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The Lookout, el restaurante con toque romántico

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Para quienes gustan disfrutar una cena romántica en medio de la paz y la tranquilidad de la naturaleza, una buena opción es visitar el restaurante The Lookout en Playas del Coco, que se encuentra a 3 kilómetros saliendo del centro de Playas del Coco dirección hacia Liberia entrando a mano derecha, sobre una calle de cemento.  

The Lookout abrió sus puertas en julio del 2014 y se ubica en el segundo piso del Hotel Chantel. Posee vista panorámica hacia el mar, el ambiente es romántico y rodeado de naturaleza. Su propietario, William Ayre, es un chef que hizo su carrera en Canadá, su país natal.

Posee un variado menú, los precios oscilan entre ¢3000 y ¢8000. Uno de sus platillos estrella son las ostras producidas en el proyecto ACUAMAR en el Golfo de Nicoya. Se sirven fritas, crudas o al carbón, en salsa de mantequilla, ajo y parmesano. Otra opción de entrada es el aguacate empanizado con harina panko y queso parmesano, servidos con mayonesa chipotle.

Los camarones al estilo japonés es uno de los platillos principales, acompañado de ensalada de algas, culantro, zanahoria y semilla de sésamo. Otro plato a destacar es el atún aleta amarilla, que se sirve crudo, acompañado de aguacate, soya y chile jalapeño.

En bebidas se sirven diferentes tipos de vinos, batidos de frutas y cerveza artesanal producida en Costa Rica. La cerveza de tamarindo es una de las favoritas de los clientes, tiene un color claro, el  sabor es dulce tropical, con aroma a tamarindo. Otra recomendada es la de trigo y rosa de Jamaica. Tiene un sabor fuerte con buen sazón y su color es oscuro.

El propietario produce su propia cerveza bajo la marca Monkey Head. El producto se obtiene de cebada canadiense, frutas y flores. El proceso de fermentación dura dos semanas.  

Horario: 4 p.m. a 9 p.m.

 

Contactos al 8548-8679,  https://www.facebook.com/thelookoutcoco/

https://www.instagram.com/thelookoutcoco/  

Lo bueno:     

Es un lugar agradable, limpio, desde donde se puede apreciar el océano Pacífico. El servicio es impecable y la presentación de los platos tiene buena estética.  

 

Lo malo:

El parqueo es en la parte de abajo, para subir se puede hacer por las escaleras (no existe ascensor) o caminando por la calle inclinada.    

 

 

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