Sabino Quintanilla es abogado de profesión y liberiano de “sepa”, como él mismo se define. Fue dirigente del Partido Liberación Nacional (PLN) desde su adolescencia y hasta el año 2002.
A sus 60 años, asegura que Liberación se alejó de sus raíces ideológicas, al tiempo que sus representantes quedaban más en deuda con las comunidades.
“Mi madre y mi padre fueron liberacionistas y figueristas desde tiempos de la guerra y ellos también dejaron de votar por el PLN. Son partidos muy desgastados”, dice. “Ahora es la gente de cierta edad la que sigue votando por ese partido, pero la gente joven no”, agrega Quintanilla.
Desilusionados o no, miles de guanacastecos han dejado de confiar en el partido más tradicional de la provincia.
Según un análisis realizado por La Voz de Guanacaste con datos de las elecciones presidenciales en primera ronda desde los años 50’s, Liberación Nacional es uno de los partidos que más adeptos pierde en la provincia, aunque se mantiene como el partido favorito de los guanacastecos, tanto para la presidencia como para dirigir sus municipios. VEA INFOGRAFÍA.
Mientras en 1990 un 38% de los votos de la provincia fueron por el PLN, en las elecciones del 2014 solo un 26% quiso a un presidente liberacionista. Aún así, en Guanacaste no ganó el Partido Acción Ciudadana como en el resto del país, sino Liberación.
Menos verde, pero…
Al menos dos razones explican ese desencanto por el partido. En primer lugar, el nacimiento de nuevos partidos políticos dispersa el voto del electorado. En segundo lugar, las comunidades se vuelven más exigentes y buscan propuestas frescas, alejándose de las tendencias históricas.
“Guanacaste refleja similitudes con lo que pasa en el resto del país y también con lo que se considera un fenómeno global. Por ejemplo, estamos ante un electorado menos fiel y eso hace que no exista una hegemonía absoluta de parte de ningún partido. Lo que sufre el PLN lo sufren todos”, dice Roxay Rosales, analista político.
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En ese ir y venir de votantes, son los partidos políticos recientemente conformados como el Frente Amplio (FA) y el PAC los grandes ganadores.
En las elecciones del 2014, por ejemplo, el FA sobresalió como la fuerza política que ganó más adeptos en cinco de los 11 cantones que componen la provincia.
El Frente Amplio pasó de tener menos de un 1% de los votos guanacastecos en el 2010 a casi un 13% de los votantes en la primera ronda electoral del 2014.
Lo que viene
“La proliferación de partidos sin duda nos afecta pero somos un partido con muchísima experiencia y ese es el brazo más fuerte que tenemos”, asegura el candidato presidencial por el PLN para el periodo 2018-2022,Antonio Álvarez Desanti.
En el caso del partido de Gobierno, el PAC, sus líderes están convencidos de que revertirán los resultados de las elecciones pasadas, cuando el partido fue el favorito de las provincias del centro del país, pero no de las provincias costeras como Guanacaste.
Para el gerente de campaña, Camilo Saldarriaga, un buen augurio fue la buena asistencia de votantes en la pasada convención interna del partido para elegir al actual candidato a presidente de la agrupación. Para la convención del 2013, 2.036 personas participaron del ejercicio, mientras que en el 2017 se registraron 4.913 votantes.
“La estructura del partido era bastante débil, pero eso cambió. Tenemos una presencia más fuerte y va a incidir todo lo que hemos hecho por Guanacaste durante la presente administración”, dijo Saldarriaga.
Sin embargo, los partidos políticos tendrán que enfrentarse a un enemigo más fuerte que sus rivales: el abstencionismo. En Guanacaste, pese a que el porcentaje de votantes que se niegan a participar de las elecciones es menor que en el resto de las zonas rurales, el abstencionismo es el ganador absoluto en por lo menos las pasadas cinco elecciones, con números que superan el 30%.
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