Si hay algo que caracteriza a los jóvenes que se lanzan a la aventura del emprendimiento es su constancia y valentía. A pesar de que no tienen muchos recursos y sus conocimientos son limitados, deciden arriesgar y eso es lo que les hace llegar alto.
Lo recomendable es dejarse guiar por aquellas personas con experiencia que ya han emprendido porque, sin duda , ya pasaron por momentos difíciles y buenos, superaron obstáculos, se cayeron y se volvieron a levantar.
Por eso, aquí les comparto una recopilación de consejos que algunos emprendedores han sacado después de su experiencia:
1. Comprometete al 100 % con tu negocio
Hay gente que piensa que emprender un negocio es sinónimo de vivir tranquilo: sin jefes, flexibilidad de horarios, independencia económica o tomar decisiones por uno mismo sin que nadie te presione.
Pero cuando se ven envueltos en este nuevo estilo de vida, ese pensamiento se desmorona por completo. Cuando emprendés, debés comprometerte al 100 %, vivís por y para el negocio, porque hay mucho en juego, no solo hablo del tiempo y el dinero, sino también de la ilusión y el esfuerzo que se le pone para que todo salga bien.
Si antes trabajabas ocho horas diarias, ahora es muy probable que echés más de 12. Esto será al principio, después deberás buscar un equilibro entre tu vida personal y tu trabajo, y sobre todo deberás adaptarte a este nuevo estilo de vida, que conlleva el emprendimiento.
2. Quien no arriesga, no gana
El riesgo es uno de los mayores desafíos para los emprendedores. Está claro que para abrir un negocio tenés que arriesgar tu tiempo y tu dinero. Si de verdad creés en tu emprendimiento y deseás con toda tu fuerza sacarlo adelante, una vez que valoraste tu situación, lanzate con cabeza.
Si empezás a emprender joven, y con el tiempo acabás fracasando, no te hundas, no está todo perdido. Este no es el final. Sacá fuerza y aprendé de tus errores.
No hay peor cosa en la vida que vivir lamentándote de por qué no lo hiciste.
3. Deja volar tu imaginación
No tengás miedo a dar riendas sueltas a tu imaginación y creatividad. A veces de un punto de locura, salen ideas brillantes, que evidentemente con el tiempo habrá que pulir.
No te dejés influenciar por los malos comentarios, confiá en ti y en tus posibilidades y dejá que la gente hable. Después, callarás bocas.
4. Usá tu red de contactos, que no te dé vergüenza
Aprovechá los contactos que tienes de amigos, familiares y profesionales, y acércate a ellos. Presentales tu nuevo negocio, pediles su opinión y pedí ayuda a quien sea necesario. Aprovechá tus contactos porque el que menos pensabas que podría ayudarte, es el que puede sorprenderte.
5. No te conformés
A medida que vayás consiguiendo pequeños objetivos, no te relajés. Aspirá siempre a más y no te conformés nunca con lo que vos vas consiguiendo poquito a poco. Pensá cómo te gustaría verte en unos años, visualizate y tus expectativas pasarán a un nivel superior.
6. Apoyate en otros
El orgullo no sirve de nada, eliminalo de tu vida y pedí ayuda cuando la necesités. Seguro que si uno de tus contactos no te puede ayudar, vos conocés a alguien que sí puede hacerlo.
7. Aprendé a aceptar tus fracasos
En ningún campo existe la perfección y en el mundo del emprendimiento menos. Es raro que alguien no se equivoque en algo. Pero, ¿por qué estamos acostumbrados a ver los fallos como algo negativo? Tus errores te ayudarán a darte cuenta por donde tirar y qué camino escoger. Por lo tanto, equivocarse no será tan mano, ¿no?
Te aseguro que siguiendo estos 7 consejos, te sentirás más preparado que nunca para empezar tu aventura emprendedora. ¡Interiorízalos!
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