Cuando Enid Ruiz se dio cuenta de que ella sola no iba a resolver el problema del faltante de agua en su comunidad de Playa Hermosa de Carrillo, buscó refuerzos y la ayuda de sus vecinos.
En setiembre del 2016, los vecinos conformaron el Comité de Emergencia del Agua en Playa Hermosa para empoderarse y exigirle al Gobierno una solución rápida a las pocas horas de agua al día que recibían agua y la falta de calidad del líquido (llegaba con sabor a sal y tierra).
La vicepresidenta del Comité, Arellys Vallejos, contó a La Voz de Guanacaste que empezaron a pedir cada semana informes al AyA sobre el avance del nuevo acueducto (llamado Trancas) que le daría una solución definitiva a su problema.
“Nos reuníamos con el encargado del acueducto cada ocho días y le exigíamos soluciones rápidas y precisas”, contó.
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También buscaron a medios de comunicación como La Voz de Guanacaste para aumentar el impacto de sus reclamos.
La publicación “Playas Hermosa y Panamá se quedan sin agua pese a advertencias de estudios desde hace 15 años” fue parte de los insumos que utilizaron los vecinos para que las autoridades los escucharan.
“Después que publicaron nuestra problemática vimos la luz y las autoridades nos empezaron a escuchar con más atención ”, contó la actual presidenta del comité, Enid Ruiz.
Sus reclamos empezaron a ver resultados. Un mes después de unirse, el AyA comenzó a trasladar agua de forma más seguida a sus hogares en camiones cisternas.
Ruiz relata que los camiones vaciaban el agua directamente al acueducto y que esto mejoró la presión en las tuberías para que el líquido llegara a las viviendas ubicadas en las zonas más altas y lejanas al acuífero.
Ahora, los vecinos pueden abrir el tubo entre las 6:00 am y hasta las 7:00 pm y encontrar agua potable.
Pozos alquilados
El plan inicial del AyA para llevar agua de calidad a los vecinos de Hermosa y Panamá era alquilar una planta desalinizadora para quitar la sal del agua de los pozos, que se había filtrado por la presión que hace el agua de mar contra los pozos sobreexplotados o secos por el efecto del verano.
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Sin embargo, el instituto descartó utilizar este tipo de máquinas porque su costo era muy alto, explicó la asesora del AyA, Sandra Salazar.
En cambio, decidió conectar cuatro pozos que están en las comunidades de Apestegui y de Girón (en Sardinal de Carrillo) con la red que abastece a Playa Hermosa y Panamá y así aumentar el caudal con hasta 50 litros por segundo.
El proyecto, conocido por los vecinos como Tranquitas, está ubicado en dos terrenos alquilados que le cuestan ¢5.901 millones por mes al AyA, confirmó vía correo electrónico el vocero de la institución, David Quirós.
“Desde que empezó a funcionar el proyecto Tranquitas hemos tenido agua sin sal todos los días”, comentó optimista Ruiz.
Otra victoria de los vecinos es que ahora tienen una comunicación más fluida entre ellos y las autoridades del AyA mediante un grupo de Whatsapp por el cual se comunican y envían reportes sobre cortes o fugas en el servicio.
Para el primer trimestre del 2018, AyA se comprometió a terminar la construcción del nuevo acueducto en Papagayo Sur, conocido como Las Trancas, con un costo de ¢3.500 millones. De ahí se aprovecharán 250 litros por segundo para las comunidades y desarrollos turísticos en la zona de Hermosa, Panamá y Papagayo.
Comunidad no se cansa
Enid Ruiz y sus compañeros del comité se sienten contentos con el avance de estos proyectos y lo que han alcanzado hasta ahora. Sin embargo, van por más.
“El siguiente paso es tener agua las 24 horas”, contó muy decidida.
En setiembre, el comité se reunirá una vez más para encontrar una solución para que el servicio de agua no se interrumpa durante la noche y la madrugada.
Sandra Salazar, del AyA, dijo que están anuentes a escuchar las peticiones de los vecinos para encontrar una solución.
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