos contra las enfermedades, infecciones y apoyar la recuperación”, detalla el documento de Salud.
Arroba recordó que un sistema inmune sano no se logra de la noche a la mañana y que requiere de tiempo y disciplina.
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