¿Cómo nos financiamos?

Cuando La Voz de Guanacaste nació en el 2005, como La Voz de Nosara, era un boletín informativo de la comunidad. Pronto se convertiría en una publicación mensual de noticias y opiniones de la zona. En aquel momento, cubría los distritos de Nosara, Sámara y Nicoya.  Ya para el 2013, el medio se transformó en La Voz de Guanacaste para ampliar su cobertura a toda la provincia.

Dos años más tarde,  La Voz de Guanacaste decidió cambiar su historia: no queríamos aspirar a ser un medio lucrativo sino un medio regional cuya misión fuera informar para que Guanacaste progresara. Era el momento de dejar de tener un solo dueño para ser el medio de todos los guanacastecos. De hecho, fueron los mismos dueños, los Johnson,  quienes impulsaron este cambio.

Así fue como  pasamos de ser un medio regional tradicional a una organización sin fines de lucro, con una junta directiva y de asociados a quienes les rendimos cuentas todos los años, y con la tarea de contarle a nuestros lectores, que son nuestros verdaderos dueños, los desafíos que debemos sortear para alcanzar nuestros logros.

La meta era continuar haciendo nuestro trabajo de manera independiente y mejorar las perspectivas de sostenibilidad financiera, abriendo la posibilidad de recibir donaciones.

Esa promesa se está cumpliendo. En los últimos dos años (2021 y 2022), únicamente un 43% de los ingresos de nuestro medio de comunicación vinieron de la filantropía de la familia Johnson. Un 48% provino de grants internacionales y un 9% de publicidad, eventos y ventas de merchandising, entre otros. 

Nuestros gastos se reparten en salarios (46,9%), aportes sociales (30%), operaciones (11,4%), gastos administrativos y de servicios (11.7%). Como asociación sin fines de lucro, reinvertimos todos los recursos que ingresan a La Voz de Guanacaste en sus propias operaciones periodísticas.