Durante noviembre del año pasado, varios padres de familia de Nosara presentaron una denuncia ante el Ministerio de Salud después de observar como algunos niños de la Escuela Serapio López presentaron problemas estomacales, presuntamente por tomar del agua que llega a la institución.
Ante una denuncia de esta índole, el Ministerio de Salud se encargó de girar una orden sanitaria al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA)para realizar los respectivos estudios; sin embargo, al consultar durante el mes de julio del presente año al encargado de la sede del AyA en Nicoya, Max Gómez, no hay señas ni registro de una presunta denuncia y por ende, no hay información sobre la gestión de un estudio bactereológico en la Escuela durante el mes de noviembre del 2012.
“Nosotros (AyA) realizamos constantes estudios en el agua de la zona durante el año para asegurar que sea potable. En caso de recibir alguna orden específica por parte del Ministerio de Salud para un análisis en el abastecimiento, lo remitimos al area encargada por zona, en este caso sería a la ASADA de Nosara para que tomen cartas en el asunto”, comentó Gómez, que asegura no poseer en sus registrosalguna orden de estudio de aguas por parte del Ministerio durante el pasado noviembre.
Cecilia Vázquez, Docente y Coordinadora de Bandera Azul de la escuela, comentó que desde el incidente, se les ha enseñado a los niños que traigan su propia botella de agua;sin embargo, manifiesta que muchas personas aún toman del agua de las instalaciones y que no han presentado ninguna alteración en la salud.
“Es imposible evitar que los niños tomen del tubo.Sin embargo, tampoco hemos tenido una alerta importante de problemas de salud por el consumo de agua”, manifestó Vázquez.
A pesar de la irregularidad sobre la presunta denuncia ante el Ministerio de Salud, Christoph Hubmann, Presidente de la ASADA de Nosara, cuenta con los resultados de un estudio realizado en febrero del presente año, por parte del Laboratorio Nacional de Aguas del AyA y uno adicional por parte del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Universidad Nacional, cuyos resultados muestran que el agua que sale de los 5 pozos de la comunidad de Nosara, incluyendo una muestra tomada en la Escuela Serapio López, es potable y, según Hubmann, esto demuestra que el agua no cuenta con mayores alteraciones que puedan preocupar a la comunidad.
“Ambos estudios demuestran resultados positivos, es decir, que estamos dentro de los niveles aceptables de abastecimiento de agua en la comunidad”, mencionó Hubmann.
La Universidad Nacional cooperará durante cinco años con la ASADA de Nosara, realizando estudios sobre el agua tres veces al año y así tener una mejor regulación del agua para el bienestar de la salud de los habitantes de la zona, complementario a los constantes estudios por parte del Laboratorio Nacional.
“A mi experiencia, la situación del año pasado, con los problemas de salud de varios niños en la escuela, pudo habersido un resultado del constante cambio en la calidad de agua debido a las temporadas de lluvia e inundaciones y sus consecuencias en el abastecimiento del agua”, estimó Hubmann.
Cabe recalcar que la actual ASADA de Nosara se encuentra en problemas legales debido a que no cuentan con los permisos de funcionamiento del Ministerio de Salud.
“Nuestra ASADA está en problemas en el sentido de que no tenemos los libros correspondientes para la Asociación y también se nos fue el tiempo de gracia para inscribirnos”, comentó Hubmann, quien se encuentra decidido a apresurar este proceso de legalización.
El sábado 27 de julio, la ASADA pudo realizar una Asamblea General Constitutiva, a la que solo asistieron 16 de los 600 usuarios registrados. Durante la asamblea se logró constituir la asociación y elegir una nueva junta de 5 miembros más un fiscal, aunque todavia tienen que hacer los tramites de inscripción. Hubmann sigue como presidente de la ASADA. Los otros miembros son: Jose Vinicio Reyes Aviles, vice president; Edith Quiros Avila, secretaria; Alicia Artavia Villegas, tesorera; Maritza Arrieta Garcia, Vocal 1; y Joaquin Aviles Majorga, fiscal.
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