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La Gallada: en las buenas y en las malas con la ADG

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La Asociación Deportiva Guanacasteca (ADG) tiene sus partidos de gloria, pero también juegos en los que fracasa por completo; sin embargo,  su afición no baja la guardia ni falta a ningún encuentro para apoyar al equipo y más bien, se han bautizado como La Gallada.

A pesar que la definición de “gallada” conlleva un significado negativo de pandilla, para los aficionados ese nombre se vincula más a una unión casi familiar y a un compromiso con el equipo nicoyano.

“Somos un grupo de amigos que nos reunimos con el único fin de apoyar a la guanacasteca. Aquí la palabra gallada más bien viene de camaradería. Somos una gran familia”, comentó Adal Barrantes, miembro de La Gallada.

Barrantes también explicó que nunca les ha gustado que los estereotipen con el término de barra, pues siempre se asocia a disturbios y conflictos en los días de juego.

“La gente dice barra y siempre piensan en violencia. Nosotros somos simplemente una afición, somos amigos todos. Nunca hemos hecho problemas, tampoco andamos tambores ni pitos, que son comunes en la barras”, dijo el aficionado.

El génesis de La Gallada

La historia de esta afición no es muy longeva. De acuerdo con Michael Vargas, desde hace dos años notaron que siempre coincidían los mismos que iban a apoyar al escuadrón guanacasteco y desde ese momento pensaron que debían juntarse.

“Decidimos que teníamos que unirnos y empezamos a desayunar juntos, y cada vez el grupo se ha hecho más grandes. Durante la semana pasamos hablando por WhatsApp de los partidos y nos llevamos muy bien”, dijo Vargas.

La Gallada se distingue del resto de los simpatizantes con una camisa blanca que lleva al frente la iglesia Colonial con el escudo de la ADG y en la parte trasera el cerro de La Cruz, con el nombre del aficionado.

Cada domingo, después de los partidos el centro de reuniones es el bar “Camino al estadio”, en donde el propietario Ezequiel Cáceres– conocido como Chequelo ameniza la tarde con chicharrones y hasta lo llaman como “El tata de La Gallada”.

“Fui directivo de la ADG cinco años y me encanta apoyarla. Los muchachos llegan al bar todos los domingos y le pusimos el nombre de ‘tarde juvenil’ a esas reuniones”, expresó Chequelo.

Actualmente los miembros de La Gallada superan los 40 aficionados y durante el mes de diciembre adoptan a una familia de escasos recursos para regalarla víveres y productos de necesidades básicas.

Pierdan o ganen, los de La Gallada aseguran que estarán siempre con la ADG y esperan que esa familia que han formado se incremente más con nicoyanos que amen con todo el corazón a la camiseta guanacasteca.

 

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