Las Fiestas de Nosara ya empezaron con toros, bailes, conciertos y Tope hasta el próximo lunes 27, comenzando este pasado miércoles con un desfile y pasacalles. Fueron los niños de la “Escuelita de Verano» y la cimarrona de Moracia quienes desfilaron con pancartas sobre temas que aprendieron como contaminación, respeto por los animales, la velocidad vial y otros mensajes para alertar a la comunidad.
El desfile estaba programado a las 4 p.m. pero comenzó a las 5 para que las personas salieran a la calle. Al llegar al Campo Ferial luego del pasacalles, realizaron un espectáculo que incluía bailes, un mimo y la interpretación de una obra original llamada “Leyendas Perdidas”
Este es el segundo año que se hace el Pasacalles cuenta Vanessa Vargas, quien organiza los talleres. “Es bueno que hayan padres que vinieran a verlos, es importante para que sientan que el objetivo se cumplió y tuvieron su presentación” dice ella.
“La Escuelita de Nosara” es un programa de 3 semanas en el cual se imparten talleres a los niños y adolescentes de Nosara. Este ano se hizo de nuevo en la Escuela Serapio López del 6 al 24 de Enero.
Sarah Antonson (de Surfing Nosara Foundation) quien organiza la Escuelita, cuenta que tuvieron alrededor de 200 inscripciones de niños en edades desde los 5 a los 16 años.
El objetivo del proyecto fue que los niños aprendieran sobre el respeto a la vida, a los animales, la naturaleza y a ellos mismos. Se impartieron talleres de teatro, yoga, deporte, baile, primeros auxilios, reciclaje, entre otros. El pasacalles fue su oportunidad para poner en práctica lo aprendido.
Los niños de 11 a 14 años tuvieron giras al Centro de Acopio, donde aprendieron sobre gestión ambiental y reutilización de materiales reciclables. Durante el pasacalles, lucieron mascaras, sombreros y hulla hoops que ellos mismos confeccionaron durante los talleres a base de reciclables que recolectaron o trajeron de sus casas.
Con el apoyo de Guanacaste Community Funds (Fondo Comunitario de Guanacaste- CRUSA) y las matrículas, la recolecta de fondos llegó a los diez mil dólares. El costo de la matricula fue de 2000 colones, un monto representativo cuenta Sarah, pues algunas familias son de escasos recursos. Con ello se cubrieron gastos de alimentación y se compraron útiles escolares que se entregarán es una fiesta al final del curso.
“Este año logramos una recolecta de fondos muy exitosa, llevamos los records para que en el futuro otras comunidades se motiven y hagan algo especial en sus comunidades también” dice Sarah Antonson.
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