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Un Rojo: el alma de la fiesta del Caricaco

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En el Festival Caricaco sonó música de todo y para todos. A el que no le gustaba algún grupo, le gustaba el otro y viceversa; sin embargo, la banda Un Rojo se encargó de echarse a todos en la bolsa con un conciertazo de casi dos horas, convirtiéndose así en la cereza del pastel de la clausura del festival.

El concierto se realizó el pasado sábado 18 de abril, en el marco del tercer día del Festival Caricaco 2015, teniendo como sede Finca Austria, en Nosara.

Durante las más de diez horas de música, Un Rojo fue el conjunto que logró juntar a más asistentes en la zona de conciertos, que a pesar que no estuvo lleno en su totalidad, se estiman que más de 600 personas visitaron el evento.

Descalzos, con sandalias o con tennis, los festivaleros no perdonaron ni una sola pieza de Un Rojo para bailar y llevar la fiesta al tope más alto.

Para las horas de la tarde, muy pocos asistentes visitaron Finca Austria. Sin embargo muchos se ambientaron desde temprano.

Tarde veraneada

Con un rico sol picante y un cielo totalmente despejado, a eso de las 4 p.m, el cantante local Patrick Cooke fue quien arrancó la jornada de conciertos, acompañado de los músicos con los que integra el grupo Peladas Dog.

Aunque muy pocos asistentes estuvieron al inicio, Cooke le dio un aire de feria norteamericana al festival, en donde algunos jugaban con frisbee y otros aprovechaban  tomarse una cervecita o caminar por el campo.

La tarde también estuvo amenizada  por las bandas Mumble Riot y Ave Negra, quienes le dieron el feeling rockero al festival.

Los más pequeños también disfrutaron del Caricaco, pues unas cuatro piscinas de plástico estuvieron a disposición para que los padres llevaran a los niños a refrescarse un poco del potente sol nosareño.

Además de la música, la actividad ofreció diversidad de comidas y a precios accesibles, para que la gente no pasara hambre durante la jornada. Hamburguesas, tacos, pizzas y burritos vegetarianos fueron parte del menú, sumado a los puestos de bebidas.

Conforme el sol se escondía, más personas se iban reuniendo el recinto; sin embargo, daba la impresión que muchos prefirieron esperar hasta la noche.

A las 10 y 20pm  la agrupación Cocofunka le apregó un aire latino al festival.

Velada fiestera

Con un sonido gypsy funky muy particular, la banda Passiflora fue el primer grupo de la noche que empezó la velada con algunos temas pegajoso como “Terremoto”.

Como es de costumbre en Passiflora, los músicos salieron al escenario con un outfit sincronizado: las mujeres lucieron enaguas floreadas con tops de colores, mientras que los hombres utilizaron pantalonetas playeras y camisetas lisas.

“Estamos muy contentas de regresar a Nosara, de estar nuevamente este año en el Caricaco, pues nos encanta. Muchas gracias por recibirnos”, dijo Mariana Echeverría, vocalista de la banda.

Ya con la noche más avanzada, tocó el turno de los alternativos de 424 que hicieron un recorrido por canciones de su último disco “Oro”, como otros materiales anteriores.

La agrupación tomó por sorpresa al público cuando ejecutaron un clásico de los 80s, “La Chica de Humo”; aquel viejo tema que cantaba el mexicano Emmanuel, pero con aire contemporáneo que invitaba a bailar.

Mientras los roqueros tocaban, algunas personas aprovecharon  para hacer sus trucos de malabares y otros para impresionar con el uso de fuego.

Luego del rock indie, la noche giró su curso a un lado más latino y pachanguero, con los músicos de Cocofunka. La energía de Javier Arce en el escenario logró que los asistentes empezaran con el baile y los brincos.

No obstante, fue Un Rojo quien llevó la noche a la cúspide, en un concierto que comenzó a eso de la media noche.

Desde que sonó la primera tonada de la canción “Easy”, los festivaleros se congregaron en la zona de concierto. El reggae no fue solo atractivo para a gente, sino también para los mismos músicos de otras bandas que aprovecharon para contemplar el recital y pegarse la bailadita.

La agrupación podría presumir que tocó todo el cassette y hasta le dio vuelta, al punto que terminaron el show y salieron tres veces más al escenario, por petición del público.

Desatino para algunos o fortuna para otros, Un Rojo cerró el show con música de la leyenda de Bob Marley, interpretando el hit “Could You Be Love”.

La bailada con el grupo de reggae dejó muerto a más de uno, ya que para el final de la noche con los djs` The Chinese Beats, eran pocos los fiebres que quedaban bailando.

Sin duda, la costa tuvo su gran fiesta en un Festival Caricaco que mostró un crecimiento a nivel de producción, pero que lucha por ganarse el reconocimiento del público y la atracción de otros vecinos del país.

 

 

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