Cuando llega el Año Nuevo es común que rememoremos los momentos altos y bajos del año anterior. El 2009 le dio a las personas de Nosara, y del mundo entero, más cosas para contemplar que para celebrar. Muchos perdieron la cabeza, y hasta sus camisas, y al hacerlo nos movieron el piso al resto de nosotros. Combinando el número y la intensidad de los desastres económicos ocurridos, se podría decir que hemos estado viviendo al borde del peligro, hasta podríamos decir que hemos sufrido de un caso agudo de negación colectiva.
Inevitablemente hemos caminado por la borda del barco de la negación, que se hunde, dejándonos a todos flotando en el fuerte oleaje de la realidad. La recuperación ya se vislumbra en el horizonte durante el 2010 pero no todos estaremos usando camisas de diseñador.
Una experiencia que altera nuestras vidas, o el riesgo del peligro inminente, nos asusta y nos hace reconocer la realidad. Lo que vemos no es el mundo como lo conocíamos sino el mundo como realmente es. Con “los ojos bien cerrados” hemos ignorado realidades que, de haberlas considerado, aun estaríamos flotando en aguas tranquilas. En nuestro mundo de fantasía siempre hemos creído, y nos han hecho creer, que podemos comprar, tomar prestado y pedir “a lo grande” el camino a la felicidad. Fue una verdadera descarga que dejó nuestras cuentas personales de sabiduría en cero.
Nuestros portafolios de sabiduría personal se ven sólidos para el año 2010. Los depósitos de “si tuviera”, de “peros” y de “y…” fueron sustanciales y podrán financiar nuestras decisiones futuras. En vez de satisfacernos a nosotros mismos a cualquier costo consideraremos todos los riesgos potenciales. El depósito de una McMansion nos recordará a todos que las tallas únicas no le quedan a todos los presupuestos a pesar de las habilidades de persuasión de aquellos que se aprovechan al persuadir a los demás. Esto fue seguido por un frenético depósito en el departamento de la confianza, refiriéndonos a en quienes podemos confiar. Aquí se aconseja realizar retiros frecuentes y solo acumularán intereses conforme se fortalezca la confianza en nuestras habilidades para tomar decisiones sabías por nosotros mismos. El componer ese interés será la revelación de que los números no siempre nos brindan seguridad. Millones de McMansiones han caído como castillos de arena. Muchas personas tomaron decisiones precipitadas sin el conocimiento necesario con respecto a sus medios financieros y ahora sufren las consecuencias. Nuestro mayor golpe de suerte será el valor inestimable de nuestro autoestima, el cual ganaremos al pensar por nosotros mismos. No es posible comprar, pedir prestado o “agrandar” el camino a la felicidad. Para que un sueño se haga realidad debemos despertarnos. ¡Así que a levantarse y a brillar en el 2010!
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