Nunca creí que sucedería en mi país de paz, pero hoy vivimos la guerra por el agua gracias a la administración actual de la ASADA del Proyecto Americano de Nosara.

Esta asociación es gobernada por extranjeros que no respetan las leyes costarricenses y por el contrario demuestran incredulidad y menosprecio por el estado en el que se hospedan con tanta comodidad.

Esta ASADA es un gobierno paralelo, más poderoso que la Municipalidad de Nicoya, el CFIA o el AyA, ellos regulan con el poder del agua, deciden quién, qué y cuándo se desarrolla un proyecto.

Establecieron procesos complicados para adquirir el agua, exigen una lista de documentos mayor que los necesarios en el CFIA y la Municipalidad juntos. Pero esto no es nada comparado a tarifas de miles de dólares que cobran por una conexión de agua.

Esta ASADA justifica sus excesivas tarifas en el “excelente” servicio que brindan, sin embargo, el servicio no es mejor que el que obtenemos a 2 km, en el Pueblito de Nosara, donde la ASADA es administrada por ticos y las tarifas son como mínimo, 25 veces más baratas.

Esta ASADA, además de manejar a su antojo el desarrollo de la comunidad, establecieron un sistema de terrorismo. Aterrorizan a futuros desarrolladores haciéndoles creer que lo que planean construir es ilegal o anti-ecológico y aterrorizan a sus abonados, diciéndoles que están en riesgo de perder sus servicios privilegiados, en el caso de que les regulen sus tarifas o pasara a manos del AyA.

La crisis económica ya ha golpeado lo suficiente la estabilidad socio-económica Nosareña, la construcción está prácticamente detenida, los empleados de la construcción son aproximadamente el 80% de los hombres del pueblo y están desempleados. La negativa de la ASADA de proveer de agua está agudizando esta situación al tener desde hace más de dos meses totalmente cerrada la llave del agua, la llave del progreso. Lograr una conexión de agua de esta ASADA, tarda meses y hasta años, después de desgastantes y costosos procesos legales. Y mientras se quejan de no tener presupuesto para mejorar la infraestructura, gastan millones en abogados y burocracia interna.

Los proyectos que no se realizaron por este motivo, no solo dejaron de emplear constructores, además detuvieron una cadena de empleos y actividad turística.

Es urgente un plan de regulación urbana ejecutado por la Municipalidad de Nicoya, para que podamos desarrollar esta zona de manera sostenible, pero es aún más urgente que el Gobierno de Costa Rica intervenga la ASADA del Proyecto Americano, y que restablezca una visión solidaria, humilde y respetuosa de la ley, con personas que estén concientes de que en Costa Rica, el agua es un bien público.