Nicoya, Nosara

Vecinos de Las Delicias de Garza se las ingenian para construir puente peatonal

En abril pasado los vecinos de Las Delicias de Garza recibieron una noticia que los desanimó: la Municipalidad de Nicoya no les solucionaría este año la falta de un puente en su comunidad. 

En ese momento, el ingeniero municipal Julio López dijo que difícilmente el puente estaría listo para la época lluviosa, porque primero debían hacer los estudios preliminares con recursos que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) destina a obras por afectación de la tormenta Nate, de 2017.

Los estudios preliminares son apenas el primer paso para empezar una obra. Después de eso, la muni debe buscar recursos para el diseño y la construcción del puente. Pero, ¿deberían arriesgar sus vidas un invierno más ante la falta del puente?, ¿debían quedar incomunicados, o pasar por la corriente para ir a sus trabajos y centros educativos? 

En el mismo mes de abril, cuando recibieron la noticia, los vecinos empezaron a idear la forma en la que ellos mismos podrían solucionar la falta del puente. La historia de unos vecinos de Ostional que construyeron su propio puente, les impulsó aún más a buscar la forma de lograrlo de la misma forma.

Cuando yo vi esa nota en La Voz de Guanacaste se la envié a la comunidad y les dije: ¡vean la inspiración, fueron los mismos vecinos! Y eso ayudó a que tomara más fuerza”, cuenta Rebeca Montero, vecina de Las Delicias.

La comunidad conformó el Comité Puente de Las Delicias, liderado por la vecina Jackelin Gutiérrez. Empezaron a reunirse y a comunicarse a través de un grupo de WhatsApp para organizar rifas, ventas de comidas y bingos. 

Aunque la idea inicial era construir un canopy, después pensaron que no era lo mejor porque al otro lado de la quebrada viven algunos adultos mayores. “Entre todos decidimos mejor hacer un puente de hamaca”, cuenta Montero. 

Un residente de la comunidad, llamado Luis Matarrita Castillo, quien se dedica a la construcción, se encargó de hacer la lista de materiales y el diseño del puente. Otros vecinos de Nosara donaron cemento, maquinaria y dinero para comprar los materiales que necesitaban. En total recaudaron aproximadamente ¢1,4 millones. 

Cada sábado y domingo de agosto, un grupo de entre cinco y diez vecinos donaron su mano de obra, liderados por Matarrita, y así lograron construir el puente de hamaca cuyas columnas están enterradas a un metro de profundidad. El puente tiene 1,2 metros de ancho, 36 metros de longitud y está a 4 metros sobre el nivel de la tierra.

“Es una inspiración para toda la comunidad”, dice Montero. “Muchas veces en las zonas rurales las comunidades no hacen nada porque piensan que no pueden, pero esto nos demuestra que sí se puede”, agrega.

En la municipalidad, el ingeniero Julio López dice desconocer la obra de los vecinos, pero confirma que la muni continuará con el diseño del puente y que más bien están pensando un puente vehicular.

Quisimos ir más allá y presentar un proyecto de puente vehicular, porque sirve tanto para el peatón como para un vehículo, y eso podría promover un desarrollo en la zona”, cuenta López.

Montero dice que el pueblo acogería bien la idea de un puente vehicular. “Sería hermoso la idea de que haya un puente para automóviles, porque al otro lado vive una señora con epilepsia, entonces sería bueno que una ambulancia pueda entrar para cualquier emergencia”. 

“Pero impediríamos a toda costa que nos destruyan nuestro puente para crear el otro”, agrega, porque eso les quitaría un gran logro: desde el 24 de agosto anterior, cuando inauguraron el puente, ningún vecino volvió a dejar su motocicleta al otro lado del río por temor de que no tuvieran cómo salir. 

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