Medio Ambiente

Golfo de Nicoya: cuna de ostras

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Hace algunos años, quienes comían ostras era porque tenían la fortuna de viajar al extranjero o suficiente dinero para darse un “gustito” y comprar este producto importado; sin embargo, ahora  las ostras se están produciendo en el país y su cuna está en las aguas del Golfo de Nicoya.

Desde principios del 2015, un grupo de vecinos y familiares de Abangares de Colorado dieron vida al proyecto de Acuamar, el cual cultiva ostras orgánicas. Las ostras de producción orgánica no son sometidas bajos procesos químicos, pero Acuamar no cuenta con la certificación pues en Costa Rica no existe para ostras.

Raimundo Noguera, de 60 años de edad y miembro de la asociación de Acuamar, cuenta que seis años atrás su hijo Alex visitó España y regresó con la idea del cultivo de ostras.

“Mi hijo siempre tuvo la inquietud de cultivar pargo, pero cuando fue a Europa conoció de las ostras y así es como nace la idea del proyecto. Por ahí del 2009 empezamos entonces a buscar asesoría y así arrancó todo”, contó Noguera.

La familia buscó apoyo en la Estación de Biología Marina de Puntarenas, la cual forma parte de la Universidad Nacional de Costa Rica, donde recibieron capacitaciones y los enlazaron con otras instituciones que brindaron ayuda. El Ministerio de Agricultura y Ganadería les donó con ¢14 millones y el IMAS aportó ¢40 millones, mientras que la UNA se encargó de toda la enseñanza del cultivo.

Acuamar inició en el 2010 con una granja de ostras cerca de Paquera, en donde se crían y empacan las ostras para comercializar. Todo sucede en una casa flotante que utiliza electricidad por medio de paneles solares (ver Proceso).

No obstante, la reproducción de las ostras es muy difícil de manera natural, por lo que la Estación de Biología Marina cuenta con un laboratorio de “semillas”— crías de ostras— que se encarga de cruzar las especies y entregarlas con apenas tres milímetros de tamaño. En el país, además de Acuamar, hay cinco grupos que también se dedican a la producción de ostras en el Golfo Dulce y en el Golfo de Nicoya, quienes reciben semillas de la Marina.

Las ostras, al alimentarse de algas y plancton que hay en el mar, sirven de purificadores naturales para el agua, por lo que su cultivo favorece el océano.

Ostras que dan de comer

Además de ser un novedoso proyecto, ocho personas se están viendo beneficias con este negocio, ya que se ha convertido en una fuente empleo.

“Yo no era pescador, yo era agricultor de maíz y arroz, pero la sequía ha estado tan fuerte que yo quedé arruinado y tuve que empezar a ver qué hacía”, comentó Noguera.

Otro caso es el de María de los Ángeles Yzabá, esposa de Noguera, quien asegura que Acuamar es un gran aporte para su familia, pues antes no contaba con trabajo.

Por ahora, la pequeña empresa está vendiendo hasta 1000 ostras por semana, que llegan a medir más de ocho centímetros, en algunas ferias de San José y encargos, pero con la limitante que dependen de las semillas de la universidad.

“¡Esto es un proyectazo! En otro país estaríamos llenos de plata, el problema es que nosotros dependemos de las semillas que nos mandan, pues no tenemos la plata para hacer un laboratorio ni mucho menos la preparación para reproducir. Eso requiere de un biólogo”, aseguró Noguera.

El laboratorio envía por mes entre 6.000 y 20.000 ostras; sin embargo, en promedio solo el 30% de esas semillas logran crecer. Ante este escenario, la UNA tiene como proyecto crear otro laboratorio en Punta Morales de Chomes que incremente la producción de semillas.

Sin perder la motivación, los miembros de Acuamar sueñan con llevar sus ostras fuera de las fronteras costarricenses y ser una fuente de empleo para muchos ticos que ahora no tienen. 

 Raimundo Noguera y Marta Guadamuz trabajan en una de las dos unidades de producción que forman parte del proyecto de ostras Acuamar.  En este espacio cocinan y conviven con los otros seis empleados la mayor parte del tiempo.

¿Cómo se cultivan las ostras de Acuamar?

1.Cuando Acuamar recibe las ostras bebés de unos 3 mm que vienen del laboratorio, se meten en unos tanques con agua de mar filtrada,  para limpiarlas y que tomen un tamaño de 4.2 mm. Esto puede durar de 8 a 15 días.

2. Una vez que midan 4.2 mm, se meten en pequeñas bolsas de tela, y estas bolsas se introducen en una linterna– especie de saco de malla– para ser depositadas en el mar.

3.Las linternas se sacan cada ocho días para lavar las ostras con agua dulce y que reciban aire, para eliminar los parásitos.

4.Las ostras deberán pasar hasta siete meses en el mar para que tomen su tamaño ideal (mínimo 8 cm).

5.Cuando cumplen el tamaño, las ostras se depositan en unos tanques que contienen agua que es filtrada por rayos ultravioleta, para depurar el producto. Esto dura 24 horas.

Después de ser depuradas, las ostras se empacan y se refrigeran para ser comercializadas.

Si usted desea tener más información de Acuamar o realizar pedidos de ostras, puede comunicarse al 8825-6538.

 

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