El pasado 6 de marzo, el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda falló en contra del Estado y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) en una decisión que reconoce al Cerro Cangrejal, al norte de Playa Samara, como parte de la zona marítima y, por tanto, parte del patrimonio nacional. La denuncia fue hecha por Marco Vinicio Álvarez Rodríguez, cuya familia es dueña de una propiedad en Samara.
El tribunal ordenó que el cerro debe ser administrado por el Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (MINAET), a través del SINAC y, por ende, debe ser registrado ante el estado en concordancia con el artículo 13 de la Ley Forestal.
El tribunal también ordenó al SINAC demarcar y rotular el cerro como propiedad estatal, así como iniciar el debido procedimiento administrativo o jurídico para desalojar a cualquier invasor. La misma decisión indica que el Área de Conservación del Tempisque (ACT) del MINAET debe tomar las medidas necesarias para restaurar el ecosistema dañado, y que las personas deben abstenerse de talar árboles, raíces, ramas o vegetación menor; quemar el sotobosque, abrir trochas o caminos, chapear, contaminar, eliminar o intervenir las zonas boscosas; introducir animales a dicha zona, sembrar especies exógenas o ajenas a la flora propia de la zona, y realizar cualquier tipo de edificación.
Sin embargo, la sentencia aún no está en firme, pues debe pasar todavía por el proceso de apelación. Gerardo Martínez Muñoz, jefe de la oficina subregional del MINAET en Nicoya, afirmó que él está al tanto del caso pero que aún no ha recibido ninguna notificación oficial por parte del Tribunal. Martínez también indicó que los últimos dos años han estado visitando el cerro cada mes para inspeccionar y reportar cualquier daño al Tribunal Contencioso para tomar medidas preventivas.
Por muchos años, los vecinos de la zona han cortado los árboles del cerro para conseguir madera, y han sembrado teca, bambú, plátano, maíz y más. “No sabemos quién lo hizo”, dijo Martínez, y estimó que tomarán al menos 20 años para que el bosque se recupere.
Marco Álvarez Rodríguez, quien interpuso la demanda, confirmó que es casi imposible identificar a la gente que tala o quema árboles en el cerro, pues éstos tienden a hacerlo durante la noche o los fines de semana. También indicó que una parte del cerro ha sido vendida. Hace dos años y medio, él decidió tomar cartas en el asunto al ver que las quejas ante el MINAET no surtían efecto, así que procedió a firmar la demanda. Para Álvarez, la sentencia firmada en marzo es favorable, aunque haya sido apelada por el SINAC, el MINAET y la Procuraduría. “Están peleando para ganar tiempo. Es ridículo, pero es lo que están haciendo”, afirmó.
Álvarez estimó que la apelación podría demorar las acciones a tomar por un tiempo de unos tres meses a un año, aunque espera conseguir una audiencia con el tribunal lo más pronto posible.
La Voz se comunicó con el Licenciado Oscar Romero Aguilar, Asesor Legal de SINAC, por teléfono y correo electrónico para inquirir sobre la apelación y él acordó en responder pero al cierre de edición aun no había dado una declaración oficial.
El hombre que es dueño de gran parte del Cerro
Una parte del Cerro está registrada a nombre de Transportes Duarte García Hermanos S.A., representados por Francisco Duarte García, quién accedió llevar a La Voz en una gira al Cerro. Él consta que desde 1979 tiene el título de 3 héctareas de terreno en Cangrejal, las cuales incluyen una parte del Cerro. Él hizo y cuida un sendero que sube al Cerro; también ha construido varias terrazas con la intención de en algún momento construir una casa. De la misma manera, indicó que él ha sembrado una gran variedad de árboles y planea plantar más.
Mientras paseamos, Duarte se queja de la cantidad de delicuentes que viven en la zona marítima en Cangrejal y señala basura que ha sido tirada en su propiedad que luego él tiene que limpiar. Pasamos un portón y Duarte nos indica dónde alguien macheteó el poste; más adelante, nos encontramos con varios troncos abandonados por alguien que los taló para usarlos como postes. También nos enseña varios árboles que han sido talados y una sección de su propiedad que alguien quemó, dañando algunos árboles y plantas decorativas durante el acto. Duarte dice que la quemasucedió en abril, un día que él estaba en San José, y que no tiene idea de quién puede ser el culpable.
Duarte afirmó que los propietarios de tierras en zona marítima tienen la obligación de proteger el terreno, y él siente que eso es lo que ha estado haciendo. Al preguntársele qué piensa él de la decisión de la Corte, nos dijo que por un lado está de acuerdo, pero por otro lado no, porque lesiona sus intereses económicos al no poder hacer construcciones.
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