El sector pesquero en Guanacaste viene de capa caída desde hace varios años, por eso las alternativas para la cría y producción de especies marinas en ambientes controlados, surgen como una opción para mantener la demanda de carne de pez y dar empleo a familias de la zona.
El pez de criadero más conocido es la tilapia, y en mariscos los camarones, pero en el distrito de Bejuco de Nandayure se está produciendo una especie diferente: el pargo manchado, cuya carne es más firme que su “primo” más conocido, el pargo rojo, y mucho más sabrosa y natural que la tilapia.
Además, es el único criadero de pargo manchado del país.
Mar artificial en tierra
La empresa Industrias Martec exporta pescado en el país desde 1984, pero fue hasta el 2011 que empezó operaciones en la comunidad de Pilas de Bejuco, donde estableció una planta que se especializa en la producción de olominas, es decir crías de la especie del pargo manchado.
En 2015, este criadero reprodujo aproximadamente 1.500.000 olominas, que luego son trasladadas a la planta principal de la empresa ubicada en Quepos, Puntarenas.
Como su nombre lo dice, la acuicultura, es el cultivo de especies acuáticas en agua dulce o de mar. En el caso de Martec, el agua la toman directamente del mar mediante una tubería que llega a un estanque grande, donde luego es filtrada y esterilizada para evitar que los futuros peces se enfermen.
El agua salada que se descarta se arroja al manglar cercano a la planta, lo cual ha servido para mantenerlo con vida principalmente durante la temporada seca. Además, las aguas que salen de la planta son monitoreadas por el Minae y Senasa.
Piero Benedetti, biólogo marino y gerente de la planta en Bejuco, explicó que la cría y producción comercial del pargo manchado requiere equipo especializado y de altas normas de bioseguridad, para conservar la salud del ambiente y los peces.
“Es un proceso costoso porque tenemos que invertir en equipo especial como bombas de acero inoxidable para que el agua de mar no las dañe. Además, de la calidad del personal para que sepan manipular y entender el comportamiento de los peces”, indicó.
La planta en Bejuco emplea a 30 familias del cantón de Nandayure durante todo el año, algo que es muy difícil de lograr para los pescadores artesanales de la zona, debido a una baja en general de la pesca y a los períodos de veda que se imponen para permitir la reproducción natural del pargo en el mar.
Para este 2016, la empresa espera aumentar la producción de peces a 5 millones y continuar estimulando la acuicultura y el empleo en Guanacaste.
La etapa de reproducción ocurre en tanques donde la temperatura del agua oscila entre 30º C y 32º C y hay entre 50 y 100 peces productores de huevos. Luego, de los huevos nacen las larvas en incubadoras en el edificio de larvicultura. En esta etapa, la alimentación consiste de restos microscópicos de zooplancton, organismo compuesto de algas y otras especies acuáticas. Después de tres o cuatro semanas, inicia la fase de “destete”, donde los pececitos comen rotífero (microorganismos marinos), y luego artemia salina, una especie de crustáceo, y más tarde alimento granulado y vitaminas. Finalmente, dos meses después, los peces son trasladados a la planta de engorde en Quepos donde estarán 10 meses, y son alimentados con proteínas y vitaminas, para alcanzar su tamaño y peso completo que rondar hasta los 2 kilos. |
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