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El riesgo del arsénico sigue latente en Bagaces

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Hay una buena y una mala noticia para los vecinos de Bagaces centro sobre los niveles de arsénico en el agua que consumen.

La buena, es que, con las plantas removedoras de arsénico, el promedio de los niveles reportados bajó de 13 ug/L (microgramos de arsénico por litro de agua) en el 2014, a 9 ug/L en el segundo semestre del 2016.

La mala, es que estos promedios siguen estando muy cerca del máximo permitido (10 ug/L) por la Organización Mundial de la Salud (OMS): el arsénico continúa presente en el agua que beben los bagaceños.

Las mediciones, además, no son exactas: existe un margen de error de dos microgramos hacia arriba o hacia abajo, afirmó la coordinadora del Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y el Caribe de la Universidad Nacional (HIDROCEC- UNA), Andrea Suárez.

“Por mejor calibrados que estén los instrumentos, siempre va a ver un margen de error de hasta dos microgramos por litro hacia arriba o hacia abajo”, explicó Suárez.

Es decir, si los niveles se mantienen en nueve, el riesgo de sobrepasar los límites de la OMS sigue latente.

Los datos son tomados de  los informes del Laboratorio Nacional de Aguas del AyA del 2015 y el 2016, solicitados por La Voz de Guanacaste a raíz de la duda de un lector bagaceño preocupado por los niveles de arsénico en el agua.  .  

Para el vecino de Bagaces, Minor Picado Camareno, tener información sobre la calidad de agua que consume la comunidad es sumamente importante, pero desde el año pasado espera una respuesta del AyA y el alcalde de Bagaces.

Las muestras fueron tomadas en ocho meses del 2015 y otros ocho del 2016 en distintos sectores del centro del cantón como Arbolito, Centro 1, Soda La Fuente, Los Chiles, y la oficina local del AyA en Bagaces.  

Para el AyA, los resultados son positivos a pesar de la constante presencia del químico en el agua, dijo el director del Laboratorio, Darner Mora.

“Lo importante es que Bagaces centro no pasa de 10 microgramos por litro de arsénico”, dijo.

Con él coincidió Suárez. “Nos venimos recuperando de una época de sequía. En realidad esperaba niveles más altos de arsénico”, expresó.

Según la especialista, en verano tiende a disminuir el agua, por lo que el arsénico se concentra y los niveles tienden a aumentar.

Cero es lo ideal

Los especialistas consultados coinciden en que, a largo plazo, la exposición al arsénico en el agua, aún a niveles que no lleguen a 10 microgramos por litro, podría aumentar el riesgo de alguna afectación a la salud. Sobre todo cuando se suman otros factores como la predisposición genética de cada persona y las largas jornadas de trabajo con exposición al sol.  

“Imagínese que en 50 años usted bebe agua con arsénico y usted tiene una predisposición genética con problemas en el páncreas o los riñones.Esto varía en cada persona, según los niveles de nutrición, hidratación, la variabilidad genética y la exposición a plaguicidas en el campo… esto puede afectar a la salud”, comentó Suárez, del Hidrocec.

Antes del 2001, las comunidades del cantón de Bagaces llegaron a consumir agua con niveles de hasta 71 ug/L, según un estudio publicado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) en el 2014.

Aunque no se ha demostrado una causalidad, del 2003 al 2012, el promedio de la tasa de mortalidad por Enfermedad Renal Crónica (ERC) fue de 81,4 en hombres en Bagaces. En Guanacaste el promedio fue 46,9, según el estudio Nefropatía Mesoamericana: distribución geográfica y tendencias temporales de mortalidad por enfermedad renal crónica entre 1970 y el 2012 en Costa Rica.

Para el doctor en salud pública de la Universidad Estatal de Oregón, Andrés Cárdenas, el arsénico en cualquier cantidad es nocivo para la salud, aunque es difícil comprobar una causalidad entre el consumo de este químico y las enfermedades.

Científicamente, es difícil comprobar si los niveles bajos de arsénico podrían o no causar cáncer. Lo que sí sabemos es que el arsénico es nocivo para la salud y afecta muchos sistemas del cuerpo”, comentó, el científico costarricense, quien realizó una investigación sobre los efectos del arsénico en la epigenética (cambios en en el funcionamiento del ADN) durante el embarazo en varios países.

Lo ideal es trabajar en buscar una solución al problema para llegar a cero niveles de arsénico en el agua potable, agregó.

Según Darner Mora, del AyA, la solución inmediata es continuar tratando el agua de Bagaces con las plantas removedoras de arsénico hasta que se finalice la construcción del Acueducto Epifanía, en la comunidad bagaceña de Cuipilapa, previsto para el 2019.

¿Por qué tanto tiempo si lo están planeando desde el 2013? El ingeniero del AyA, Eduardo Tencio, explicó que como mínimo se necesitan dos años de estudios técnicos para seleccionar una fuente de agua.

El acueducto Epifanía tiene un costo aproximado de más de $7 millones, y beneficiaría a más de 10.000 habitantes del cantón.

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