Nicoya

Víctimas de residencial Don Mario en Nicoya idean un plan para remediar el fallido proyecto

This post is also available in: English

La vida de Paula Herrero cambiará cuando tenga una casa propia. Mientras eso pasa, vive en la casa de unos familiares, pero entre tantos ruidos y unas siete personas que conviven, el espacio se le hace más y más pequeño. 

No puede trabajar desde la casa como estilista porque no hay espacio suficiente donde vive, pero tampoco puede buscar empleo fuera porque está dedicada a los cuidados de su hija con discapacidad que tiene 9 años. Un espacio únicamente para ella y su hija, cree, haría que su vida tome otro rumbo. 

Podría recibir clientes en la casa y ayudarme a mí y a mi hija. Eso no lo puedo hacer ahorita. Sería recuperar la esperanza de tener una mejor vida”, cuenta la madre soltera.

Paula era una de las personas que un grupo de supuestos desarrolladores enlistaron en el Don Mario, un proyecto habitacional que nunca logró recibir todos los permisos necesarios del terreno y cuyos encargados terminaron desapareciendo, sin dar respuestas a las familias involucradas, relatan las afectadas. 

Aunque Paula dice que había perdido la esperanza de una casa propia, hoy decide creer nuevamente. Es una de las jefas de hogar a quienes beneficiaría el proyecto Zona Azul, un plan que estipula construir al menos 150 hogares de interés social para familias nicoyanas en condición de pobreza, integradas por personas adultas mayores o con discapacidad. Las personas que reciban el beneficio no pagarían primas ni ningún otro costo para la construcción de las viviendas. 

Cuando el proyecto Don Mario fracasó, la Asociación Pro Vivienda Guanacasteca (APVG), un grupo de mujeres organizadas que también resultaron engañadas con Don Mario, retomó esas listas e inició un proyecto totalmente nuevo, que no involucra de ninguna forma a los antiguos desarrolladores del fallido proyecto. 

La APVG espera la aprobación de los permisos constructivos por parte de la Municipalidad de Nicoya, para iniciar los trámites para la solicitud de aprobación de proyecto por parte del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) y el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU). Este sería el primer proyecto de vivienda de interés social elaborado en Nicoya desde hace casi 30 años, según el mismo sitio web del Banhvi

Según el desarrollador encargado de la construcción, Marcos Sequeira, el proyecto está “apenas naciendo” y todavía no puede decir la fecha en que entregarían a las familias potencialmente beneficiarias. 

Aún así, Zona Azul ya tiene la declaratoria de interés social por parte de la cooperativa de crédito Coocique y cuentan con todos los permisos necesarios del AyA, Setena y Coopeguanacaste, según documentación obtenida por este medio.

Proyecto inició de cenizas

LA APVG empezó a idear el proyecto comunal en el 2019, cuando asistieron a buscar respuestas sobre Don Mario a una reunión con la exprimera dama de la República Claudia Dobles que hizo en la escuela San Martín de Nicoya. En ese entonces no estaban organizadas, pero la incertidumbre provocó que trabajaran juntas para exigir más claridad en si iban o no a recibir las casas que los desarrolladores del antiguo proyecto les habían ofrecido. 

Esa vez el despacho de la primera dama les informó que las probabilidades que Don Mario avanzara eran casi nulas y que tampoco podían hacer nada al respecto por ser una iniciativa privada. 

Estábamos desconsoladas, muchas (de nosotras) perdimos mucho dinero y esfuerzo”, recuerda la presidenta de la asociación, Lorgie Moraga.

Los asesores de Dobles les informaron a las madres que aunque el Estado no podía plantear un proyecto habitacional por su cuenta, pero que la primera dama estaba dispuesta a asesorarlas para que ellas iniciaran un nuevo proyecto social de vivienda. Lorgie y el resto de madres aceptaron sin pensarlo. Al final, cuenta la líder, no tenían mucho que perder.

Durante los siguientes tres años las mujeres buscaron apoyo en instituciones estatales y privadas y desarrolladoras con ayuda de la arquitecta Dobles. Así consiguieron aliarse con la Municipalidad de Nicoya, desarrolladores y varios ministerios. 

Comenzamos como un grupo de apoyo mutuo, porque al final nos sentimos robadas, estafadas. De ahí iniciamos tocando las puertas que se nos ocurrían, hablando con desarrolladores y personas que nos ayudaran a cumplir este sueño”, relata la vicepresidenta de la asociación, Hazel Dinarte. 

El terreno donde la APVG planea construir el proyecto está ubicado cerca de la Universidad Nacional (UNA) en Nicoya. Actualmente está opcionado, es decir, que el proyecto cumplió con una precalificación de compra y espera a que el banco les de el crédito. Además ya tiene la capacidad hídrica para albergar hasta 300 hogares, según lo indican los documentos del AyA. 

En esta primera etapa, explica Moraga, solo construirán 150 estructuras, pero no descartan expandir el residencial posteriormente.

Mujeres del proyecto Zona Azul presentan avances del plan a la exprimera dama Claudia Dobles en febrero del 2022. Foto: Municipalidad de Nicoya

Apoyo de organizaciones

Moraga asegura que como parte de su labor acudieron a líderes comunales del centro de Nicoya para que sean estos los que las enlacen con el resto de víctimas del antiguo proyecto Don Mario. Zona Azul está colaborando con la Asociación Nicoyana de Personas con Discapacidad (Asoniped), múltiples organizaciones de adultos mayores y asociaciones de desarrollo. 

Según la presidenta de Asoniped, Patricia Ruiz, su asociación tiene una lista con al menos 46 personas con discapacidad que podrían calificar para el proyecto, cinco de ellas están confirmadas y han asistido a reuniones convocadas por la asociación de vivienda. 

La Municipalidad de Nicoya está apoyando el proyecto, sin embargo, el alcalde Carlos Armando Martínez aclaró que no es una iniciativa municipal y que al apoyarlo “ni la muni ni el alcalde se estaría beneficiando directamente”.

Como alcalde trabajé como puente entre las instituciones de gobierno y la asociación”, aclaró Martínez. “Tengo que decir que no estamos beneficiando en acelerar procesos de ninguna forma, pero como es un proyecto tan importante, sí ayudamos a orientar al desarrollador y las líderes”, agregó.

La vicepresidenta de la asociación, Hazel Dinarte, relata que el municipio empezó a colaborar con las mujeres hasta que ellas presentaron planos, rutas de acción y solicitudes formales de permisos. “El alcalde al principio temía involucrarse, por el pasado de Don Mario, pero entendió”, asegura

Martínez dijo que la municipalidad no tiene información sobre qué pasó con el proyecto Don Mario. Las mujeres también mencionaron que no han recibido ninguna actualización del tema desde hace “ya varios años”.

Proyecto planea reducir brecha de vivienda en Nicoya

La presidenta de la asociación afirma que aunque Zona Azul es el primer paso para traer vivienda a Nicoya, no será el último proyecto que realice la APVG. Moraga afirma que desde que comenzaron a trabajar en el proyecto, descubrieron que hay grupos que son más afectados por problemas de viviendas, como las mujeres y los ancianos. 

Estos proyectos a veces son la única solución para que esas personas encuentren dónde vivir”, dice. 

El experto en vivienda social, Esteban Amador, opina igual que ella. Amador asegura que los proyectos sociales como Zona Azul, en conjunto a otros planes sociales como préstamos para emprendedoras y pequeñas y medianas empresas (pymes), son una plataforma para erradicar el círculo de la pobreza en zonas de riesgo. 

El especialista cree que si una familia en situación de pobreza deja de usar su capital en el pago de alquileres, puede destinarlo a otros rubros que ayuden al núcleo a salir del ciclo de pobreza, como liquidar deudas, o invertir en educación y nuevos negocios. “También hace que las familias inviertan en el futuro, sin preocuparse en quedar en situación de calle”, dice el especialista.

Debido a los requisitos, porcentajes de primas y tasas de intereses en el escenario actual de vivienda, Amador dice que este tipo de proyectos son las únicas oportunidades para que familias con bajos ingresos logren acceder a un hogar propio. 

El experto también plantea que la situación de vivienda es aún más complicada para mujeres madres de familia, porque la falta de hogar puede convertirlas en seres más vulnerables ante espacios de violencia doméstica o dependencia económica de sus parejas.

Para Paula, un espacio propio le daría independencia económica y un espacio más saludable para el desarrollo psicosocial de su hija con discapacidad. “Nosotras lo que esperamos es ayudar a mujeres como nosotras”, dice Lorgie Moraga. 

La asociación seguirá esperando el visto bueno municipal, para iniciar la travesía de “una mejor Nicoya”, como ellas mismas lo comentan.

Comentarios