La agrupación de más de 300 pescadores del Pacifico Costarricense llamada Uniendo Pescadores y la organización costarricense ambientalista Programa Restauración de Tortugas Marinas (Pretoma), afirman que la pesca intensiva realizada por los barcos atuneros esta acabando con la población del atún, y por ende, con su pesca.
El barco atunero Maria Eulogia, pescando en Playa Garza durante el 21 de Noviembre. Según Mathew Jorn, capitán del barco que filmo
al atunero, habían cerca de 100 delfines alimentándose del atún, y dentro del grupo se encontraban también delfines bebes.
Adolfo Benavidez, Vicepresidente de Uniendo Pescadores, afirma que “hay temporadas en que el atún desaparece” y que en términos generales “ha bajado mucho la producción en los últimos 3 años”. Por su parte, Edgar Castillo, técnico en comportamiento animal, y quien trabaja en Pretoma desde el 2003, coincide en que “el mayor problema de Costa Rica no es la deforestación sino la pesca intensiva” y agrega que ya se está protegiendo el 50% de los bosques del país, pero que solo se protege un 1% de los mares costarricenses, los cuales conforman 598.000 km cuadrados, 10 veces más que tierra firme.
Sin embargo, Luis Dobles, Presidente del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), dice que “esa valoración (de Pretoma) no tiene sustento físico” y que Costa Rica es uno de los 20 países que pertenecen a la Convención Interamericana del Atún Tropical (CIAT), organización encargada de asignar las “cuotas” o cantidad de atún que cada país puede pescar basados en estudios científicos.
El debate surge a raíz de que, Mathew Jorn, de nacionalidad estadounidense y capitán de un barco de pesca deportiva, filmó pescando a un barco atunero a 30 millas náuticas de la costa, el pasado 21 de noviembre en las aguas de playa Garza, Guanacaste. Un vecino de la zona envió el video a varios medios diciendo que el barco atunero llamado María Eulogia era de bandera venezolana y que, no solamente estaban pescando ilegalmente, sino que el barco había sido investigado previamente por pescar en la zona protegida de la isla del coco.
La cadena de televisión costarricense Repretel, presentó en su edición de la noche del 21 la información dada por el vecino de Garza y, el 23 de noviembre, Dobles respondió que el barco cambio la nacionalidad de su bandera de venezolana a nicaragüense y que tiene los permisos de pesca en regla, y aprovecho para aclarar, que el Incopesca incorporó un nuevo sistema de localización satelital que monitorea a los barcos atuneros para así asegurarse que no ingresen en las zonas protegidas e incurran en acciones ilegales.
Un problema mundial
Se sabe que las poblaciones de atún en el mundo han disminuido considerablemente y que especies como el atún rojo del Océano Atlántico, están siendo sometidos a una pesca excesiva debido a la fuerte demanda mundial.
El mismo CIAT ha aceptado en mayo del 2009, “que la producción potencial del recurso puede ser reducida si el esfuerzo de pesca es excesivo” y establece como medida de conservación, que rige hasta el 2011, que todos los barcos atuneros deben respetar los periodos de veda- prohibición de pesca por período de reproducción. Sin embargo, los ecologistas del mundo consideran que ésta medida no es suficiente.
¿Quién puede pescar atún?
A pesar de que Costa rica no tiene una flota pesquera nacional, la CIAT le otorga una “cuota” de pesca anual. El Ministerio de Agricultura y Ganadería, basándose en estudios de Incopesca, es la entidad que le asigna las cuotas a las industrias para que ellas hagan contratos con los barcos atuneros internacionales. La industria nacional más importante es Sardimar.
Estos barcos pueden pescar entre 600 a 1200 toneladas de atún en 60 días. El precio del atún es de $1000 por tonelada, por lo que los barcos tendrían una ganancia que oscila entre $600,000, a $1,200,000 por desembarco en el puerto privado de Caldera.
La mayoría de los hoteles y restaurantes de Nosara y Samara, reciben sus productos de los vendedores de Puntarenas. Según Fulvio Soto Tabash, comprador y revendedor de pescado, los pescadores artesanales nacionales, pueden desembarcar un promedio de 300 mil kilos de atún cada 3 meses, el cual se vende a 1700 colones congelado o 5000 colones fresco.
Si tomamos en cuenta que casi la mitad del atún se vende congelado y la otra mitad fresco, tenemos un total de $2000 dólares por desembarco, 600 veces menos que los barcos atuneros.
El creciente consumo de atún y su industria millonaria
En un artículo publicado en agosto del 2010 por el semanario El Financiero, y basado en las ventas de la empresa Sardimar, el consumo de atún es de 12 latas por persona por año. Sardimar es la única industria maquiladora (transformadora de producto) nacional debidamente registrada en Incopesca.
Consultada la empresa sobre si ha notado una reducción en la pesca o población de atún, Shirley Romero, Gerente de Responsabilidad Social y Comunicación Corporativa, responde que “según el último reporte de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIATT), el total pescado durante este año del atun amarillo equivale a un 98,35% de lo que se pescó el año anterior, es decir que no podría concluirse que hay un cambio relevante en los volúmenes de pesca o en la salud del recurso”.
Sardimar no solo abastece mayoritariamente al mercado interno de Costa Rica, sino que también importa a más de 30 países, dentro de los cuales se encuentran Estados Unidos, Europa, Canadá y México. Solo en el 2008, Sardimar facturó $74 millones por consumo en Costa Rica, un 30% más que en 2007.
A seguir pescando
Si bien ya se han publicado estudios científicos independientes de la CIAT, que pronostican una probable sobrepesca en el Pacifico central, tanto Incopesca como Sardimar consideran que no existe evidencia fisica. “Nuestra producción no ha bajado (sino) todo lo contrario”, asegura Romero cuando se refiere a la producción de atún enlatado.
Así que todos aquellos que disfrutan comiendo de un saludable arroz con atún, a un precio razonable, podrán seguir haciéndolo en un futuro inmediato. Por lo menos, así lo asegura Sardimar.
¿Delfín a salvo?
Gracias al rechazo de los consumidores estadounidenses en un principio, y luego de que se unieran los consumidores de Europa, en 1992 se crea el llamado “Dophin safe” (Delfín a salvo), medida que asegura la no matanza de delfines en la pesca atunera.
Los delfines y atunes suelen comer juntos ya que ambos se alimentan de sardinas o “macarelas”, donde el atún come por debajo y el delfín por los costados del cardumen. La CIAT, que tomó las reglas del “Dolphin safe”, es la encargada de asignar y pagarle a un biólogo que, viajando con los barcos atuneros, es el observador que fiscaliza la no mortandad de delfines.
Pero Miguel Gómez, Coordinador de Campaña de Pretoma, dice que “los pescadores de Puntarenas nos informan que se están matando delfines”. Agrega que la única misión de los biólogos observadores “es ver que no se maten delfines, no así que no pesquen dentro de las aguas protegidas o ver si los barcos matan tortugas”.
Incopesca se defiende argumentando que el índice de muertes de delfines en Costa Rica es el más bajo de la historia llegando a 0.01%.
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